Go Mecha Ball se postula como uno de los indies más atractivos del año. Junto a su atractiva propuesta, el hecho de salir día 1 en servicios de suscripción como Game pass ha llamado la atención de los usuarios que están dispuestos a darle una oportunidad. Este juego diseñado por el estudio Whale Peak Games y distribuido por Super Rare Originals, se pone a la venta en todas las plataformas y os vamos a contar ante qué clase de experimento estamos.

Aunque su nombre no de muchas pistas sobre el tipo de juego ante el que estamos, Go Mecha Ball es un roguelite que a la vez también es un twin stick shooter. La trama del juego es tan corta como irrelevante, al igual que siempre ocurre en este tipo de propuestas: Un día aparece un portal dimensional del que empiezan a salir enemigos y nuestros cuatro protagonistas -que son gatos humanoides- diseñan unos exoesqueletos para enfrentarse a esta amenaza y cerrar el portal. Y ya está, con eso ya tenemos todos los elementos necesarios para jugar.

Go Mecha Ball, como ya hemos dicho, es principalmente un twin stick shooter por oleadas. Cada mundo se divide en tres niveles de tres rondas cada uno más un jefe final por cada mundo. Esto es así en cada uno de los cuatro mundos que debemos superar para llegar al final del juego y la verdad es que no es fácil avanzar, pues cada vez se va poniendo más difícil y los enemigos se vuelven más agresivos.

Los controles son muy básicos: Con el joystick izquierdo nos movemos y con el derecho apuntamos nuestra arma. En el botón RT tenemos el disparo básico y con LB y RB podremos tener ataques especiales que nos ayudarán en parte a limpiar las áreas de enemigos. A medida que avanzamos iremos consiguiendo nuevas armas que podremos quedarnos. Hay que pensar bien cuáles mantener ya que solo podremos tener dos armas equipadas al mismo tiempo e intercambiaremos entre ellas con tan solo pulsar un botón.

La gran diferencia respecto a otros títulos de género es el modo esfera. La armadura que llevamos tiene la habilidad de transformarse en esfera al más puro estilo Metroid, lo que nos permitirá movernos más rápidamente, esquivar ataques, subir rampas y en general desplazarnos por el escenario de manera alternativa. Esta habilidad es bastante inmediata, por lo que necesitamos tener buenos reflejos para hacer un buen uso de ella y sacar todo el potencial para dominar la partida.

Y lo cierto es que es increíble lo bien que funciona todo y lo intuitivo que resulta. A pesar de su aparente complejidad jugable y su frenetismo, en tan solo un par de minutos ya lo tendremos prácticamente dominado y nos habremos hecho perfectamente a los controles. El ritmo de juego es muy fluido y dinámico, de tal forma que podemos pegarnos horas y horas jugando sin habernos dado cuenta del tiempo que ha pasado.

En este punto hay que tener en cuenta el tema de la munición, la cual haciendo un pequeño homenaje a Doom Eternal,  solo se puede conseguir derrotando a los enemigos de una determinada manera. Para recargar nuestras armas, tendremos que  atacar a los enemigos utilizando la superembestida -esto es básicamente chocar contra ellos en el modo esfera-. Esto añade un factor de riesgo y recompensa al juego, ya que tendremos que acercarnos a los rivales para recargar nuestro arsenal, pero al mismo tiempo nos expondremos a sus ataques. Por eso, hay que saber cuándo es el momento adecuado para lanzarse al combate cuerpo a cuerpo y cuándo es mejor aprovechar la seguridad que dan los disparos a distancia.

Además, el juego cuenta con un sistema de progresión que nos permite desbloquear nuevas armas y habilidades con el dinero que obtenemos de los enemigos. Cada arma tiene sus propias características, como el tipo de disparo, el daño, la cadencia, el retroceso o el tamaño del cargador. Algunas son más efectivas contra ciertos tipos de enemigos, mientras que otras pueden ser más útiles en determinadas situaciones. En cuanto a las habilidades y mejoras, al completar cada nivel nos ofrecerán tres características a elegir -por ejemplo aumentar el daño de las armas, el de la embestida, aumentar la salud, etc…- y tendremos que seleccionar una de ellas descartando las otras dos, esto hace que cada partida sea única y diferente.

Los personajes jugables también tienen sus diferencias, como la velocidad, la vida o la habilidad especial. Hay cuatro personajes disponibles en total, aunque solo tendremos uno desbloqueado desde el principio. Para desbloquear a estos personajes lo haremos, nuevamente, mediante el dinero conseguido al derrotar enemigos pero en esta ocasión lo haremos en las zonas de descanso que hay previas a enfrentarnos a los bosses, necesitando como mínimo realizar cuatro runs -y tener una buena suma de dinero, claro- para desbloquear un solo personaje. Estas zonas de descanso también nos sirven para reponer nuestra salud, rellenar la munición o realizar cambios de última hora en nuestro equipamiento para el desafío que se nos viene.

Por ponerle un par de pegas al juego, hay que respetar la visión del autor de haber querido centrarse únicamente en la parte roguelite, pero lo cierto es que un juego con una jugabilidad tan original y trabajada como esta pedía a gritos un modo campaña o historia con niveles independientes que ir superando o algo más plataformero que simplemente arenas cerradas en las que pegar tiros. También se echa de menos algún tipo de modo multijugador que nos permita jugar de manera cooperativa o incluso competitiva, modo que no sabemos si acabará llegando en un futuro o no pero definitivamente se siente como si al título le faltase algo y pudiese ofrecer más de lo que da.

El apartado gráfico de Go Mecha Ball es otro de sus puntos fuertes. El juego corre a 60 frames por segundo, lo que garantiza una fluidez y una precisión imprescindibles para este tipo de juegos. Los escenarios son variados y coloridos con un diseño lleno de obstáculos que permiten hacer auténticas virguerías y saltos en el modo esfera. También destaca especialmente el diseño de niveles y la manera en la que se utiliza la verticalidad de los mismos a pesar de ser un twin stick shooter plano.

La banda sonora también acompaña muy bien al juego, con temas electrónicos que le dan un ritmo frenético y una atmósfera envolvente. Los efectos de sonido son contundentes y realistas, haciendo que cada disparo, cada golpe y cada explosión se sientan como debe sentirse en un juego de estas características. En cuanto al idioma tendremos textos en castellano para los menús y las descripciones de los objetos, aunque no tendremos voces de ningún tipo -lo cual tampoco es especialmente necesario-.

En definitiva, Go Mecha Ball es un juego que sorprende por su calidad y su diversión. Es una pequeña vuelta de tuera al género del roguelike pero añadiendo un punto de habilidad y plataformeo que lo convierte en un juego altamente adictivo, y esto lo dice alguien que no es especialmente fan del género en cuestión.  Es un juego que ofrece horas y horas de entretenimiento, con un alto nivel de rejugabilidad y de desafío. Sin ninguna duda uno de los indies más atractivos y peculiares del año.