Operencia: The Stolen Sun es uno de esos juegos con un género olvidado por las grandes compañías, pero recuperado por el mundo indie. Vaporum, Legend of Grimrock o The Bard’s Tale IV: Barrows Deep son ejemplos de desarrolladores que se niegan a dejar morir un género que desde luego se acerca al origen de los videojuegos. Muchísimo ha llovido desde Akalabeth: World of Doom o la famosísima saga Ultima, pero todo esto viene de ahí, y algunas cosas se mantienen tal cual.
Operencia: The Stolen Sun es un dungeon crawler, o para los menos experimentados, es un juego de exploración de mazmorras en primera persona, donde manejamos a un grupo de personajes. Los personajes van subiendo de nivel cuando derrotamos enemigos o cumplimos misiones. Operencia: The Stolen Sun tiene una ambientación propia muy interesante, que recuerda a fantasías oníricas, por decirlo de forma suave. Todo son leyendas que se convierten en realidad, sagas que vuelven a la vida y héroes que harán lo que sea necesario para salvar el día.
Operencia: The Stolen Sun es un juego que lleva ya un tiempo en el mercado, en la tienda de Epic y en consolas, pero llega ahora a Steam. A pesar de haber pasado meses desde su salida en PC, la optimización no es todo lo buena que debería. En algunos exteriores cae a cuarenta imágenes por segundo, algo que no debería ocurrir viendo lo que se muestra. Sin embargo, nunca dificultad la jugabilidad. Simplemente quería mencionarlo ahora para quitarmelo de encima.
Al comenzar el juego somos testigos de la leyenda de Attila. Lo manejaremos mientras lucha contra sus enemigos. Esto sirve de tutorial en el juego. Se nos explican las opciones y mecánicas más básicas de una forma clara pero poco intuitiva. A mi parecer necesita de algo más directo, con participación de los jugadores, que unos simples menús explicativos. Un poco más de trabajo en el tutorial haría las cosas más claras.
La historia nos hace crearnos un personaje, que será mago, guerrero o arquero. Abandonamos nuestro hogar para seguir unas visiones y rápidamente nos metemos en la boca del lobo: un castillo abandonado e inundado donde deberemos hacer operaciones de salvamento y matar a su antiguo rey. Pero esto es solo el comienzo, puesto que al salir de allí nos informan del más grande de los peligros de esta generación: la desaparición del sol. Nuestra meta será encontrarlo de nuevo, pero no nos será nada fácil.
Por supuesto, nos iremos encontrando con compañeros a lo largo de los viajes, cada uno más variopinto que el anterior. Preparaos para una colección de bichos raros, caballeros en peligro de extinción y personajes más viejos de lo que parecen ser. Cada uno de ellos tiene sus habilidades, que podremos ir mejorando cuando suban de nivel. Las conversaciones con los compañeros son algo normal, pero no esperéis nada de rol en ese aspecto. Tenemos los compañeros que tenemos, y todas las decisiones están ya tomadas. No es de los juegos de rol donde elegimos cosas; es uno de esos donde matamos criaturas y subimos de nivel. Mazmorreo puro y duro, básicamente. Aunque aderezado por supuesto con una buena variedad de puzles.
El sistema de combate es típico de estos juegos, pero con sus propias características. Los enemigos se colocan en dos filas distintas. Tenemos ataques cuerpo a cuerpo y a distancia para deshacernos de los enemigos, y su posición es relevante para esos ataques. Por supuesto, hay una enorme variedad de ataques especiales, que gastarán energía, muy preciada en el juego. Las magias, ataques dobles, ataques que envenenan y demás son una constante en el título.
Por supuesto al mejorar nuestro personaje podemos elegir que cosas vamos a mejorar. No habla solamente de las características básicas, sino también de los ataques especiales. Hay una buena variedad para elegir, y lo que más me ha gustado es que el juego permite volver a repartir los puntos como nos de la gana. Nunca nos cerramos puertas, y merece la pena probar cosas distintas para ver que se adapta mejor a cada momento. Lo podemos hacer con todos los personajes, no solo el principal.
Nada más comenzar deberemos elegir las dificultades, y lo digo en plural porque hay varias cosas que elegir. El combate, la forma de guardar, la muerte… son todas cosas que se pueden modificar. Pero cuidado, este es el único momento en el que podremos hacerlo. Recomiendo la dificultad más baja en todo, porque Operencia: The Stolen Sun no es en absoluto un juego fácil. Para descansar en las hogueras a lo largo del juego necesitaremos madera. Si no la conseguimos, tarde o temprano no podremos descansar, lo que nos llevará a una muerte segura.
Por supuesto, como cualquier juego del género, el mundo está lleno de secretos, en forma de habitaciones que deberemos de visitar más adelante, muros invisibles pero que se pueden traspasar y demás cosas muy normales en el género. La exploración está bastante conseguida, y los niveles tienen complejidad suficiente como para suponer un reto. La verdad es que en este aspecto el juego me ha sorprendido.
Pero no todo es bueno. El juego da por supuesto que vas a conseguir el nivel necesario para superar las peleas. Normalmente será así, pero si no lo es podemos llegar a tener un grave problema. De los niveles no se puede salir cuando queramos -al menos de una gran parte de ellos- y la cantidad de enemigos es limitada. Si matamos a todas las criaturas pero no alcanzamos el nivel necesario para matar al jefe de la zona, quizás deberemos recuperar algún antiguo punto de guardado. Y eso pueden ser montones de horas perdidas. En ese aspecto es un juego bastante duro.
En conclusión, Operencia: The Stolen Sun es un buen dungeon crawler, aunque no exento de fallos. Tiene un estilo personal en lo visual y eso lo hace atractivo, pero también tiene algún que otro problema del rendimiento y en lo jugable si no tienes cuidado. He jugado a mejores títulos del género, pero también a varios peores. Lo recomiendo para aquellos que quieran un reto y no le gusten las cosas fáciles.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR