El espacio es algo que siempre nos ha fascinado. Desde casi los albores de la industria del videojuego, el espacio profundo, los viajes interespaciales, y los encuentros con los alienígenas a base de disparos han servido de ambientación para cientos y cientos de videojuegos, y ahora, incluso en 2019, aún seguimos así. Subdivision Infinity DX es un claro ejemplo de como un juego en principio sencillo, con la ambientación adecuada, puede resultar en algo bastante aparente.

Subdivision Infinity DX es un shooter espacial en tres dimensiones con grandes dosis de exploración y recogida de recursos del pequeño estudio ruso MistFly Games, que nos llega a PC y consolas publicado por Blowfish Studios, después de su exitoso paso por las plataformas móviles. Y es que el juego no esconde su pasado móvil, sobre todo en estructura jugable y en el control, aunque en esta ocasión, no es nada negativo. Como shooter tiene un marcado carácter arcade, combinando los momentos de combate espacial, con otros momentos más contemplativos de recolección de recursos, algo que va a ser más que necesario.

Lo que si es evidente que se ha trabajado menos es el argumento del juego, que no es más que una mera excusa para vertebrar los 5 mundos con los que cuenta el juego, en los que se desarrollan las 25 misiones de la historia, y 5 misiones extra de exploración y búsqueda de recursos en cada uno de los mundos. Encarnaremos al sargento Jed Riddle, soldado de fortuna contratado para una misión rutinaria para determinar la situación en una estación espacial que ha perdido la comunicación, y de la que lo último que hemos podido recibir era una señal de socorro. Al llegar allí nos veremos envueltos en una escaramuza, y pronto sabremos que se trata de una facción mercenaria en busca del raro y codiciado Element-122 que no debe caer en malas manos.

Como podemos ver, el argumento de Subdivision Infinity DX no es su punto fuerte, aunque sirve para presentar un sistema de juego bastante definido. Tendremos las misiones argumentales donde el objetivo será básicamente acabar con todos los enemigos, aunque la presentación pueda diferir de unas a otras, es decir, tendremos misiones de escolta, misiones de recuperar un cargamento, misiones de acabar con todos los enemigos, y hasta lucha con jefes finales. Aunque lo dicho antes, al final todo pasa por acabar con todos los enemigos.

Pronto veremos que nuestra nave se nos queda corta para afrontar ciertos combates, en especial notaremos esto con los jefes, que sirven de barrera. Si avanzando llegamos a un punto donde es evidente que nos hemos quedado atrás, será el momento de usar una de las citadas fases de exploración, para conseguir dinero, recursos, y planos, con los que construir o adquirir, nuevo armamento, mejoras para la nave, o una nave nueva con mejores características, y de estas tenemos hasta 10, con lo que el farmeo se convierte en una necesidad, y esto puede gustar a cierto público, o espantar a otro tipo de público, pues se pierde el ritmo de las misiones argumentales.

Aunque para los que piensen que la exploración y farmeo es algo tedioso, la desarrolladora ha intentado amenizarlo incluyendo combates random también en estas fases, aunque en menor medida y de forma aleatoria. Y por supuesto, algo que ayuda a pasar el trago de estos momentos es el control de la nave, bastante simple y atípico en este tipo de shooters, que hará que volar por el espacio de Subdivision Infinity DX sea algo divertido y manejable.

Para hablar del control, vamos a empezar hablando de la nave en sí. Esta dispone de dos armas principales, y una secundaria, y básicamente todas las naves siguen esta configuración. Podremos conseguir otras armas y mejoras para estas y para la nave en el hangar, entre misión y misión, para lo que necesitaremos dinero que conseguiremos derrotando enemigos y cumpliendo misiones. Luego también podremos construir más equipamiento y las mejores naves con materiales y planos, que tendremos que conseguir en las fases de exploración. Y es importante mencionar el control de la nave porque al contrario de la mayoría de juegos similares, para acelerar y avanzar deberemos pulsar el gatillo izquierdo, y para frenar hasta el punto de parada total, el botón R. El hecho de que la nave pueda parar totalmente, nos da una manejabilidad en el control a la hora de encarar enemigos a la que no estábamos acostumbrados en otros juegos donde la nave siempre está en movimiento y teníamos que ir haciendo pasadas hasta encarar acertadamente al enemigo. Ahora eso ya no es un problema, una simplificación de juego móvil, que curiosamente al pasar a plataformas mayores, produce una mejora, con un control más sencillo, pero más divertido.

Técnicamente Subdivision Infinity DX engaña bastante bien. Visualmente puede parecer impactante, aunque el truco sea que los elementos jugables se encuentren sobre un fondo estático a gran resolución y de bella factura, creando auténticas estampas espaciales como podéis ver en las capturas. Eso no significa que el modelado de las naves, estaciones espaciales, y alguno de los enemigos de mayor tamaño no estén bien hechos, ni tampoco hay que quitarle el merito a los efectos de luces y explosiones que llenarán la pantalla, pero evidentemente las máquinas no sufren con este juego, con lo que el rendimiento es totalmente estable.

Sonoramente ya es otra historia, simplemente correcto con melodías que acompañan a la acción y a la exploración, con toques de ciencia ficción pero que difícilmente recordaremos, como los efectos FX que son simplemente correctos.

Subdivision Infinity DX es un juego con unos buenos ingredientes para triunfar pero qué se queda a medias en varias cosas. Quizá su buen desempeño comercial en plataformas móviles hizo al estudio confiarse en su salto a PC y consolas, porque al fin y al cabo la base es buena, y sobre todo el control le da a este shooter un aire arcade y divertido, pero parece haber faltado ambición. Un argumento a la altura, con buena ciencia ficción, un multijugador aunque fuera local, y menos farmeo para resolver la barrera de dificultad que suponen los jefes, y estaríamos hablando de otra puntuación.

Pero tampoco queremos que parezca que lo que queda es malo, para nada, sigue siendo un shooter divertido, un poco fácil incluso en su dificultad normal, pues al fin y al cabo la dificultad de los jefes es artificial para obligarnos a grindear, y visualmente muy bonito, que merece la pena disfrutar si tenemos presente de donde viene, y que además de disparar, vamos a tener que explorar, y mucho, pero no para llegar a ningún sitio, ya quisiéramos que los fondos no fueran solo imágenes estáticas, sino para llenar la bodega de carga y mejorar armas o comprar naves nuevas, al menos en eso si que podremos marcar el reto de conseguirlas todas.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Blowfish Studios