«Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza, veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.»

Así comienza no solo una de las obras más famosas de la literatura universal, sino también el juego que nos ocupa hoy. Metamorphosis es obra del estudio Ovid Works, proveniente de Varsovia. Esta desarrolladora no tiene un largo historial, pues solo cuentan con Interkosmos como anterior y único juego, pero eso no les ha impedido lanzar este nuevo proyecto que se cuela entre lo mejor del género narrativo en lo que va de año.

Y como ya habréis supuesto a estas alturas, estamos ante una adaptación -muy libre- de la novela «La Metamorfosis» del escritor Franz Kafka. Nuestra protagonista se llama Gregorio Samsa y un día se despierta convertido en un insecto, y lo cierto es que ahí terminan todas las similitudes con el libro en el que se inspira porque lo que viene a raiz de ahí es todo un universo propio desarrollado por Ovid Works, pero tomando como referencia la obra del checo para conformar su mundo.

A través de una vista en primera persona que únicamente nos permitirá ver nuestras insectizadas patas como parte de nuestro cuerpo, tendremos que controlar a Gregorio con una cámara a ras del suelo que contra todo pronóstico resulta bastante efectiva. Nuestra tarea será conseguir devolverle a nuestro protagonista su forma humana, y de paso saber más sobre esa misteriosa organización llamada Towers que tanto le reclama y parece tener cierta influencia social, incluso entre los humanos.

El manejo de Gregorio es bastante bueno teniendo en cuenta la dificultad que supone ponernos en la piel de un insecto, muy diferente al de un ser humano como suele ser habitual en cualquier juego. Nuestro personaje se desplazará rápidamente por el suelo, más aún si pulsamos el botón de esprintar. Los saltos son bastante precisos y nos permitirán hacer virguerías incluso jugando con pad, con lo que podremos movernos a toda velocidad por el escenario sin que el control nos perjudique.

Como buenos bichos que somos, un escenario tan simple como pueda ser un cajón o una estantería se convierten en un campo de obstáculos que debemos sortear y avanzar para llegar hasta nuestro objetivo. Podremos escalar y subir pendientes empinadas pero hasta cierto punto, pues no podremos escalar muros totalmente verticales ni ponernos boca abajo. Para poder hacer esto, tendremos que pasar por encima de cualquier sustancia pegajosa que nos ofrezca una mayor adherencia en las patas, lo que nos permitirá caminar por paredes, aunque contamos con una cantidad limitada de «pegamento» que se irá gastando poco a poco según caminemos, por lo que más vale estar en suelo firme cuando se nos acabe si no queremos caer al vacío.

El juego es bastante lineal en su planteamiento, normalmente habrá un único camino a seguir para llegar hasta donde debemos, aunque en ocasiones también nos encontraremos zonas más abiertas que nos permite más exploración y varias maneras de llegar hasta nuestro objetivo. Cabe destacar el preciso sistema de ayudas, que con tan solo pulsar un botón nos permite cambiar a una vista aérea panorámica para poder ver mejor el escenario y los caminos a seguir, ya que desde el suelo nuestra visión será muy limitada, especialmente en cuanto a verticalidad.

A pesar de ser un juego lineal, eso no quita que encontremos puzles que solucionar para seguir avanzando. Estos puzles están bien planteados y ofrecen algo más de entretenimiento al hecho de ir del punto A al punto B. Algunos de estos puzles serán basados en las físicas, donde tendremos que mover objetos para llegar a nuevos sitios, otros en cambio serán de lógica donde tendremos que activar palancas o seguir una serie de pasos para arreglar algo que nos permita activar el siguiente evento que nos deje continuar.

Algo que me ha gustado bastante es la variedad de opciones a la hora de completar las misiones secundarias -porque, aunque pocas, las hay- o las misiones principales. Pongo un ejemplo: en cierto momento tenemos que conseguir que unos bichos bohemios desalojen una sala y para ello podemos hacerlo de varias maneras: podemos ir con un compañero a echarlos por la fuerza, podemos hablar con sus padres para que se los lleven o podemos buscarles un nuevo local vacío donde reunirse. Esta manera de afrontar un mismo problema desde distintas vías le ofrece algo más de variedad y rejugabilidad al juego, aunque tampoco esperéis grandes cambios ni nuevas mecánicas en este aspecto ya que el desarrollo no cambia para nada

Otra cosa que sabe hacer muy bien Metamorphosis es la representación de los insectos. Por el camino nos encontraremos con otros insectos con los que podremos hablar e interactuar, algunos sin ser conscientes de lo que son, otros tantos son más humanos transformados que han acabado aceptando su destino y viven en ciudades subterráneas en una sociedad muy parecida a la humana donde cada uno tiene su papel y todo se rige por la burocracia. Esto es una crítica bastante interesante al sistema actual, al conformismo de la vida y al control de las multinacionales, algo que también sabía hacer muy bien el libro en el que se basa.

El mundo de Metamorphosis es como un viaje onírico donde lo cotidiano se vuelve un mundo nuevo, no solo en cuanto a que una simple habitación luzca como toda una ciudad, sino también en cuanto a un increible diseño visual. Los insectos que viven en el interior de los muebles han formado sus propios asentamientos y una simple lata de conservas puede ser un hogar con toda su decoración, al igual que el interior de un gramófono contenga todo un club privado donde los la gente se reúne a charlar y beber. A esto ayuda además el magnífico apartado sonoro, formado por melodías lúgubres y diálogos en inglés con un marcado acento de Europa del Este.

Metamorphosis es un genial homenaje a la obra de Franz Kafka y lo demuestra con mucho amor y respeto por el libro. Durante las casi 5 horas que dura la aventura, nos sumergiremos en su mundo y nos atrapará con su jugabilidad al tiempo que nos hace reflexionar sobre la sociedad y lo que significa ser persona. Un juego bastante recomendable por los apenas 20 euros que cuesta.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR