Hace unos meses empezó a correr el rumor de una conversión de la tercera entrega de las aventuras jugables del brujo Geral de Rivia para la consola híbrida de Nintendo. No todo el mundo lo creyó posible, el juego original, lanzado en 2015 para PlayStation 4, Xbox One, y PC, es uno de los mejores RPG de mundo abierto de la generación, y un portento, tanto por su apartado técnico como por su tamaño. Sin embargo y a pesar de lo poco probable que parecía, al final se cumplió el rumor, presentado en el Nintendo Direct del E3 2019, y ya entre nosotros, The Witcher 3: Wild Hunt Complete Edition nos ha llegado en una de las mejores condiciones posibles, con todo el contenido adicional incluido, lo que incluye las dos expansiones, todas las actualizaciones lanzadas para los otros sistemas, y todo ello en un solo cartucho, sin descargas adicionales.
Mucha gente se preguntará si era necesaria esta versión. Lo cierto es que seguramente los fans del brujo más famoso de los videojuegos lo habrán jugado ya en cualquiera de las otras plataformas disponibles desde su lanzamiento en 2015, pero quizá sí tenga mercado entre los usuarios de sistemas Nintendo como sistema único, los fans más acérrimos que quieran volver a vagar por los reinos del norte en busca de Ciri, y los usuarios de sistemas portátiles y que no suelan jugar a sistemas domésticos, o en definitiva, para cualquiera que sienta la curiosidad de ver como se ha introducido la obra magna de la desarrolladora polaca CD PROJEKT RED en la última consola de Nintendo. Y también para la competencia, para que otras desarrolladoras se den cuenta que querer es poder, siempre que interese, claro esta.
Pero antes de adentrarnos en el juego del brujo, es casi necesario un alto en el camino para dar una rápida explicación de este fenómeno que es The Witcher, que se inició como una serie de cuentos y novelas del autor polaco Andrzej Sapkowski, dio el salto a la televisión con unos productos de ámbito local de dudosa calidad, tuvo un resurgir a la primera plana gracias a una serie de videojuegos como el que nos ocupa, y acaba de volver a televisión en forma de serie para la plataforma Netflix, aunque ahora como una superproducción. La primera constancia de Geralt de Rivia y su mundo fue en 1986, a través de un cuento que el autor escribió para un concurso. A este le siguieron otros cuentos, todos ellos reunidos en las obras «El último deseo» y «La espada del destino», y finalmente un salto a la novelización en 1994 con «La sangre de los elfos». Desde entonces varias novelas han alimentado el rico universo de fantasía épica y oscura donde se transcurren las aventuras de Geralt de Rivia.
En 2007, las aventuras del brujo daban el salto al mundo de los videojuegos de la mano de CD PROJEKT, una editora y desarrolladora polaca, que con una modificación del motor Aurora, engine licenciado a Bioware, lanzaba al mercado el primer juego del brujo, exclusivo para PC, y que consistía en un RPG de acción, con un sistema de combate que recuerda a la franquicia Diablo, y que basaba su principal atractivo en un mundo perfectamente recreado, un universo rico en matices, la fuerte y marcada personalidad de Geralt, lo bello y plástico del apartado artístico, la toma de decisiones con efectos evidentes en la historia, y una narrativa de alto nivel, con misiones muy bien escritas. Este juego transcurría posteriormente a los hechos de las novelas, aunque el autor de ellas siempre haya declarado que la historia de los videojuegos no es canónica. Tras el éxito, una segunda entrega fue lanzada en 20111 para PC y 2012 para Xbox 360, y finalmente una tercera entrega, en 2015, que es el juego que nos ocupa.
Centrándonos en The Witcher 3: Wild Hunt, podemos decir que el juego transcurre tras los hechos de la segunda entrega, donde Geralt recibe una carta de la hechicera Yennefer instándole a reunirse, tras lo cual, Geralt descubre que los espectros de la cacería salvaje van tras su protegida, Ciri, e iniciará la busqueda por los reinos del norte, especialmente en Velen, las islas Skellige, y Novigrado. Para este juego, cambiamos los actos o episodios de gran tamaño pero semi guiados de anteriores juegos, por un mundo abierto inmenso por el que podremos deambular a nuestro gusto, y donde podremos realizar las misiones referentes a la historia, otras misiones secundarias, contratos de brujo para cazar determinados monstruos, explorar para encontrar nuevo equipamiento, o algunos minijuegos, como un juego de cartas llamado Gwent, mucho más profundo de lo que parece y que ha dado lugar a tener su propio juego, o la competición de boxeo en las posadas. El sistema de combate se ha actualizado de anteriores entregas, y ahora pasa a ser más convencional e intuitivo, Geralt podrá realizar movimientos que antes no podía, como saltar o nadar.
