Si hablamos de la época victoriana tendríamos que hablar, sin ninguna duda, del Reino Unido, ya que es una época totalmente ligada a esta región, cogiendo su nombre de la reina Victoria. Marca la cúspide de la revolución industrial y se considera el inicio de la era moderna. Y, más importante para nosotros, sirve de inspiración a Paradox para su saga de estrategia Victoria, del que recibimos la tercera parte. Señores, empezad a rascaros las cabezas para conseguir dominar el mundo, porque aquí llega Victoria 3.

Victoria 3 es la última entrega de la veterana saga de Gran Estrategia de Paradox. Después de casi 19 años desde el momento de su creación, y de numerosas entregas de otras sagas con premisa similar en diferentes periodos históricos, es legítimo preguntarse que puede aportar exactamente un nuevo lanzamiento de Victoria en 2022.

La respuesta es sencilla: Victoria 3 es la entrega más accesible de toda la saga. No es algo baladí dentro de un estilo de juegos que siempre se ha caracterizado por su aspereza y sus complejas mecánicas, lo cual los ha mantenido dentro de un nicho de mercado alejado del gran público. Con esto no quiero decir que los primeros momentos frente a Victoria 3 sean un paseo ni que se pueda dominar de inmediato la miríada de opciones que nos plantea, pero sí que se ha hecho un esfuerzo importante para que los tutoriales sean útiles y completos, algo que siempre había sido uno de los grandes puntos débiles de Paradox, y para clarificar la interfaz, ofreciendo un aspecto más limpio y haciendo que la ruta de accesos directos sea más lógica que nunca, evitando que el jugador se sienta perdido atravesando numerosos submenús antes de poder llegar a la pantalla que desea.

Todo esto se ha conseguido, por supuesto, sin renunciar a la tradicional complejidad del género. Y es que la saga Victoria probablemente sea una de las más densas y duras de todo el ramillete desarrollado por Paradox, un auténtico hueso para los más novatos e incluso para los veteranos que atesoran cientos de horas de juego. Incluso el fantástico tutorial apenas puede ofrecer unas pinceladas de los aspectos más básicos, pues sería virtualmente imposible abarcar todos y cada uno de los aspectos necesarios para dominar el juego, algo que solo se puede conseguir poniéndonos al mando e invirtiendo muchas horas con una actitud completamente proactiva.

Victoria 3, como podemos deducir por el nombre del juego, nos sitúa en la época victoriana, en un periodo que abarca entre 1836 y 1936. Un periodo apasionante en el que seremos testigos de la Segunda Revolución Industrial, de la Gran Guerra y de las numerosas revoluciones y cambios sociales, políticos, sociales y económicos que han dado lugar al embrión de nuestro mundo actual. Lo mejor de todo es que, por supuesto, seremos parte activa de todos estos avances sociales, moldeándolos y empujándolos en base a nuestras acciones y decisiones, dando lugar a posibles escenarios como el triunfo del comunismo en los Estados Unidos.

Al contrario de otros juegos de Paradox de temática más bélica, como Hearts of Iron o incluso Crusaders Kings, en Victoria la guerra pasa a un segundo plano y los asuntos económicos, diplomáticos y políticos centraran la mayor parte de nuestras horas frente a la pantalla. Nuestra nación está en construcción y eso tiene su fiel reflejo en las tareas de gobierno, pero, a pesar de este cambio de enfoque, la mecánica de Victoria sigue fundamentándose en un núcleo plagado de estadísticas y porcentajes que en segundo plano condicionan nuestras posibilidades y el éxito de nuestras acciones dentro de un todo en el que cada aspecto está relacionado y una mala decisión actual puede acabar en el colapso económico de nuestro estado, lo cual, a su vez, puede tener consecuencias tan imprevisibles como una hambruna o una revolución social que derroque a nuestro gobierno.

También, al igual que en otras sagas de Gran Estrategia, existen eventos narrativos, que saltarán de forma más o menos aleatoria en función del país sobre el que gobernemos y las circunstancias de la partida, que nos forzarán a tomar decisiones de forma inmediata. El problema es que estos eventos pueden aparecer en el peor momento, obligándonos a tomar la menos mala de las decisiones o situándonos ante un dilema importante que nos fuerce a replantearnos nuestra estrategia.

Por otro lado, es necesario remarcar que el rendimiento de Victoria 3 es fantástico, funcionando sin problema en equipos modestos y en, por supuesto, la Steam Deck, aunque la fuente sea algo pequeña. Visualmente el juego es una maravilla, con el remodelado motor propietario de Paradox funcionando a la perfección y ofreciendo una imagen clara y limpia.

Respondiendo a la pregunta que lanzaba al principio del artículo puedo decir que Victoria 3 no inventa la rueda en 2022, pero se convierte por derecho propio en el juego de Gran Estrategia más completo y ambicioso de todos los lanzados por Paradox. Quizá no haya conseguido liberarse del todo del estigma de ser un juego para un nicho de mercado, pero se han hecho todos los esfuerzos posibles para poder abarcar un publico mayor, además de a todos los veteranos que se sentirán como en casa.

Si Europa Universalis se basa en el sentido del descubrimiento, y Crusader Kings en ofrecerte una historia de intrigas internas, alianzas y traiciones, en Victoria 3 tendremos el factor económico más en boga que nunca. ¿Queremos ser los principales exportadores de carbón? Podemos. ¿Queremos aumentar la industria a niveles extraordinarios? Podemos. ¿Es posible basar nuestra economía en el total y absoluto libre mercado? Bueno, podemos, pero no lo recomiendo.

Tampoco nos vamos a engañar: si eres fan de los juegos de Paradox, querido lector, compra Victoria 3, hay centenares de pequeñas historias esperándoos.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION