Hoy estaba viendo el último video de Iron Pinapple, un conocido Youtuber que juega y da voz a indies que tengan un estilo -o al menos intenten tenerlo- soulslike. Son esos juegos donde hay una barra de estamina, podemos rodar por el suelo, y hay una gran variedad de estadísticas para moldear a nuestro personaje. Y claro, el juego que he tenido entre manos estos días, Mandragora: Whispers of the Witch Tree, cumple estas características al dedillo. Vamos a ello.
Mandragora: Whispers of the Witch Tree es un juego de acción y temática al más puro estilo souls, pero en dos dimensiones. La historia del juego es típica, pero funcional. Manejamos a un inquisidor, y nuestro principal objetivo será destruir y purgar a los heréticos. Pero pronto nos daremos cuenta de que algo dentro de nosotros no es tan sencillo como parece. Personalmente, aunque la historia está doblada de forma muy profesional, no ha sido lo que destacaría del título. No me malinterpretéis, es interesante y funcional, pero le falta una vuelta de tuerca para salir de la zona genérica.
Nada más empezar tendremos que elegir la clase, y aquí es donde tomaremos la primera decisión. Hay seis clases distintas, cada una centrada en una cosa, ya sea magia de un tipo o el uso de armas pequeñas o grandes. Una vez lo elegimos, tendremos que esperar bastante para poder desbloquear otro, así que decidid con sabiduría. Yo me elegí una clase llamada Vindicación, una combinación de cuerpo a cuerpo con magia de recuperación. Las clases están bastante diferenciadas entre sí, y estoy seguro de que un mago completo será muy distinto al personaje que yo manejo.
Como buen souls, tendremos una base con ciertos personajes que nos ayudarán en nuestra gesta. Nombrarlos a todos sería complicado, pero tendremos a los típicos. Un herrero que mejorará o cambiará las armas, un mago que encantará los objetos o un ratero que nos ofrecerá equipo de dudosa legalidad. Todos ellos están en la misma zona, pero algo que me habría gustado es poder acceder a todos los menús desde una sola página, para ahorrar tiempo. Pasaremos mucho tiempo en estos menús, y a la larga se notará.
El combate es sin duda el aspecto principal de Mandragora: Whispers of the Witch Tree. Tendremos que enfrentarnos a miles de enemigos, desde lobos a engendros del averno, pasando por ladrones de poca monta. La variedad de enemigos está trabajada, y lo mismo pasa con los jefes. Muchos de ellos están muy elaborados, y aunque algunos se reciclan, tendrán cambios, lo que los mantendrá frescos. Las animaciones están trabajadas y enfrentarse a muchos de los enemigos es un disfrute.
La magia a la que he tenido acceso permite que cuando le hacemos daño a un enemigo, nos cure en un pequeño porcentaje. Hay muchas otras, y podremos ir desbloqueando nuevos movimientos, y nuevas magias. También necesitaremos encontrar todo tipo de objetos para mejorar el equipo, que tira mucho de crafteo y recolección. No sabremos qué hacer con muchos de los objetos, y la falta de información, típica de los souls, también aparece en Mandragora. Muchas cosas no me han quedado claras incluso después de varias horas de juego. Aunque hay un glosario que nos explica la mayoría de cosas -gracias a dios, aún así echo en falta ciertos tutoriales para algunas cosas, o unos pequeños recordatorios.
Las misiones del juego son bastante sencillas, y a diferencia de otros souls, tendremos una gran interrogación que nos indicará la zona que tenemos que investigar. Obviamente, el juego necesita de mucha exploración, y las zonas solo serán orientativas. Volviendo a las misiones, la mayoría son bastante directas, con algunas misiones secundarias para añadir un poco de variedad al asunto. Nos encontraremos con decenas de personajes de diferentes calañas; algunos simplemente nos darán misiones, y otros podremos reclutar para nuestro campamento.
El juego se va abriendo poco a poco; lo que al principio parece una pequeña zona, luego se abre. Aunque hay cierto elemento metroidvania, no es lo principal en el título; Mandragora: Whispers of the Witch Tree se puede explorar en profundidad sin tener muchas habilidades, y ofrece bastante mapa sin mucho que esconder. Tardé mucho en descubrir el personaje que hace los mapas y eso me dificultó la exploración, pero eso es culpa mía. Lo que no me entusiasma es el mapa, en forma de bloques; creo que un título de esta envergadura necesitaría de unos planos más detallados. Además, sin entrar en spoilers, más tarde desbloquearemos una especie de mundo alternativo, con sus propias reglas, lo cual hace aún mas complejo el sistema de mapas.
Visualmente estoy dividido. Por una parte, Mandragora: Whispers of the Witch Tree es un juego muy bonito, con unas estampas preciosas y unas animaciones muy elaboradas. Por otra, es demasiado genérico muchas de las veces, lo que hace que sea complicado sacarle todo el jugo a la ambientación y al aspecto gráfico. Quedándome con lo positivo, da gusto verlo y todo va muy fluido. La música es un disfrute constante, con unas melodías muy oscuras que casan perfectamente con lo que se ve en pantalla. Algunas de las canciones las escucharé fuera del juego, así de buenas me parecen.
En conclusión, es un juego fácil de recomendar si os gustan los juegos estilo souls. Si habéis jugado a Salt and Sanctuary y os gustó, Mandragora: Whispers of the Witch Tree os entrará perfectamente. Quizás le ha faltado apostar más por una ambientación más distintiva, pero lo compensa con muchísimo contenido de calidad.