Tras la entrada en un planeta desconocido, y después de un aparatoso choque con la superficie, la Autonomous Robotic Interface Device (A.R.I.D.) del exoesqueleto de combate Mark-7, toma el control de las capacidades motoras básicas de este traje, ante la no respuesta de su piloto, el coronel Josephs. Esta I.A. tiene como misión principal encontrar ayuda médica y atención primaria para su piloto, que puede que esté herido grave o inconsciente. Con esta premisa nos adentramos en The Fall.
The Fall, de los canadienses Over the Moon, es una aventura de acción de desarrollo lateral, con una potente carga narrativa a través de la interrelación del jugador con la A.R.I.D. del traje, con una marcada ambientación de ciencia ficción, y un estilo artístico que nos recordará al excelso Limbo de Playdead. El juego fue lanzado en 2004 para ordenadores, compatibles y Wii U después de conseguir su financiación parcial en Kickstarter, posteriormente en 2015 fue lanzado para Playstation 4 y Xbox One y recientemente y con motivo del lanzamiento de su segunda parte, esta primera entrega de una prevista trilogía ha visto la luz en Nintendo Switch.
La premisa es sencilla, somos la I.A. de un traje espacial de combate y además de nuestros parámetros básicos, proteger al piloto activo, ser obediente y no tergiversar la realidad, en situación de peligro grave del piloto, tenemos la directriz de tomar el control motor del traje y buscar ayuda médica urgentemente a cualquier precio, y esa orden es la que nos va a encauzar a una aventura donde pronto la moralidad se ve enfrentada a la obligación y a la consecución de nuestros objetivos de cualquier manera, para llevarnos a un final sorprendente que no dejará indiferente a nadie. Y es que poco más se puede decir sin entrar en destripes, al poco de ir avanzando veremos como la trama nos acompaña y nos hace participes de su avance al tener un desarrollo muy ambiental.
Para lograr el objetivo argumental, Over the Moon nos presenta una aventura de acción de desarrollo lateral con mucha investigación y puzles con una fuerte inspiración en las aventuras gráficas de los 90. Para avanzar hay que investigar, y mucho, no vale avanzar por avanzar. Hay puertas que abrir para las que deberemos encontrar tarjetas de acceso, situaciones donde deberemos volver atrás a por un objeto que nos permita solventar una situación para poder seguir avanzando, por lo que el backtracking está garantizado. Será imprescindible leer toda descripción de los objetos o cosas que se nos resalte en el juego cuando las iluminemos con la luz de nuestro arma, cuando esto suceda, tendremos una serie de opciones muy básicas pero suficientes: conectar nuestra red, cancelar, usar/coger. Y de esta última opción se abren los objetos que tengamos en ese momento para que intentemos usarlos.
La parte aventurera está muy bien resuelta, hay que avanzar investigando y teniéndolo todo en cuenta, quizá por eso el juego en una primera vuelta puede durar unas cuatro horas, pero en una segunda vuelta y con todo aprendido, apenas dura una hora. También es importante recalcar que estos puzles que iremos encontrando no serán muy fáciles, pero si serán honestos. Todo se puede solucionar con nuestras habilidades y los objetos del escenario, y es que A.R.I.D. tiene una serie de habilidades, al principio bloqueadas, que iremos desbloqueando a medida que nuestra misión lo requiera y nos proporcionará las herramientas necesarias para poder avanzar y resolver cualquier puzle que encontremos. Además, esta consecución de habilidades esta intrínsecamente relacionada con el desarrollo argumental.
Y ahora que hemos hablado del brillante componente de aventura y sus puzles, vamos a hablar de la otra cara de la moneda, la acción, que lamentablemente para nosotros, no está tan bien resuelta como su contrapartida. A.R.I.D dispondrá de un arma desde los primeros compases del juego, al principio sólo nos servirá para iluminar los puntos de interacción, pero pronto conseguiremos usar su utilidad ofensiva, para ello dispondremos de un segundo visor, la mira láser, con el que podremos apuntar a nuestros enemigos y dispararles más certeramente.
Nuestros enemigos, aunque no son abundantes ni variados, sí que se mostrarán bastante activos y nos devolverán el fuego o empezarán a disparar si nos ven primero. En caso de que nos nos vean, podremos hacer una presa por detrás que además de acabar con nuestro enemigo, nos dará un poco de energía, pero si este no es el caso, tendremos un botón para cubrirnos, siempre que el escenario tenga una cobertura disponible. Lamentablemente estas opciones de combate, sin acabar de ser un total desastre, sí que se sienten toscas, poco depuradas. Muchas veces no cogeremos bien la cobertura aunque estemos a una distancia correcta.
Disparar con nuestra arma no es algo ágil, tendremos que asomarnos desde nuestra cobertura, apuntar, y disparar cargando disparo, que es como se dispara. El resultado es que si no tenemos reflejos, habilidad y coordinación, más de una bala enemiga nos vamos a llevar, lo cual aunque no empaña la aventura de una forma pronunciada, sí que deja la sensación que el control se debería haber trabajado más para estas secciones de acción.
Técnicamente The Fall es un juego correcto, sin alardes pero sólido, que cuenta en su apartado artístico y ambientación como su gran baza, con unos escenarios pequeños, ruinosos, decadentes y sin vida, que nos inquietarán y nos harán sentir la atmósfera opresiva de este planeta desconocido pero a la vez terriblemente familiar. Una inquietud exitosamente conseguida con un apartado artístico basado en colores oscuros y apagados, pocas fuentes de luz, y un uso constante de sombras y oscuridad. Un trabajo tan bien llevado como Limbo, que ya hemos mencionado antes.
Para acompañar a este apartado artístico, que ya de por sí cumple su trabajo a la perfección, se le ha dado un toque a los menús y textos de prompts de sistemas operativos como el MS-DOS, todo un detalle que te ayuda a sumergirte más en el juego. El apartado sonoro cumple bien su cometido, acompaña con música de sintetizadores correctamente, aunque no sea una banda sonora que vaya a perdurar en nuestra memoria, pero da un toque de ciencia ficción que es de agradecer. Esperemos que en próximas entregas sean más atrevidos y no espero un Vangelis, pero por ahí tendrían mucho que explorar.
Terminando este análisis, The Fall queda absolutamente recomendado para cualquier amante de la ciencia ficción, sobre todo de la ciencia ficción de los 80 y 90. Acompañaremos a A.R.I.D. en su misión de salvar a Josephs y descubriremos las implicaciones que ello conlleva, no va a dejar indiferente a nadie.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Over The Moon Games