La Primera Guerra Mundial, o Gran Guerra como también se la conoce, ha sido en varias ocasiones objeto de inspiración para los videojuegos. Cierto es que no llega ni por asomo a los niveles de la Segunda Guerra Mundial, que ha tenido múltiples representaciones jugables hasta nuestros días, pero aun así es una ambientación histórica a la que eventualmente volvemos. Este es el caso de Red Wings: Aces of the Sky, el último juego de la desarrolladora y editora polaca All in! Games, con su particular visión de los combates aéreos durante la Gran Guerra, con una propuesta muy arcade, y un modo historia que nos llevará a combatir con los dos bandos, y conocer la leyenda de Manfred von Richthofen, el Barón Rojo.

Con esta carta de presentación, es fácil hacernos ilusiones, los juegos de combates aéreos en tercera persona con esta temática no abundan, y si son arcades pero con cierto rigor histórico -que no realismo en su manejo- mejor que mejor. Además el juego luce muy bien gracias a un cel shading estilo comic que ensalza los contornos de los aviones sobre los fondos, creando una estampa visualmente atractiva. Pero vamos por partes y abordemos primero el modo historia, constituido por 50 misiones repartidas entre los dos bandos, la Triple Alianza y el Triple Entente.

Antes de seguir hay que puntualizar que el juego no se encuentra politizado de ninguna manera, aquí no hay ni buenos ni malos ni se centra en ello, todo gira alrededor de la vida de los pilotos y sus habilidades. Evidentemente cuando juegas una campaña, el enemigo a batir es de la facción contraria, pero la historia no intenta que nos pongamos de un bando o de otro en ningún momento. Podemos escoger facción desde el principio, ya sea el Triple Entente, con el escuadrón del Barón Rojo, o la Triple Alianza, y las misiones de ambos bandos son bastante similares.

El modo historia será narrado en forma de comic con imágenes estáticas, e irá recorriendo momentos históricos donde este justificado coger nuestro avión y combatir a cara de perro. No está mal, pero conforme avanza pierde fuerza y se convierte en un mero trámite. Al acabar una facción, empezaremos con la otra, pero con las mejoras conseguidas previamente y empezando de cero, se convertirá en un agradable paseo. Además del modo Historia, tenemos un modo Supervivencia donde tendremos que enfrentarnos a oleadas de aviones enemigos en tres posibles niveles de dificultad.

A la hora de ponernos a los mandos de nuestro avión, nos daremos cuenta que el control es arcade total, volar será sencillísimo, y podremos aumentar y reducir velocidad -a costa de combustible- y disparar nuestra metralleta de munición ilimitada, aunque esta se recalentará, por lo que tendremos que usarla a ráfagas cortas si no queremos tener que esperar unos precisos segundos a que se enfrié el arma. También dispondremos de cuatro habilidades especiales controladas desde cada uno de los botones de acción, hacer un giro rápido, realizar un barrel roll, pedir cobertura aliada, y ejecutar un movimiento final con un enemigo moribundo, donde el piloto rematará al enemigo con su propia pistola. Todas estas habilidades además tienen un tiempo de recarga, con lo que no podremos estar abusando de ellas.

En la mayoría de niveles, el objetivo será acabar con una serie de aviones enemigos mientras intentamos no perder toda nuestra vida, o nuestro combustible. Conforme matemos los citados aviones, aparecerán otros, y así seguiremos hasta que acabemos con todos ellos. Si vamos mal de vida o de combustible, podremos pasar por unos globos con unos anillos que nos ayudarán a abastecer nuestro aeroplano. Al final de cada nivel, se nos puntuará y podremos usar unos puntos que conseguiremos en un simple pero útil árbol de habilidades que mejorará nuestro avión en varios campos, como en el daño de las armas, en el tiempo de recarga de las habilidades o en el gasto de combustible por poner unos ejemplos.

Además de los niveles normales, tendremos un par de tipos de niveles más, los de volar a través de anillos, y los de bombardeo, donde la vista cambia a aérea y tendremos que bombardear unos objetivos en tierra mientras esquivamos los disparos enemigos, aunque son minoría estos niveles y sin mucha trascendencia. Conforme avancemos y cumplamos determinadas condiciones, podremos desbloquear nuevos aviones, e incluso un modo vintage en blanco y negro cuando acabemos las dos campañas.

Audiovisualmente, Red Wings es un juego que destaca a simple vista por la plasticidad de sus imágenes. Un cel shading utilizado para darle un toque de comic, que luego tiene su continuidad en el modo de narrar la historia de sus campañas, es el culpable de que sea tan llamativo desde el comienzo, aunque luego todo lo que veamos respecto a escenarios no sea más que relleno y no tenga ninguna utilidad jugable -salvo las nubes para buscar cobijo ante los enemigos-. En el apartado sonoro tendremos músicas rimbombantes muy propias de la época en la que se desarrolla el juego y unos correctos efectos de sonido.

Red Wings: Aces of the Sky es un juego que a simple vista llama poderosamente la atención, y a los mandos de nuestro aeroplano, sentiremos un manejo sólido, pero la simplicidad del concepto jugable, su modo historia con una buena puesta en escena que acaba diluyéndose en la simpleza, y la falta de objetivos de más calado que el simple hecho de acabar con oleadas de enemigos lo más rápido posible, hacen que el juego parezca más un arcade de los de antes, de máquina recreativa, que un juego más desarrollado, y honestamente los niveles de bombardeo y anillos no son más que meros parches para dar variedad, pero acaban siendo meros trámites. No es algo malo, obviamente, pero con tal puesta en escena parecía mucho más de lo que acaba siendo. La inclusión de un modo cooperativo local a pantalla partida tanto en el modo Historia como en Supervivencia le dan un plus al juego, que siempre será más interesante a dobles.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR