Taxi Life: A City Driving Simulator es el nuevo simulador de conducción de Simteract, creadores de la saga Train Life: A Railway Simulator, y distribuido por Nacon. Este juego se estrenó el mes pasado ofreciendo un críticas mixtas, poniendo el foco especialmente en el tema del rendimiento del juego y en la IA de coches y peatones. Ha pasado un mes desde su lanzamiento y tras un par de parches de correcciones, es hora de ver en qué estado se encuentra el juego a día de hoy

Taxi Life, haciendo honor a su nombre, nos permitirá ponernos en la piel de un conductor de uno de estos vehículos -obviamente, no nos va a poner a controlar un avión de combate-. A los mandos de nuestra nave, como diría el Fary, habrá que recoger pasajeros por toda la ciudad y llevarlos al destino que nos pidan, algo así como Crazy Taxi pero quitándole toda la la conducción frenética y alocada que lo hacía tan divertido

Hasta ahora el juego podría pasar por un simulador normal y corriente de los muchos que hay si no fuese por un detalle interesante que ha llamado la atención de los jugadores, al menos de la comunidad española, y es que el juego se ambientan nada más y nada menos que en Barcelona. La ciudad condal sirve como escenario de este simulador y podremos recorrer muchas de sus calles y lugares emblemáticos de la misma.

Y en este punto hay que decir que la recreación de la ciudad es absolutamente magistral. Todas y cada una de las calles disponibles han sido recreadas al milímetro, con una fidelidad asombrosa y prácticamente a escala 1.1, además de sus edificios, rotondas, semáforos, etc… Evidentemente se ha evitado poner letreros y escaparates de negocio reales por derechos de autor, siendo esto el único punto ficticio de esta recreación digital de Barcelona.

Sin embargo no es oro todo lo que reluce y la gran pega es que no podremos recorrer toda la ciudad de Barcelona al completo, el estudio se ha enfocado especialmente en la parte Este de la misma. Por lo tanto, solo podremos recorrer los barrios de Dreta de l’Eixample, Poblenou, La villa olímpica, La Barceloneta, el barrio gótico, el Raval y el Born. Sería genial que se fuese actualizando para incluir nuevos barrios, sin embargo parece que no hay planes de ello por parte de la desarrolladora, al menos a corto y medio plazo -o así lo deja patente el roadmap de actualizaciones hasta Junio-. Esperemos que no nos llevemos un chasco y no acaben llegando en forma de DLC de pago.

Respecto a la jugabilidad, evidentemente tomaremos control del vehículo y nuestra misión será la de recoger a los pasajeros y llevarlos al lugar que nos indiquen. Cada cliente tiene un medidor de satisfacción que se irá reduciendo poco a poco dependiendo de nuestra manera de conducir y nuestro estado del vehículo, de esta forma superar el límite de velocidad, no respetar los pasos de peatones o saltarnos semáforos en rojo harán que la barra vaya decreciendo y de ello dependerá que recibamos más o menos propina, además de arriesgarnos por supuesto a ser multados por los Mossos.

Como simulador de conducción podríamos decir que es bastante simple y limitado, pues en todo el juego no haremos otra cosa que conducir de un lado a otro según cada cliente, algo totalmente lógico y esperable dada la temática del juego. Para darle algo de dinamismo a la situación se han incluido eventos aleatorios como por ejemplo carreteras cortadas a causa de accidentes y averías que nos obligan a recalcular la ruta. Algo que también añade algo de variedad es atender las peticiones de los pasajeros, pues a veces querrán que bajemos las ventanillas, que pongamos la radio o incluso nos darán conversación con un sistema de diálogos que nos permite elegir el tipo de respuesta que queremos dar.

Si hay que destacar algo es el trabajado realismo del juego en mecánicas jugables. Nuestro vehículo requiere de un mantenimiento y habitualmente tendremos que pararnos a repostar gasolina, limpiar la suciedad o arreglar los golpes y arañazos, ya que de la imagen del taxi depende también la satisfacción del cliente. A medida que vayamos haciendo carreras y completando encargos, iremos recibiendo puntos de experiencia y subiremos de nivel, permitiéndonos desbloquear mejoras en el árbol de habilidades como por ejemplo hacer que la policía haga la vista gorda en algunas situaciones, que la gasolina nos salga más barata e incluso desbloquear encargos VIP que suponen un mayor beneficio a costa de un aumento de la dificultad.

Pero no solo de conducir vive el taxista y como complemente se ha añadido una pequeña parte de gestión. Cuando tengamos suficiente dinero, podremos comprar más vehículos para nuestra flota y contratar empleados que trabajen por nosotros -algo similar a lo que se podía hacer en Euro Truck Simulator 2 por ejemplo-. A la hora de contratar trabajadores tendremos que tener en cuenta sus habilidades y sus defectos y una vez contratados, le ordenamos la zona en la que tiene que operar y su horario de trabajo. Esto es una buena forma de ganar ingresos extra que nos permite seguir aumentando nuestro negocio.

Hablábamos antes de que el lanzamiento de juego se vio afectado por numerosos defectos como una IA pobre y un rendimiento irregular y si bien en parte ha mejorado algo la situación, sigue sin ser perfecto y de vez en cuando nos comeremos  este tipo de problemas como por ejemplo que los peatones estén cruzando un paso de cebra y a mitad de camino se den media vuelta, ser embestidos por detrás de manera habitual provocando una colisión múltiple o que el frame rate caiga en picado en las zonas de mayor carga gráfica. Estos problemas siguen pendientes de ser resueltos como parte de futuras actualizaciones, esperemos que no tardemos en ver los resultados.

Gráficamente hay que decir que el juego luce muy bien, tanto el diseño de la ciudad como el apartado visual en general cumplen de sobra y nos traslada a la auténtica Barcelona a través del motor Unreal Engine, aunque como ya hemos comentado esto hace que sea un juego muy exigente en cuanto a recursos y le cueste alcanzar los 60 frames. Respecto al sonido, si bien tenemos emisoras de radio, cada emisora se compone de una única canción en loop que acaba cansando a los pocos minutos, por lo que muchas veces optaremos por conducir sin banda sonora alguna. En cuanto al idioma, contaremos con audio en inglés -se ve que estamos en plena temporada turística- con textos en castellano y, por supuesto, en catalán.

Taxi Life tiene buenas ideas y cumple perfectamente con la parte de simulación, aunque acaba dejando sensación de que con algo de esfuerzo podría haber ofrecido mucho más. Es un juego que gustará a los que le exijan poco a este subgénero y decepcionará a los fans de la simulación más pura y realista, pero en cómputo global no podemos decir que sea un mal juego. Esperemos que Simteract consiga resolver todos los problemas técnicos que  arrastra este título y lo deje en buen estado.