La magia, o mejor dicho, las técnicas mágicas de Geralt vuelven en esta aventura, y la creación de pociones y mutágenos se ha simplificado y hecho más amigable, para un uso más intuitivo y continuado. A nivel argumental, la narrativa y el ritmo son notables, y las misiones están muy bien escritas, tanto las principales como las secundarias, lo que atrapará al jugador, sobre todo si es seguidor de las aventuras del brujo. Veremos caras conocidas, tendremos que tomar muchas decisiones, buscar siempre el mal menor, y cabalgar por las tierras del norte en busca de respuestas y de Ciri. Geralt será el de siempre, de fuerte carácter, irónico, sarcástico pero de buen corazón, que intenta ser neutral y acaba involucrado en casi todo. Además, The Witcher 3 contó con dos expansiones, Hearts of Stone y Blood and Wine, que además de prolongar la aventura del brujo por bastantes horas, añadieron ciertas novedades bastante interesantes, como la figura del encantador. Estas expansiones vienen incluidas en The Witcher 3: Wild Hunt Complete Edition y pueden ser jugadas dentro de la historia principal o con independencia de esta.
Llega el momento de hablar de magia, la de Saber Interactive para hacer correr The Witcher 3: Wild Hunt en Nintendo Switch, aunque haya sido más una historia de sacrificio. Sacrificio que ha tenido que hacer el apartado técnico y gráfico para trasladar la mejor de las aventuras de Geralt a un entorno portátil. Cuando juguemos en el dock lo haremos a una resolución máxima de 720p y 30 frames por segundo, aunque ambos dinámicos, priorizando los 30 frames cuando estemos en movimiento, o en momentos de más acción, y priorizando la resolución en momentos más estáticos, como en las conversaciones. En modo portátil jugaremos a 540p, bastante por debajo de la resolución nativa de la pantalla de la consola, pero que por el tamaño de esta, disimula los defectos bastante bien a pesar del coste gráfico. Pero esto no es todo, son más los apartados que han sufrido recortes, sombreado, distancia de dibujado, texturas, el popping campa a sus anchas…
Y sin embargo el resultado es asombroso. El que conozca el juego original, ya sea en PC o en consolas, sabrá que el juego era ya de por si portentoso, hasta el punto de que nadie apostaba por la posibilidad de una conversión que se antojaba imposible. Y sin embargo ya lo tenemos entre nosotros, con todo su contenido jugable adicional, todas las actualizaciones lanzadas hasta la fecha, traducido a múltiples idiomas y doblado a los mismos idiomas que las demás versiones. Resulta increíble que hayan conseguido encontrar el equilibrio para que el juego funcione en la máquina de Nintendo y a la vez la experiencia de juego sea más que aceptable, lógicamente entendiendo el compromiso necesario para ello. Lo que si es cierto es que jugarlo en el dock pierde su razón de ser, al ser la peor versión de entre todos los sistemas, y el verdadero foco es el poder jugar las aventuras del brujo de manera portátil y en cualquier lugar.
Hacer correr The Witcher 3: Wild Hunt en una consola como Nintendo Switch es una proeza, y que además lo haga en su versión más completa y actualizada ya es cosa de brujería. Hay que reconocer, que a pesar de los grandes sacrificios visuales, la experiencia es casi la misma, incluso es un lujo poder jugar a este gran juego en una portátil. Pero a la vez esta versión abre un interrogante, y es el por qué otras desarrolladoras no hacen lo mismo y sacan sus novedades en todas las plataformas disponibles. De un tiempo a esta parte hemos visto algunos movimientos en ese sentido, como los de Bethesda, o algún caso aislado, como el de Alien Isolation, pero si la consola puede mover The Witcher 3 de una forma convincente, pocas cosas más no podría mover con las adaptaciones oportunas.
De todos modos, tanto si no has tenido el placer de probar este juego antes y no tienes otra plataforma donde hacerlo, o si eres usuario acérrimo de consolas portátiles, esta es una magnífica oportunidad de jugar uno de los mejores juegos de la generación, las aventuras del brujo de Rivia, con todo su contenido adicional que garantiza más de 100 horas de juego, incluso llegando a las 200 horas de querer completarlo todo. CD PROJEKT RED ha confiado, y los talentosos Saber Interactive han cumplido con nota, el sacrificio ha sido grande, y jugar en el dock no pasa por ser la mejor opción, pero ver el juego completo en una tarjeta de juego de pequeño tamaño, sin descargas adicionales debería ser el camino a seguir y dar que pensar a las demás thirds del sistema. Si no conocéis el juego aun, o os apetece revisitarlo en modo portátil, no dejéis escapad la oportunidad, y lanzad al brujo monedas… oh valle opulento…
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por CD PROJEKT RED