La antigua Roma es uno de los periodos más importantes y esplendorosos de la historia, quizás el que más, una época llena de mitología, culturas y tradiciones que han perdurado hasta nuestros tiempos. Con estas condiciones, es extraño que no se le haya sacado más partido en el mundo de los videojuegos, personalmente no recuerdo muchos juegos -al menos no muchas superproducciones- ambientados en este periodo. The Forgotten City viene directo a rellenar ese hueco, pero no de manera residual, sino que nos metemos de lleno en el mismísimo corazón del imperio romano.

Como ya avanzamos en la previa, The Forgotten City nació originalmente como un mod gratuito de TES V: Skyrim, pero su desarrollo fue escalando cada vez más y haciéndose tan grande que al final estos tres integrantes -sí, tres- del estudio Modern Storyteller decidieron lanzarlo como un juego completo. Y la verdad es que no podríamos estar más contento con dicha decisión, porque estamos ante un juegazo que atesora una gran calidad y no merecía permanecer como un simple mod residual de otro juego.

En la trama de este juego, nuestro protagonista de la época actual aparece desmayado a los pies del río Tíber, en Italia, junto a una extraña mujer que afirma haberle encontrado en la orilla inconsciente. A su espalda se encuentran unas ruinas romanas de hace 2.000 años donde se ha adentrado su compañero, por lo que nos pide ayuda para encontrarle. Una vez allí, lo que encontramos en su lugar es un agujero temporal que nos transporta directamente a 2.000 años en el pasado, en la época en la que dicha ciudad estaba llena de vida, por lo que tendremos que encontrar la forma de regresar a casa.

Con una vista en primera persona, nos enfrentamos ante una aventura principalmente de investigación en la que tendremos que mirar cada rincón y hablar con cada habitante de la villa para ir reuniendo información a cuentagotas con la que formar teorías y obtener uno de los 4 finales. Porque salir de allí no será tan sencillo, de hecho no existe una salida aparente y sus habitantes viven allí aprisionados sin posibilidad de escapar.

Como ya dijimos la otra vez, los habitantes de la villa viven condicionados por una única regla inquebrantable conocida como «La regla de oro». ¿Y en qué consiste dicha regla? pues ha llegado el momento de explicarla: La regla de oro dicta que si uno solo de los habitantes del lugar comete un pecado -ya sea robo, asesinato, etc….-, todos los habitantes pagarán el castigo siendo convertidos en estatuas de oro y la ciudad será destruida por una extraña maldición.

Este asunto de la regla de oro no será algo meramente anecdótico, al contrario, afecta de lleno a la jugabilidad del título en cuanto a la consecución de los objetivos. Vuelvo a poner el ejemplo que pusimos en la preview: imaginemos que encontramos una posible pista importante dentro del cofre de uno de los habitantes de la villa, pero cogerla se consideraría robar y supondría la aplicación de la regla de oro, pero no cogerla supondría no avanzar en la trama, ¿cuál sería la solución entonces?

Es aquí donde entra la otra mecánica fundamental del juego: los bucles temporales. Si de alguna forma alguien o nosotros mismos incumplimos la regla de oro, la ciudad comenzará a destruirse pero se abrirá un portal dimensional al que tendremos un tiempo límite para llegar y salir de ahí. Una vez hecho eso, el día se reiniciará y todo volverá a la normalidad, pero conservando algunos de los objetos clave y haciendo como que es la primera vez que llegamos a ese lugar. Si esta mecánica os recuerda a algún juego en concreto habéis acertado, pues está heredada directamente de The Legend of Zelda: Majora’s Mask y su funcionamiento es básicamente igual, reiniciando el tiempo pero perdiendo a cambio todos los objetos no importantes como el dinero.

Jugando con estas dos mecánicas, la de la regla de oro y la de los viajes en el tiempo, es como lograremos avanzar en la trama y el binomio es perfecto, la combinación de ambos factores es muy original y no se hace pesado en ningún momento. De hecho, el propio juego facilita las cosas añadiendo nuevas opciones de diálogo y eventos para que no provocar esa sensación de repetitividad y estancamiento que sería fácil que se produjese.

Posiblemente lo que más me llama la atención de The Forgotten City es la libertad a la hora de investigar y la manera en la que se entrecruzan todas las subtramas, toda la toma de decisiones se siente muy natural y nada encorsetada, es muy difícil verle las costuras al juego, de esa forma veremos que tenemos tantos frentes abiertos y tantas maneras de proceder que asombra en un juego tan reducido como este. La sensación de avance y de sentirnos como unos auténticos investigadores es increíble, nos dan pocas cosas mascadas y tendremos que utilizar la deducción para darnos cuenta de algunos detalles, algo que me ha llegado a recordar en parte a ese otro juegazo que es Return of the Obra Dinn.

Respecto a la trama principal, no queremos entrar en spoilers porque es algo que cada jugador debe descubrir por su cuenta, solo podemos decir que es magnífica, capaz de atrapar al jugador dejándolo pegado a la pantalla deseoso de saber cómo continúa y repleta de giros de guion muy interesantes. Vuelvo a recalcar en este punto la increíble sensación de sentirnos como un verdadero detective privado, sacando conclusiones y atando cabos con la poca información que nos ofrecen, pocos juegos conozco que me hayan transmitido una sensación tan lograda como éste.

Entrando ya en el terreno audiovisual, aunque gráficamente no sea ningún portento -arrastra ciertas taras de su paso del motor gamebryo al Unreal Engine-, aun así mantiene un alto nivel en cuanto a los modelados de los personajes y los escenarios. Destacar especialmente todo el escenario principal, pues la villa cuenta con un encanto propio y cada rincón de la misma es una absoluta belleza que nos encantará recorrer una y otra vez. Lamentablemente el rendimiento es el punto negativo del título, con bajadas de frames ocasionales en momentos de mayor carga gráfica y unos tiempos de carga bastante elevados, de hecho la propia desarrolladora nos aconseja instalar el juego en un SSD, y la verdad es que yo hago la misma recomendación porque la diferencia puede ser bastante notable.

En cuanto al sonido, los personajes cuentan con unas grandes actuaciones de voz -en inglés con textos en castellano-, incluso imitando diferentes acentos para dar sensación de multiculturalidad al elenco. La banda sonora se compone de todas de corte grecorromano que son una auténtica delicia para el oído. Personalmente recomiendo mucho jugarlo con auriculares por toda la información auditiva que nos llega.

El juego cuenta con hasta 4 finales diferentes dependiendo de las acciones que elijamos y dura unas 4 horas aproximadamente. Es cierto que una vez desvelado el gran misterio principal, se pierde parte de la gracia y las ganas de rejugar el juego conociendo todo de antemano, pero aconsejo hacerlo por la cantidad y variedad de subtramas que se nos pueden quedar inconclusas en una primera partida y que merece la pena ver.

En conclusión, The Forgotten City se coloca automáticamente como una de mis sorpresas favoritas del año, un juego que rezuma talento y buen hacer en cada uno de sus apartados. Cuesta muchísimo creer que tan solo tres personas hayan sido capaces de llevar a cabo una obra de tal magnitud como ésta, pero a veces los milagros existen. Por mi parte, no puedo más que recomendarlo sin miedo, porque de una manera o de otra siempre encontraréis algo del juego que os enamore.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Future Friends Games