La verdad es que Netflix «lo petó» con Narcos. Si antes de la salida de la serie había alguien que no conociese quién era y qué hazañas había realizado Pablo Escobar, si había alguien a quien incluso no le sonaba el nombre, ese alguien ya no existe en el mundo occidental. Y con todo producto de éxito, vienen sus acompañamientos en forma de merchandising, o venta en físico de las temporadas por si alguien las prefiere en ese formato. Y, como no, los videojuegos. Tras aparecer con relativo éxito en las plataformas móviles con Narcos: Cartel Wars, ahora llega a PC y consolas de sobremesa con Narcos: Rise of the Cartels, un juego de estrategia por turnos al más puro estilo XCOM. Un poco tarde, quizás, teniendo en cuenta que ya ha pasado la vorágine de la serie. Pero como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena. La pregunta obvia ahora mismo: ¿lo es?, vamos a ello.

Una licencia bien aprovechada…

Estamos bajo un producto Narcos. Eso es obvio, pero el juego no hace más que recordarlo al jugador en todo momento. Personajes de la serie, la mayoría con sus doblajes originales -no todos, por ejemplo, la voz de Pablo Escobar no está doblada por Wagner Moura, lo que es una lástima siendo un personaje tan importante-. Tenemos conversaciones después de cada misión, conversaciones en medio de la misión, cinemáticas generadas por el motor del juego… En ese sentido, en Narcos: Rise of the Cartels se respira Narcos por todos lados. Quizás le pesa que gráficamente es muy mejorable y, por tanto, las escenas animadas con los actores desmerecen, pero no es una traba especialmente grande, más para el tipo de juego que tenemos delante.

Tenemos constantemente en pantalla el recordatorio de que estamos dentro de la serie de Narcos

Además de las cinemáticas del propio juego, veremos cortes de la propia serie, que nos pondrán en situación e irán avanzando en la historia. Obviamente, si no se ha visto la serie, el jugador corre peligro de ser spoileado, así que siempre es recomendable venir ya con la serie vista. Serie muy buena, por cierto, por lo que nunca está de más la recomendación.

Por último, el tema principal de Narcos, «Tuyo», de Rodrigo Amarante, será el tema estrella del juego, como no podía ser de otra manera, presidiendo el menú principal. Como curiosidad, y no sé si se debe a un tema de licencias, o denuncias por parte de la familia Escobar, el nombre de Pablo Escobar no aparece en todo el juego. Siempre se referirán a él como «El Patrón».

Constantemente

…Pero un juego de estrategia mediocre

¿Pero qué tal es como juego? En resumidas cuentas, y como decíamos en la introducción, Narcos: Rise of the Cartels es un juego de estrategia por turnos, similar a XCOM, Final Fantasy Tactics, y derivados. ¿Qué quiere decir esto? Significa que iremos moviendo turno a turno a nuestros personajes por un mapa dividido en rejillas como si de una partida de ajedrez se tratase. Y en este caso, nunca mejor dicho, ya que, al contrario de lo que suele ser habitual en este tipo de juegos, aquí jugador y CPU irán moviendo sus personajes uno a uno alternativamente. Recordemos que normalmente suele ser habitual que, en el turno del jugador, se puedan mover todos los personajes del jugador, siendo igual en el turno de la CPU.

Este cambio de jugabilidad respecto a juegos del mismo género, per se, no es malo. Sin embargo hay algunos otros puntos del título que no ayudan a que sea divertida. El primero de ellos es que la IA enemiga es muy defensiva. ¿Esto qué significa? Que ante la falta de posibilidades a corto plazo de atacar a un personaje enemigo, la IA va a decidir no hacer nada y mantenerse resguardada. Va a ser el jugador quien, normalmente, va a tener que salir al encuentro de los enemigos mientras esto se dedican a esperar el contraataque. Para ello, y este es un segundo punto, los personajes enemigos siempre son visibles al jugador, salvo excepciones. Esto le quita emoción al título, le quita sorpresa, porque el jugador no va intentando prever una hipotética emboscada. El tercer punto es el sistema de curación de los personajes. El jugador -o la IA enemiga- puede elegir no utilizar los puntos de movimiento del personaje elegido en el turno actual a cambio de «Descansar» y recuperar uno o varios puntos de vida.

