Ha pasado muy pocas veces en 33bits que analicemos un juego y su secuela en la misma semana, de hecho diría que es la primera vez que ocurre, pero así hemos querido hacerlo y sirve además para poner aun más de manifiesto el tiempo que llevaban estos dos juegos con nosotros. Si hace un par de días analizábamos Reed Remastered, ahora le toca el turno a su secuela: Reed 2, nuevamente de manos de PXLink en el desarrollo y de Ratalaika Games en la distribución.

Hemos tenido tiempo incluso de entender un poco mejor el argumento de la «saga»: en la primera entrega, el ordenador en cuestión era el responsable de provocar un reinicio del mundo virtual para evitar que colapsara el sistema y todo desapareciese, mientras que nuestro protagonista Reed debía coger los datos en formato físico para cumplir esta misión. En esta segunda entrega, descubriremos que el anterior reinicio falló por alguna razón y el mundo virtual sigue colapsando, por lo que nuestra nueva tarea será la llegar hasta el desarrollador y entregarle un USB para evitar esto. Una vez más, este argumento es la típica excusa para darle sentido a juego, pues solo descubriremos todo esto leyendo la sinopsis de la tienda digital donde se venda el juego, ya que de manera ingame nos van a explicar más bien poco.

Y estamos nuevamente ante un juego de plataformas exactamente igual que el anterior con unos cambios mínimos, muy continuista respecto a la primera entrega y casi con más pinta de expansión que de continuación propiamente dicha. Tal es así que podríamos poner capturas de ambos juegos y sería casi imposible distinguir cual es cual.

A pesar de su continuismo, hay sutiles diferencias en la jugabilidad: mientras que en el anterior juego teníamos que encontrar un cubo de datos por nivel, en esta ocasión se ha optado por dividirlo en tres fragmentos independientes que habrá que recoger, lo que incentiva un poco más la exploración y permite un diseño de niveles más variado. También se han añadido nuevos obstáculos -uno, concretamente- en forma de terreno nevado que hará que nuestro personaje se deslice levemente, dificultando aún más el plataformeo. Y creo que ahí acaban todas las novedades de esta secuela, porque todo lo demás es exactamente igual respecto a la primera entrega, no ha cambiado ni un ápice, reciclando los mismo assets e incluso la banda sonora sigue siendo la misma.

En algo sí que ha mejorado esta secuela: en el diseño de niveles, más amplios y con una mayor sensación de «juego serio» que mejora en gran medida a lo visto en la primera entrega. En general se nota un desarrollo más cuidado en ese aspecto, ofreciendo unas mejores sensaciones, con un ritmo mejor llevado y una mejor disposición de elementos pese a que en el fondo sigan siendo los mismos obstáculos y trampas de siempre. Personalmente he notado un mayor aumento de la dificultad, lo que siempre es de agradecer para que nos ofrezca algo más de reto, pero no nos llevemos a error, tampoco es que esta secuela sea la bomba, simplemente está un par de peldaños por encima respecto a lo visto en Reed Remastered.

Por desgracia siguen vigentes los mismos errores de la primera entrega, el personaje sigue teniendo un manejo que deja bastante que desear, lo que provocará muchas muertes injustas, algo que no debería haber sido difícil de corregir pero no se ha tocado para nada. Por otra parte, seguimos con la misma ambientación monotemática de un solo escenario -exactamente el mismo que en la primera entrega, de hecho- y se ha perdido la oportunidad de ofrecer algo nuevo.

En conclusión, Reed 2 es un más de lo mismo que ofrece muy poco respecto a lo ya visto en la entrega original. Si bien ofrece mejores sensaciones en su conjunto, no deja de ser tan continuista que cuesta mucho distinguir entre uno y otro. Por lo demás, si os habéis quedado con ganas de más, Reed 2 ofrece otros 50 niveles para poder disfrutar a un precio muy reducido.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Ratalaika Games