Hacía mucho tiempo que no veía un juego indie centrado principalmente en una aventura singleplayer. En un mercado dominado por roguelikes, survivals de crafteo y juegos multijugador, cada vez es más difícil disfrutar de títulos de acción narrativos tradicionales. Scars Above, desarrollado por el estudio serbio Mad Head Games y distribuido por PLAION, es la carta de presentación de esta nueva desarrolladora y la verdad es que no pinta nada mal.

La historia comienza de manera enigmática, cuando un extraño artefacto alienígena conocido como «El metahedro» aparece de pronto sobre el cielo del planeta tierra. El ejército envía entonces a una tripulación espacial en la que se encuentra nuestra protagonista, Kate Ward, para hacer aproximación al extraño objeto. Tras intentar aproximarse, Kate queda inconsciente y lo siguiente que recuerda es despertarse en un planeta desconocido. Kate tendrá que descubrir que ha pasado con el resto de la tripulación y de paso desentrañar el misterio del metahedro.

Como ya hemos avanzado, Scars Above es un juego de acción tradicional en el que prima principalmente la historia, pero no por ello descuida la jugabilidad. Estamos ante un shooter en tercera persona en el que tendremos que ir avanzando por el entorno mientras descubrimos los misterios de una civilización perdida, resolviendo puzles y mejorando a nuestra protagonista.

A pesar de su mecánica shooter y su narrativa, sorprende mucho descubrir que realmente estamos ante un «soulslike», al menos en alguna de sus mecánicas. Durante nuestro camino encontraremos unos monolitos en los que descansar -que hacen las veces de las habituales hogueras de Dark Souls– pero a riesgo de que al hacerlo, reaparezcan todos los enemigos que ya habíamos eliminado anteriormente. En realidad se podría decir que ahí es donde acaban sus similitudes con la franquicia de From Software, pero al afectar tan intrínsecamente al desarrollo del juego hace que se convierta en un elemento muy importante y podamos englobarlo dentro de dicho subgénero.

Tanto es así que veremos como otras mecánicas asociadas al género soulslike ni están ni se le esperan, por ejemplo eliminar enemigos no nos proporciona puntos de experiencia o «almas» -excepto la primera vez que matemos a un nuevo tipo de enemigo que nos otorgará puntos por escanearlo- y si nos matan no será necesario regresar al lugar de nuestra muerte para recuperar todo lo que habíamos perdido. De hecho casi se podría decir que el combate es prácticamente innecesario si no fuese porque los enemigos sueltan elementos de crafteo para fabricar ciertos objetos.

Para superar los innumerables peligros, nuestra protagonista irá desbloqueando nuevas habilidades gracias a los puntos de experiencia antes mencionados, los cuales se obtienen al encontrarlos por el escenario o derrotar a ciertos enemigos. Además de eso, encontraremos diferentes armas elementales que nos ayudarán a resolver ciertos puzles o desbloquear nuevos caminos, como congelar un lago para llegar al otro lado o cortar las plantas que bloquean un camino para cruzar.

Pero si hay un elemento que brilla con luz propia en este aspecto es sin duda el combate, ya que podremos aprovechar el entorno y la naturaleza de nuestras armas para provocar más daño. Por poner un ejemplo, si nos encontramos combatiendo encima de un lago helado, podemos usar la pistola de fuego para derretir el hielo y hacer que nuestro enemigo caiga al agua y se congele, al igual que si está lloviendo y disparamos el arma de rayo, podremos provocar un bonus de daño por electrificación. Esto le da un toque bastante estratégico al combate que la verdad es que le sienta como un guante y nos obliga a pensar bien nuestras acciones.

Además de nuestras armas, podremos echar mano de diferentes artilugios que nos echarán una mano en el combate, entre los que se encuentran la jeringuilla antiveneno, barrera protectora o granadas de distracción. Al contrario que las armas convencionales, las cuales se recargan con la munición que extraemos de los elementos del entorno, estos artilugios consumen recursos y habrá que craftearlos de enemigos o plantas.

Pasando ya al apartado gráfico, podemos decir que tiene sus más y sus menos. Visualmente es bastante llamativo, en ningún momento es rompedor pero hay que admitir que la ambientación está bastante lograda con tantos elementos de naturaleza como estructuras alienígenas, sin embargo otros elementos como las animaciones faciales están totalmente descuidadas, hasta el punto de ver como nuestra protagonista grita de dolor y sin embargo su rostro tiene la misma expresión neutra que tiene en todo momento, al igual que cuando los personajes hablan fuera de las cinemáticas no mueven la boca.

En cuanto al sonido no hay mucho que destacar, melodías ambientales cumplidoras que apenas llaman la atención pero consiguen su propósito de meternos en ese mundo extraño. Además de eso, contaremos con doblaje al castellano con voces de buen nivel que nos sonarán de otras producciones, tanto videojueguiles como cinematográficas.

En definitiva, si bien Scars Above es un título notable y está por encima de la media en cuanto a este tipo de producciones, no es uno de esos juegos que se quedan en el recuerdo ni nos maravillará. Estamos ante un juego de presupuesto moderado y eso se refleja en muchos de sus aspectos, aunque dentro de lo que cabe han logrado implementar una serie de ideas que lo hacen diferente al resto de juegos del mismo corte. ¿Recomendado? por supuesto, pues estamos ante un juego bastante entretenido de un género en decadencia que es importante seguir apoyando para que no desaparezca.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION