Los 90 han regresado con fuerza durante esta generación de consolas. Una de las principales responsables de esta resurrección del grundge, las camisas de cuadros a la cintura, y demás parafernalia, ha sido Activision, que desde que sacaran Crash Bandicoot N’Sane Trilogy en 2017 se han dedicado a darle un lavado de cara espectacular a varios de los juegos estrella de la época de la primera Playstation. El título que nos ocupa hoy es el recopilatorio junto a lavado de cara de los dos primeros juegos de skate de Neversoft, los Tony Hawk’s Pro Skater 1+2. ¿Qué tal le sientan los años al patinador más famoso del mundo? ¿Y a nosotros tras volver a ellos?

El acceso a todos los mapas de los juegos es sencillo, sin tener que elegir los juegos uno a uno. Funcionan como un todo.

Esta remasterización a cargo de Vicarious Visions es, en pocas palabras, perfecta. Se han juntado todos los mapas de los dos juegos originales, se han añadido docenas de opciones de personalización nuevas, el apartado visual se ha revisado de arriba a abajo para ofrecer una experiencia actual que además consigue mantener ese espíritu noventero, que como diría Nirvana, «smells like teen spirit» -que también han sabido plasmar en los spots publicitarios con gran acierto, con esos señores con la treintena e incluso la cuarentena bien pasada de largo que se hacen polvo al intentar volver al patín tras veinte años-, y se han añadido nuevos movimientos mejorando el control del juego, dando así el mejor juego de la serie con diferencia, que personalmente espero que revitalice este espíritu más relajado y arcade -que no por ello menos exigente- para que sigamos viendo más juegos de Tony Hawk de la misma forma que en breve nos llegará Crash Bandicoot 4.

Tony Hawk vuelve a las andadas. El modelo respeta el original de los 90 pero con un estilo más actual. Que por Tony también pasan los años.

Si nos ponemos a hablar del juego en sí, pues tenemos diversos modos. El tour de skate nos lleva por diversos entornos, uno a uno, donde en un tiempo limitado tenemos que cumplir una serie de objetivos de cara a conseguir el siguiente. A mí personalmente, este modo me chifla, porque sirve como modo base para aprender a jugar más allá del fantástico tutorial que tiene el juego. A través de los objetivos de combo o puntuación con el límite de tiempo que tienen, te enseñan a manejar el sistema de puntos, te ayuda a aprenderte los movimientos, a familiarizarte con cada mapeado. Además, se nos ofrece un sistema de niveles para mejorar a nuestro personaje favorito cuanto más juguemos y así mejorar las capacidades de salto, velocidad, acrobacias, grindeo… de forma que cuanto más jugamos, más posibilidades desbloqueamos. Y creedme, al final te picas y quieres jugar más y más hacer combos más vistosos y complicados.

Los objetivos en los mapas son de todo tipo. Los primeros son los típicos, superar una serie de puntuaciones, hacer un combo largo… pero luego tienen una serie de objetivos que van más allá de simplemente patinar, que se centran casi en la exploración pura y dura para que encuentres esos puntos especiales de cada mapa donde vas a poder hacer trucos que en otros lados es imposibles que hagas, o que cierta cadena de trucos te lleve por un sitio donde encuentres el coleccionable de turno, haciendo que la experiencia de juego vaya más allá de simplemente hacer trucos sin caerte.

Cada nivel tiene una serie de objetivos que nos incitan a explorarlo y tratar de sacar lo máximo del entorno.

En los demás modos de juego ya podremos campar libremente por los distintos escenarios de ambos juegos para buscar nuestros combos ideales, descubrir más tranquilamente secretos, nuevas zonas donde hacer algún truco… y por supuesto, una opción multijugador para desafiar a otros jugadores en el dominio de la tabla. Además, y como es costumbre, tenemos nuestro modo de edición para crear nuestro skatepark a base de comprar elementos y colocarlos a nuestra disposición.

En general no hay mucho más que decir. La filosofía de la saga es simple en su base con una ejecución progresivamente más y más compleja, animándonos con pequeños incentivos dentro del juego a mejorar. Cargado de contenidos, mejorando a los juegos originales al ofrecer un control actualizado con mecánicas vistas en juegos más recientes… Simplemente es el trato perfecto para cualquier juego que venga de aquella generación donde las tres dimensiones no han envejecido demasiado bien.

Sin querer señalar a otras, desde Vicarious Visions han trabajado de arriba a abajo unos juegos que de por sí eran solidísimos y los han hecho aún mejores, poniendo de nuevo sobre la mesa que los juegos de skate son posibles en 2020 y que siguen siendo tan divertidos como los recordabas o incluso mejores. Si bien el juego no presenta un modo historia como presentaban entregas posteriores como eran los Underground o American Wasteland, la cantidad de mapas, los secretos en los mismos, las posibilidades de personalización, lo fluido y bien que funciona todo… pone a Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 en el podio de juegos más divertidos del género y, de nuevo, permite que Activision y Vicarious Visions terminen de colgarse la medalla a la hora de mejores remasterizadores a día de hoy, una posición que sólo les puede discutir Bluepoint.

Realizar combos largos es una gozada, aunque con un solo error se puede ir todo al traste.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Activision