No pocos videojuegos se ambientan en un futuro poco esperanzador en el que la civilización ha hincado la rodilla ante una amenaza de diversa índole. Alienígenas, zombis, guerras nucleares… y ahora, el cambio climático.

Y es que la premisa que ya pudimos disfrutar -o no, según gustos- en películas como El día después de mañana, es la base que toma Floodland para movernos a un tiempo distante en el futuro en el que la sociedad debe reconstruirse desde los cimientos para salir adelante. Porque nos encanta ponernos en la situación de un futuro en el que todo se ha venido abajo y debemos guiar a nuestro grupo hacia la supervivencia.

Floodland viene desarrollado por Vile Monarch, estudio nacido en la ciudad polaca de Varsovia en 2015 en cuyas filas militan parte de los equipos creadores de juegos tan interesantes y conocidos como This War of Mine, The Witcher 3, Hard West o Dying Light.

Floodland, no obstante, está alejado de cualquiera de esos títulos en cuanto a género, de unos más que otros al menos. Vile Monarch define Floodland como un city builder post-catastrófico en el que construiremos nuestros asentamientos en escenarios rodeados de agua en una ambientación que en algún momento nos traerá a la mente la fallida -pero hoy día de culto- película de Kevin Costner, Waterworld.

El concepto de «city builder» puede hacernos pensar de forma inmediata en un videojuego del estilo de Sim City, pero si bien la premisa puede parecer similar, lo cierto es que Floodland apunta a otros derroteros e incluye elementos diferenciadores que le dan una personalidad propia. El hecho de estar ambientado en un futuro donde los recursos son escasos nos condicionará y formará parte de la columna vertebral del juego, obligándonos a tomar decisiones nada agradables por momentos.

Nada más comenzar el juego nos arrojará la primera decisión importante: el clan al que nos adherimos. Cada uno tiene una visión del mundo y de lo que debería ser la prosperidad de su gente, lo cual se traduce en una serie de valores prioritarios, y a su vez se nos ofrecerán una serie de ventajas permanentes por el mero hecho de pertenecer a dicho clan.

Igualmente podremos elegir una dificultad personalizada. Y es que los chicos de Vile Monarch han tenido a bien ofrecernos la posibilidad de seleccionar de forma independiente la dificultad en cada uno de varios aspectos como la cantidad de recursos, el humor de la comunidad a la que pertenecemos y pretendemos liderar, las enfermedades y el ratio de consumo y productos primarios.

En el momento que nos encontramos, el nivel del mar ha subido fruto del derretimiento de los polos, de forma que prácticamente todos los escenarios en los que nos encontraremos estarán compuestos por islas o pantanos. La humanidad está dividida en una suerte de facciones o tribus con las que deberemos lidiar, unirnos o pelear por el avance de la tecnología, la gestión y reparto de los recursos, la gestión de las leyes necesarias para que nuestra comunidad prospere… etcétera. Deberemos ir avanzando isla a isla, ayudando a quien podamos y enfrentándonos a quien se nos oponga en nuestra determinación por liderar la prosperidad de nuestro grupo, teniendo en cuenta además variables como si tenemos los alimentos necesarios para poder unir a más personas a nuestra causa. Floodland, además, nos irá envolviendo en misiones con mapas generados aleatoriamente, lo cual le dará un alto valor de rejugabilidad a cada partida que decidamos comenzar.

La jugabilidad en sí, además, variará de forma importante en el momento en que consigamos desarrollar un edificio que nos permitirá conseguir puntos de investigación de una forma más sencilla que al comienzo, cuando solo se consiguen completando tareas. Esos puntos de investigación serán los que nos permitan desarrollar nuevos edificios mejores e ir prosperando.

Los edificios que nos ayudarán a obtener recursos, además, deberán colocarse dentro del radio de acción de recolección de dicho recurso, si queremos aprovechar y optimizar dicho edificio. En los primeros compases de juego esto se realizará de forma algo lenta y, a menudo, nos veremos simplemente esperando para poder dar el siguiente paso. Por fortuna, Floodland posee la opción de acelerar el tiempo para esos momentos.

Además, en ocasiones, nos aparecerá algún evento con la ilustración de algún personaje y en el que deberemos tomar una decisión entre varias opciones ofrecidas, lo cual afectará el avance del juego desde ese momento y al humor del resto del asentamiento.

La interfaz del juego nos ofrece de un vistazo, y en todo momento, toda la información necesaria como los recursos de que disponemos, la velocidad de juego que estamos utilizando en ese momento, el día y la hora de juego. También tendremos acceso directo a ciertos menús necesarios para el desarrollo de la aventura, como el de la tecnología que nos presentará todas las ramificaciones posibles para que vayamos trabajando con ellas. En todo caso y como era de esperar con un título de estrategia, será necesario cierto tiempo de aprendizaje para navegar con soltura por todos los menús, si bien los veteranos del género se harán más rápidamente con todos ellos.

Desde el punto de vista audiovisual, los chicos de Vile Monarch han conseguido en Floodland una ambientación adecuada y un aspecto gráfico que cumple aunque sin alardes. A pesar de que para un juego de corte post-catastrófico uno pudiera esperar una gama cromática más apagada y monótona para acompañar y enfatizar la sensación de asolación del escenario, hay que reconocer que aún con su colorida paleta, se ha conseguido reflejar correctamente la sensación de cataclismo en la que nos encontramos. Se ofrece un contraste entre la esperanza que tenemos por delante y la desolación que nos da la bienvenida en este momento.

En cuanto al sonido, el videojuego presenta una serie de FX correctos que encajan, así como una banda sonora que pasa desapercibida y se limita a ofrecernos temas ambientales y de corte bastante relajante que no destacan pero que, a su vez, cumplen perfectamente la función para la que se han diseñado en un juego como este.

En conclusión, Floodland es un juego de un género conocido y que parte de una premisa parecida a otras que hemos afrontado de forma reiterada, pero lo hace dándole ciertos toques propios, lo cual al final le otorga identidad propia.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION