Seed of Life es un título que merece la pena jugar. Aún con sus fallos y con sus sorprendentes decisiones de diseño, es un juego con el que te sientes satisfecho cuando la aventura termina. Acompañadme mientras os explico como funciona Seed of Life, porque no es algo que se vea todos los días.

Seed of Life es un juego de aventuras y plataformas, con algunos puzles, en tercera persona y que se desarrolla en el mundo de Lumia. Nos ponemos en la piel de Cora, y es nuestro deber salvar el mundo -o lo que queda de él- reactivando dos de las semillas repartidas por el mundo. Para ello, comenzaremos simplemente con unas pistas dejadas por el abuelo de Cora y nuestras ganas de aventura, pero pronto nos haremos con un buen puñado de habilidades para poder movernos por Lumia de forma mucho más accesible.

Ante todo, se trata de una aventura. La sensación de exploración y de descubrimiento es una constante, y es uno de los puntos fuertes del título. El mundo es lo suficientemente interesante al comienzo como para mantener nuestra atención, y la historia presenta interrogantes bastante interesantes. Esa sensación de exploración se ve acentuada por las habilidades que vamos descubriendo, y se mantiene hasta casi el final. Sin embargo, la historia termina justo cuando se pone interesante, y muchos interrogantes quedan en el aire, sin ninguna respuesta. Se trata de un juego que peca de ser demasiado corto, pero a su vez esa puede ser una de sus virtudes.

Sin embargo, el título también nos presenta dos puntos que por separado serían interesantes, pero juntas son contradictorias. Aunque se trata de un juego para toda la familia, la libertad que ofrece es demasiado profunda. El jugador no dispone de pistas, y hay momentos donde saber donde ir o qué hacer es todo un problema. Para un jugador avezado, esto no es problema, pero para alguien más novel, creo que sería necesario un sistema de pistas, o al menos algún tipo de brújula. En la búsqueda de la primera semilla, hay que avanzar por una zona bastante extensa en donde perdemos vida, y debemos encontrar santuarios para curarnos. Esto es un trabajo complicado, y se abren muchos caminos que explorar. Esto puede desanimar a cualquiera, y Seed of Life no hace lo suficiente para atrapar al jugador.

Volviendo a lo positivo, las habilidades son de lo más divertido. Hay de todo un poco, velocidad, luz, magnetismo para pegarnos a plataformas, escudo para recuperar vida… es variado y está montado de tal forma que es un placer descubrir las habilidad y acceder a nuevas zonas con ellas. Alguna de ellas se usa poco, y hubiera beneficiado al título mayor uso de éstas. Para usar estas habilidades necesitamos recolectar Lumium en forma de pequeñas plantas por todo el mapa. Esto fomenta la exploración de forma natural.

El juego tiene serios problemas de detección de colisiones, algo que choca con la idea de hacer zonas de plataformas. Cuando adquirimos el poder de velocidad -que viene con más salto incluido- las cosas se ponen complicadas. Fallar saltos por problemas del motor puede cansar, pero en el fondo las plataformas resultan divertidas, y los tiempos de carga son tan cortos que engancha un intento más. Está claro que cierto grado de mejora en la detección de colisiones sería recomendable. El control del personaje también necesita mejoras, pero es funcional y con mejoras del escenario mejoraría lo suficiente.

Sin embargo, hay otro problema añadido a la detección de colisiones: el rendimiento. Seed of Life es un juego bonito, con muchas partículas y efectos, y un uso de colores bastante interesante. Además, los diseños son bastante distintos, y, salvando algunos, tienen bastante personalidad. Pero visualmente no muestra nada del otro mundo, y el rendimiento se resiente prácticamente en todo momento. Este es probablemente el peor punto de Seed of Life, y el que más trabajo necesita actualmente.

En conclusión, aunque las ideas son buenas y las mecánicas acompañan, Seed of Life tiene problemas de rendimiento y de detección de colisiones que empañan la calidad del producto final. Además, no sabe muy bien lo que busca y esto crea una antítesis en el resultado final. Dicho todo esto, creo que las cosas buenas siguen siendo realmente disfrutables, y que si los desarrolladores siguen puliendo algunos de los problemas, su faceta aventurera y lo atractivo de sus diseños gustará a un público muy variado. Digamos que Seed of Life es una gema sin pulir.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Renaissance PR