No cabe duda de que vivimos una gran época para todo lo relacionado con la preservación de los juegos clásicos. Sí, es cierto que existen problemas importantes en algunos lanzamientos actuales -políticas de conexión permanente a internet, versiones físicas plagadas de errores o sin todo el contenido en disco, etc…-, pero no es menos cierto que nunca, en toda la ya larga historia del medio, había sido tan accesible jugar a los grandes títulos del pasado.

Una de las grandes responsables de este resurgimiento del videojuego retro es Aspyr Media. Esta desarrolladora afincada en Texas inició su andadura como responsable de realizar versiones para MacOS de numerosos juegos y en los últimos años ha cobrado protagonismo por ser la responsable de traer de vuelta la mayor parte de los títulos clásicos de la saga Star Wars, aunque no siempre con la mayor de las fortunas. Hace apenas tres años desde que Aspyr fue, sin embargo, adquirida por el grupo Embracer, la cual posteriormente compró gran parte del entramado occidental de Square Enix, incluyendo estudios como Crystal Dinamics, Eidos Montreal y la propiedad sobre franquicias tan icónicas como Tomb Raider, Deus Ex, Thief o Legacy of Kain.

Los jugadores de todo el mundo no tardaron en soñar con el regreso de los grandes nombres que Square Enix había dejado abandonados en el baúl y todo esto supuso una oportunidad de oro para Aspyr. No tardó en confirmarse que iban a ser los encargados en traer de vuelta a Lara Croft con una remasterización de los tres primeros Tomb Raider clásicos y, aunque el anuncio fue recibido con cierto escepticismo por el historial no siempre brillante de Aspyr, el equipo americano cumplió con creces y el pasado mes de febrero pudimos comprobar que habían realizado un trabajo intachable que, además, tendrá su continuación el próximo febrero, cuando se publiquen las remasterizaciones de Tomb Raider IV, V y VI.

Pero, como ya hemos comentado, Embracer no solo adquirió los derechos sobre Tomb Raider, también sobre otras sagas muy populares que habían quedado en el olvido. Una de ellas es Legacy of Kain, la gran epopeya vampírica desarrollada por Silicon Knights y Crystal Dinamics y diseñada por Amy Hennig, que años más tarde alcanzaría la fama como responsable de la saga Uncharted. Tras el exitoso lanzamiento de Tomb Raider I-III Remastered todos nos preguntamos cuánto tiempo tendríamos que esperar hasta ver a otras sagas recibir el mismo tratamiento, hasta que, por sorpresa, el pasado mes de septiembre se desveló la existencia de Legacy of Kain: Soul Reaver 1&2 Remastered.

Ambos juegos constituyen la parte central de la saga Legacy of Kain, pues su historia transcurre milenios después de los hechos ocurridos en Legacy of Kain: Blood Omen y no alcanza su final, aunque inconcluso, hasta Legacy of Kain: Defiance. Es comprensible que Aspyr no haya decidido comenzar la saga por el principio con un remaster de Legacy of Kain: Blood Omen, puesto que se trata de un juego que, aunque interesante por su planteamiento ligeramente similar al de un Zelda 2D para adultos, ha envejecido francamente mal en multitud de aspectos jugables y traerlo de vuelta a la vida requeriría una cantidad de trabajo que quizá se escaparía del ámbito de una remasterización. Eso sí, sigue siendo un juego con una gran historia y para todo aquel con ganas de descubrirla hay que señalar que hace apenas tres años que fue relanzado en GOG en su versión PC y que el pasado mes de noviembre también se relanzó la versión original de PlayStation a través de la PlayStation Store.

Legacy of Kain: Soul Reaver surge tras uno de los posibles finales de Blood Omen. Kain, el protagonista del primer juego, decide convertirse en el soberano de Nosgoth, dando inicio a un largo periodo de terror. Para poder gobernar su Imperio de una forma más confortable escoge a varios humanos y los convierte en sus lugartenientes, encargados de administrar a los diversos clanes vampíricos de acuerdo a los designios de su señor. Uno de estos antiguos humanos es Raziel, el cual acaba cometiendo el grave error de evolucionar antes que Kain. Las nuevas alas que han brotado del cuerpo de Raziel son vistas por el emperador como un grave peligro y una desobediencia absoluta, por lo que Raziel es condenado a un destino peor que la muerte: su rastro será borrado de la historia y su cuerpo será arrojado al Abismo, donde su alma sufrirá el tormento eterno.