La combinación de estos tres factores va a provocar que en muchos tramos de la partida se sucedan los cambios de turno entre el jugador y la CPU mientras el jugador utiliza los turnos para descansar e ir recuperando puntos de vida, y la IA los utiliza para… para no hacer nada. Por lo que, sí, tendremos tramos en casi cualquier nivel en los que no ocurrirá nada durante unos cuantos turnos. Y tras tres niveles seguidos, por decir una cifra, uno puede aburrirse.

A eso no ayuda que exista poca variedad en las misiones. Sí, existen varios tipos: llegar a algún sitio, obtener documentos, derrotar a todos los enemigos… Pero al final siempre vamos a acabar haciendo lo mismo. Respecto a eso, la primera misión es muy curiosa, ya que le indica explícitamente al jugador que «hay que arrestar a esta persona porque es un cabecilla de los narco»«, para acto seguido indicarle que le acribille hasta morir. En los primeros cinco minutos de la campaña. Y es que en el juego no se puede hacer otra cosa.

Hablando de poca variedad, es obligado hablar de los mapas. Los mapas se van a repetir a lo largo de la campaña. Se van a repetir mucho. Lo que no ayuda a paliar la escasa variedad que muestra este Narcos: Rise of the Cartels.

¿Veis la barra de vida del enemigo y el porcentaje de acierto de los disparos? Yo tampoco.

Por último, y para finalizar el apartado de la jugabilidad, otra característica diferenciadora que aporta este título son los llamados «Contraataques». En situaciones determinadas, como cuando un enemigo en su turno pasa por delante de uno de nuestros personajes, se activará una suerte de cámara a lo Third Person Shooter en el que el jugador tendrá que apuntar al enemigo y dispararle el mayor número de disparos posibles en un rango de tiempo reducido. Esta es otra característica que en un principio puede no estar mal, pero no le da un valor añadido al juego. Al final, el típico jugador de estrategia no suele gustar tanto de TPS, por lo que esa opción muchas veces incomoda más que ayuda. Por otra, el llamado gunplay para ese tipo de acciones no es especialmente bueno o satisfactorio -a veces no sabremos si le estamos dando al personaje enemigo o no-, por lo que los que sí gustan de TPS tampoco se sentirán satisfechos en este sentido. En resumen, el contraataque es una buena idea, pero que se queda en tierra de nadie en su implementación.

El demolición es una arma de destrucción masiva

A la conquista de Colombia

Fuera de los propios niveles, el juego también tiene su parte de gestión. Tendremos que elegir distintas misiones secundarias en un mapa de Colombia que nos acabarán dando acceso a cada misión principal de la trama. Existe la típica gestión de equipo que nos podemos encontrar en un XCOM, reclutamiento de nuevos soldados con sus habilidades, cambios de equipo… No está mal pero, de nuevo, se antoja insuficiente. Podría haber sido curioso poder montar un imperio de la droga, montando laboratorios en distintos lugares, que pudieran ser atacados por la DEA, y a los que poner recursos, por ejemplo. Pero lo único que haremos será «conquistar territorios» a base de realizar misiones, subir de habilidad a los integrantes de nuestro equipo, sustituir a los que vayan cayendo en combate -importante: si un personaje muere, ha muerto, ya no se puede utilizar- y poco más. Da la sensación que esta parte está desarrollada un poco por cumplir, pero no se intenta ir más allá.

Además, las misiones otorgan dinero, entre otras cosas, y, a su vez, cuestan dinero realizarlas. Por lo que será decisión del jugador elegir entre las misiones existentes en cada momento cual puede ser más lucrativa. Normalmente, cuanto más dinero cuestan, más difíciles son.

En conclusión, y ya finalizando el análisis, Narcos: Rise of the Cartels es un juego que ofrece la sensación de estar desarrollado para cumplir. Aprovechando la licencia de la serie sin más. No intenta ir más allá. No es un mal juego, y tiene algún añadido que se puede considerar interesante, pero no pasará a la historia. Y es una lástima, porque la licencia puede dar bastante de sí. Eso sí, el que sea fanático de la serie va a seguir pudiendo ver a sus personajes preferidos, y eso puede ser un buen aliciente para comprar el juego. Quizás el único, de hecho.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Homerun PR