Croteam vuelve a hacerlo, vuelve a repetir el movimiento que ya haría hace casi diez años con enorme brillantez, y más incredulidad por mi parte. Porque The Talos Principle 2: Road to Elysium es una expansión para lo que fue una de las grandes producciones del año pasado, trufada de contenido de calidad, en menos de ocho meses respecto al lanzamiento del juego base.

Y digo que repite porque tras el lanzamiento del primer The Talos Principle, su excelente expansión Road to Gehena salió también sin llegar a los ocho meses de distancia respecto al juego original. Se puede argüir y suponer acertadamente que ya había muchísimo material preparado tras el trabajo hecho en ambos juegos. Pero no me va a dejar de asombrar ver este movimiento.

Más aún cuando The Talos Principle 2: Road to Elysium tiene una cantidad de contenido muy generosa, que no se siente en absoluto como un recorte del contenido original para hacer este lanzamiento en menos de un año. Y que repito, tiene una calidad muy alta, además de contactos y conexiones interesantes a diferentes niveles con el The Talos Principle 2 base.

Antes de profundizar en lo que ofrece The Talos Principle 2: Road to Elysium mencionar dos cosas: la expansión no es independiente, necesita tener el juego base para poder jugarse. Y pide conocerse el juego hasta el final, hasta uno de los finales, más las variaciones que también podemos conseguir tomando decisiones y cumpliendo requisitos durante el juego. Ambas cosas son de Perogrullo para muchos, pero precisamente la promoción de esta expansión se hace a expensas de desvelar información argumental sobre The Talos Principle 2. Y si alguien para en la página de Steam o medios que se hagan eco de este contenido sin haber completado el juego, puede desvelarse ciertas sorpresas. Justamente el tráiler promocional no desvela nada de consideración respecto a las nuevas tres historias que vamos a tener, y tampoco aquí se explicará más allá de lo razonable. Que no hace ni un año que Talos 2 está en el mercado.

Porque esta expansión está dividida en tres capítulos totalmente independientes. De hecho, al darle a ‘Continuar’ en el menú principal podemos elegir jugar a nuestra partida en The Talos Principle 2 o a cualquiera de los tres nuevos capítulos, pudiendo simultanear perfectamente las cuatro vertientes. Road to Elysium no te pide haber terminado el juego principal, pero lo suyo es hacerlo… y si es con todos los puzles incluidos los que hay tras las puertas doradas, mucho mejor.

El primer capítulo es El Ascenso de Orfeo. Aquí el protagonista de Talos 2, la entidad artificial 1K, vuelve a ser el conductor de una historia lateral para recuperar la conciencia de un personaje que solo es esbozado muy por encima en el juego principal. Pero también, ofrece un punto filosófico a la hora de reflexionar sobre el ego y la construcción de nuestra personalidad propia.

Este capítulo podría considerarse el más corto, simple y rápido. Y aún así, está hecho con mimo y dedicación. Su ambientación egipcia nos será muy familiar a quienes conozcamos el primer juego, aunque también haya estado presente en algunos momentos de Talos 2. Pero el recorrer sus diferentes partes retrotrae a bonitos recuerdos del primer juego, destacando la presencia de códigos QR por ejemplo.

Sus puzles se basan en los ya icónicos puzles de rayos de luz, pero no se limitan a complicar o retorcer las cosas, sino incluso a ofrecer nuevas propiedades y maneras de sacar partido a mecánicas bien conocidas para el jugador veterano.

Este conjunto de puzles podríamos considerarlo el ‘nivel fácil’, aunque siempre pasa y pasará que cada cual puede atascarse en cualquier pequeñez que a otro se le hará sencilla. Oh, y cuando completamos los 16 puzles principales -el último es genial jugable y conceptualmente-, se abrirán unas puertas doradas para seguir poniéndonos a prueba.