Pero, por suerte para Raziel, después de casi una eternidad consumiéndose en el Abismo, un Dios Antiguo decide rescatar lo poco que queda de él para ofrecerle un pacto: convertirse en su Segador de Almas y obtener su venganza sobre Kain, de forma que la tierra de Nosgoth pueda liberarse de la gran corrupción representada por los vampiros y su Imperio. Comienza así una   historia, muy inspirada en cierta medida por la obra de Shakespeare, en la que se tocarán aspectos tan interesantes como el afán de poder, y su capacidad para corromper a aquel que lo busca, el destino, el paso del tiempo y la ambigüedad moral. Es quizá una de las historias más ambiciosas y profundas jamás escritas dentro del mundillo del videojuego y resulta una lastima que Aspyr no haya incluido Defiance en el paquete.

Nuestra búsqueda de venganza adopta la forma de aventura de acción tridimensional. En Soul Reaver deberemos combatir con enemigos, obtener mejoras para nuestro personaje, resolver puzles y superar plataformas. Todo muy convencional, pero, por supuesto, no podemos olvidarnos de que estamos hablando de juegos con más de veinte años a sus espaldas, por lo que en su desarrollo jugable lo que prima es la exploración, la ausencia de pistas y los escenarios intrincados. Se trata de un diseño prácticamente extinto a día de hoy, quizá muy similar en sus premisas básicas al de otras aventuras de su generación como Tomb Raider o Shadow Man, aunque Soul Reaver siempre me ha parecido un juego más asequible que estos.

Para este relanzamiento se ha decidido no retocar ni un centímetro de los niveles originales, de forma que no se ha suavizado el desarrollo para adaptarlo a los tiempos actuales. En este sentido solamente se ha incluido una brújula opcional que se puede desactivar desde el menú de opciones y una pantalla de mapa a la que podremos acceder con el botón R1. Ambas ayudas intentan facilitar la navegación de los nuevos jugadores por el proto-mundo abierto interconectado de Soul Reaver, si bien, bajo mi punto de vista, se quedan en los anecdótico y no son necesarias.

Más novedades de peso hay en el control, que, si bien es prácticamente idéntico al original -y esto no es un problema porque es un esquema de control bastante moderno con el que se juega a la perfección- incluye un nuevo sistema de cámara que suaviza en gran medida las imperfecciones y tosquedades de la cámara original, lo cual se agradece enormemente. También, por supuesto, se han añadido mejoras gráficas: ambos juegos lucen de maravilla a alta resolución, con total nitidez, y a 60 frames por segundo. Se han mejorado todos los modelados de los personajes y ahora lucen más próximos al arte conceptual original, de hecho había cierto temor al aspecto algo cartoon que parecían mostrar los videos que se habían visto del juego en los últimos meses y ese temor queda totalmente refutado con la versión final en las manos, y también las texturas de los escenarios. La mejora no es dramática, pero si es notoria y, lo más importante, muy respetuosa con el arte y el diseño original.

Además de todo esto se han incorporado un carro de extras que harán las delicias de los más fanáticos de la saga, pues, al margen de las mejoras visuales típicas que ya hemos comentado, Legacy of Kain: Soul Reaver 1&2 Remastered incluye galerías con arte conceptual, vídeos y renders en alta calidad, los créditos originales, vídeos de las demostraciones del juego, escenas eliminadas, la Crónica Oscura -con el guion de ambos juegos- y también un reproductor desde el que acceder a la banda sonora.

También hay un compendio de información creado por artistas de Crystal Dynamics y las comunidades online de Legacy of Kain. Quizás uno de los extras más interesantes sean los niveles perdidos de Soul Reaver, que añaden áreas recortadas durante el tortuoso desarrollo del juego original. No se han integrado en el juego como tal, son accesibles desde un menú independiente y son una «visión alternativa» al producto final, por lo que lógicamente hay texturas o zonas incompletas, pero son todo un regalo para los fans más curiosos.

Legacy of Kain: Soul Reaver 1&2 Remastered es, en definitiva, un nuevo triunfo para Aspyr, una desarrolladora que poco a poco comienza a convertirse en un seguro de éxito a la hora de traer al presente los clásicos del pasado. Con esta recopilación nos ofrecen la posibilidad de jugar dos de las mejores aventuras que se han desarrollado jamás, si bien la ausencia de Defiance desluce un poco el resultado final.