El infierno siempre ha sido un tema muy recurrente en el mundo de los videojuegos y es que de una manera u otra, cada autor ha querido plasmar su propia visión del averno. Lo hemos visto en muchas de sus variantes, lo hemos visto como hack ‘n slash en Dante’s Inferno, como shooter desenfrenado en la saga DOOM e incluso hemos podido gestionar sus instalaciones en Dungeon Keeper, pero pocas veces lo hemos visto como en Hell Pie, obra del estudio Sluggerfly.

Hell Pie nos presenta otra versión diferente del infierno, mostrada como una megacorporación capitalista en la que los demonios hacen las veces de oficinistas. Resulta que es el cumpleaños de Satán y para celebrarlo, el chef de la empresa debe hacerle un enorme pastel, pero se olvida del día que era y se ve con el tiempo en contra para poder cocinarlo. Nosotros controlamos a Nate, el demonio del mal gusto, quien como favor al chef tendá que viajar por el mundo en busca de los ingredientes necesarios para preparar la tarta.

Lo que encontramos en este juego es un plataformas 3D del tipo «Collectathon», ya sabéis, uno de esos juegos en los que tendremos que ir encontrando los diferentes coleccionables que se ocultan por los niveles hasta encontrarlos todos.

Pero no os dejéis engañar por su estética ni por su jugabilidad, pues bajo toda esa apariencia de juego simpático para niños se esconde un juego que no podría ser más para adultos. Y es que en Hell Pie la provocación, la polémica y la asquerosidad han sido llevadas hasta el extremo, tanto es así que por ejemplo veremos que algunos de los enemigos son zurullos -literalmente excrementos antropomórficos- vestidos con uniforme nazi, penes que nos atacan o que uno de los ingredientes para el pastel sea un tampón usado, todo representado de manera muy gráfica y con un estilo de dibujo que no podría ser más desagradable. Personalmente y aunque tenga más bien poco que ver, tanto gráfica como artísticamente me recuerda mucho a algunos títulos de Tim Schafer como Psychonauts, solo que más pasado de rosca todavía.

Entrando ya en la jugabilidad, tendremos 5 mundos en los que dentro cada uno encontraremos casi siempre tres niveles. Cada mundo cuenta también como un nivel propio, pues serán zonas abiertas en las que encontraremos más coleccionables, misiones secundarias y el acceso al resto de niveles. A su vez, cada nivel sigue una estructura algo más lineal en la que tendremos que llegar hasta el final del mismo para encontrar uno de los ingredientes necesarios para el pastel del jefe.

Pero no estaremos solos, en nuestra aventura nos acompañará Nugget, un querubín -que en este juego nos los pintan como mascotas de los demonios- que estará encadenado a nosotros. Y este personaje sirve para dar pie a la mecánica principal del juego: la cadena. Atados a Nugget, podremos balancearnos por el aire para alcanzar sitios a los que no podemos llegar con un salto normal, además de cubrir grandes distancias o alturas. Al principio cuesta cogerle el tranquillo a esto del balanceo y a todas sus variantes, pero en unas pocas horas ya lo tendremos dominado y la verdad es que es un auténtico placer ir por ahí cual Spiderman demoniaco.

También podremos mejorar a nuestro personaje a través de una amplia variedad de cuernos intercambiables que hacen las veces de «poderes», para lo cual tendremos que encontrar a unas adorables crías de unicorniovejas -a las cuales tendremos que asesinar brutalmente, por supuesto- que sirven como tributo para conseguir estos cuernos. También podremos mejorar a Nugget a través de otros coleccionables, permitiéndonos conseguir por ejemplo más cantidad de balanceos consecutivos, aumentos de salud o nuevos ataques. En general esa es otra de las cosas que me gustan de Hell Pie, que los coleccionables no están ahí de mero adorno, cada uno de ellos tiene su función y nos permiten conseguir algo a cambio.

Pasando ya al apartado gráfico, aparte del ya comentado estilo artístico dominado por lo desagradable y lo asqueroso, el diseño de niveles es bastante bueno y con una amplia variedad de temáticas y situaciones graciosas e hilarantes -con referencias a The office o Scarface incluidos-. En el lado sonoro, aunque las canciones son bastante buenas y trabajadas, no todas ellas pegan con el nivel en cuestión que estamos jugando, como si hubiesen elegido música al azar para cada nivel, pero en general cumple de sobra. Un tirón de orejas se lleva el idioma pero no por la traducción, pues tendremos textos en castellano con una buena localización, sin embargo Nugget es un charlatán que no para de hablar prácticamente a cada paso y al estar en formato texto, el recuadro nos tapa constantemente la pantalla y no nos permite explorar a gusto -¿Os acordais de Fay del Zelda Skyward Sword y sus constantes interrupciones? pues es prácticamente muda al lado de Nugget-. De momento no podemos desactivar sus comentarios, pero Sluggerfly ya ha prometido incluir la opción en futuras actualizaciones.

De duración no podría estar mejor, pues si bien el juego lo podemos completar en unas 5 horas yendo a tiro hecho, si nos paramos a explorar todo y conseguir todos los coleccionables -como debería hacer cualquier persona que juegue a este tipo de juegos- nos podemos ir a las 13-14 horas de juego. Nada mal, la verdad, otros referentes del género tienen una duración mucho menor.

En general puedo decir que Hell Pie me ha resultado una auténtica sorpresa de juego, no esperaba mucho y me ha acabado sorprendiendo muy a mi favor. Creo que el gran pecado -jeje- de Hell Pie es provenir de un estudio indie de poco renombre que ha hecho que pase casi desapercibido, si lo hubiese desarrollado un estudio conocido estaríamos hablando de un juego recordado por mucha gente a lo largo de los años. Desde 33bits no podemos hacer más que recomendarlo sin miedo, y más aún con su rompedor precio, pues nos vamos a divertir de lo lindo.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Plan of Attack