La Isla de los Bienaventurados es el gran plato fuerte de esta expansión. Situada tiempo después del final del juego, en los momentos iniciales comprobaremos qué ha sido canon y cuanto casa con lo que hayamos hecho y decidido durante el juego principal. Es la zona más amplia, con más puzles, más narración, objetivos, secretos… en un entorno tropical precioso dividido en varios sectores, con otra gran estructura en el centro para acceder a ella tras completar un número de puzles de los tres sectores.

Aquí el protagonista es Yaqut, personaje secundario del juego principal. Está algo temeroso, lleva tiempo sin hacer puzles, y justamente esta pequeña aventura le servirá para ir recuperando confianza en si mismo y tener las cosas más claras sobre sí mismo. El motivo, un artista que ha diseñado la isla con la intención de que sea un divertimento, que sea recorrer y hacer sus puzles a la apetencia de cada cual. El arte por el arte, y la resolución de objetivo por el placer de hacerlo.

Aunque tocaría decir que este conjunto de puzles sería el nivel medio de dificultad dentro de los tres capítulos de la expansión, el hecho de tener tantos esquemas y mecanismos conocidos bien pueden hacerlo fácil para quien haya terminado el juego, complicado porque también hay puzles más obtusos y opcionales. La estructura central, el Hexaedro, ofrece una experiencia fascinante a nivel conceptual, de recorrido y resolución.

Con el tercer capítulo, Hacia el Abismo, se buscaría satisfacer la gran queja de los fans más hardcore del primer Talos Pinciple, la dificultad mucho más asequible de su secuela. Porque cuando el juego se lanzó recibió una recepción muy buena, pero la reducción de dificultad respecto al primer juego era obvia. Se enriqueció muchísimo el gameplay, el anterior capítulo en la isla será la muestra de ello, pero para quienes quería retos duros y retorcidos, y los puzles de las puertas doradas no habían terminado de dárselos por completo, este capítulo viene totalmente pensado para intentar contentarlos.

Los demás jugadores nos encontraremos con 24 puzles muy desafiantes dentro de un mundo extraño hecho a retales. Controlamos a Byron en el momento de la historia donde se separa del grupo principal por circunstancias bien conocidas para quien ha recorrido Talos 2.

La idea es que moviéndose en ese mundo fragmentado, tratamos de comprender mejor algunos temas planteados en el juego, mientras buscamos la manera de regresar con nuestros compañeros.

En el camino tendremos los puzles más complejos que puede ofrecer The Talos Principle 2. Pero no suponen un aumento de dificultad forzando las cosas de forma anticlimática, añadiendo justamente más mecanismos especiales, como las cintas transportadoras, a los numerosos de por si que ya presentaba Talos 2. Y por supuesto, no hay que hacerse un cubo de Rubik en segundos para desenmarañarlos. De hecho, este capítulo está pensado para que quien quiera ver solo la parte argumental lo culmine al completar tan solo 9 de los 24 puzles propuestos.

Seguro que muchos jugadores conocen lo que es entrar en una de estas salas de puzles, darle vueltas y más vueltas a las cosas, siendo algunas muy simples, pero no las vemos fácilmente, y otras que requieren de investigar como funciona cada parte, de probar el funcionamiento de las cosas y no simplemente de mera observación. Tenemos en este capítulo un dulce delicioso, que quienes pasamos mucho tiempo frente a un puzle porque nos mata usar guía, que vamos a saborear a gusto. Y donde los más diestros se quitarán esa pequeña espina que tenían tras culminar Talos 2.

The Talos Principle 2: Road to Elysium vuelve a ser otra superproducción de Croteam. Por sus más de setenta puzles, por un Unreal Engine 5 que parece ir más fino y optimizado para mostrar la gran belleza y enormes escenarios del juego, por la música impresionante de Damjan Mravunac, por el trabajo y mimo que denotan sus puzles, sus secretos, su narrativa, sus diálogos, sus textos, sus reflexiones… volviendo a repetir como me asombra ver algo tan grande tras tan poco tiempo