Todavía no se ha dicho todo en los juegos de gestion. Los hay literalmente de todo tipo: gestionar negocios, empresas, hospitales, parques de atracciones e incluso parques jurásicos, pero todavía no nos habíamos dedicado a gestionar el mismísimo infierno…bueno, o sí, pero no tantas veces como nos hubiese gustado. Por eso llega Hell Architect, obra del estudio Woodland Games con distribución de Leonardo Interactive. Es hora de torturar unas cuantas almas en el inframundo.

En Hell Architect, como su propio nombre indica, nos convertiremos en los gestores del averno de Lucifer y nuestra tarea será la de crear un ambiente de trabajo bonito y agradable en el que condenar a las inocentes almas por toda la eternidad con las más horribles torturas y castigos.

Contaremos con varios modos de juego, aunque no demasiados: para empezar tendremos el modo libre -o sandbox- en el que comenzaremos nuestra partida desde cero y podremos jugar de manera infinita, luego tendremos el modo escenario en el que tendremos que superar un nivel bajo ciertas condiciones especiales prefijadas de antemano, y finalmente contaremos con el tutorial. Lamentablemente nos ha faltado un buen modo historia o un modo campaña que destacase e hiciese brillar más este título, pero no ha podido ser, creo que le hubiese venido muy bien.

La verdad es que la curva de aprendizaje es bastante dura. A pesar de que tendremos varios tutoriales extensos que jugar, se añaden tantos elementos y variantes que aprender en tan poco tiempo que nos veremos abrumados ya desde el principio. Tampoco ayuda el hecho de que la mitad de los tutoriales se conviertan en divagaciones y diálogos innecesarios que no ayudan a memorizar todos los conceptos, al igual que una interfaz un tanto caótica y de tamaño reducido que cuesta ver algo -aunque podemos cambiar el tamaño de la misma en las opciones-.

En la jugabilidad, como ya hemos dicho, tenemos un juego de gestión de vista lateral como podría ser Fallout Shelter, por poner un ejemplo bastante parecido. Nuestra misión será la de ir construyendo diferentes trampas y torturas para poder exprimir los «recursos vitales» de los condenados, lo que nos permitirá seguir creando más y mejores castigos. A su vez, a los condenados podremos asignarlos directamente a cada trampa de manera manual, de esta forma podremos realizar todas las gestiones de la manera que mejor nos parezca en función de lo que recursos que necesitemos en esos momentos.

Tendremos tres tipos de recursos que podremos extraer directamente de las almas que llegan: sufrimiento -para lo cual habrá que torturarlos-, esencia y… excrementos, que también van a ser necesarios de una forma u otra. Pero claro, nuestros pecadores no trabajan gratis, tendremos que alimentarles y cuidarles si no queremos que mueran de extenuación -sí, lo sé, ya están muertos de todas formas, pero se entiende el concepto-

Pero no solo podremos torturar almas por toda la eternidad, ya que tienen cuerpo físico ¿por qué no aprovecharlos para algo útil de verdad? Pues tendremos la oportunidad de asignarle tareas de construcción tales como construir caminos, establecimientos, conseguir minerales y varias cosas más. Si queremos conseguir nueva mano de obra, en la puerta del infierno tendremos un contador de tiempo que nos avisa de cuándo llegará una nueva persona al inframundo, algo que llegan de manera un poco lenta pero podremos acelerar -o incluso pausar- el tiempo si no queremos matarnos a esperar.

En el apartado visual, a pesar de su destacado aspecto cartoon, asombra ver elementos que no esperaríamos en un juego de estas características y de corte más bien desenfadado. De esta forma, encontraremos en Hell Architect algunas animaciones bastante gore, humor negro e incluso desnudos integrales de los personajes, aunque si no queremos ver esto o hay menores en casa, podemos habilitar las opciones que permiten censurar estos aspectos. En cuanto al rendimiento, el título se desenvuelve bien a 1080p y a 60 frames por segundo, así que cero quejas en ese aspecto, lo único criticable es la interfaz confusa y el reducido tamaño de la misma como ya dijimos.

En cuanto al sonido, no tendremos doblaje alguno excepto voces ambientales como gritos, casi toda la información se nos dará en formato texto, aunque por suerte estará en castellano. La banda sonora pasa muy desapercibida, tal es así que he tenido que mirarme un gameplay para ver si el juego tenía melodía alguna porque de verdad que no lo recordaba, así que en ese aspecto es más bien anecdótica. Por otra parte, los efectos de sonido están logrados y cumplen sin más.

En resumen, Hell Architect nos va a gustar si somos fans de los juegos de gestión y nos atrae su ambientación maligna, pero tampoco nos va a llegar a marcar ni se nos quedará en la memoria. Como juego de este género se queda flojo en comparación con otros títulos más populares y además sus defectos son notables. Aun así, por los 23 euros que cuesta se le puede dar una oportunidad y seguramente os acabe entreteniendo si sabéis ver sus bondades.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Renaissance PR