El sector independiente sigue dejándonos con bastantes juegos de esos que pasan desapercibidos por los grandes medios pero que merecen la pena por su jugabilidad y su buen hacer. Uno de los más recientes ejemplos que he encontrado ha sido Trifox, un entrañable título con sabor clásico desarrollado por Glowfish Interactive y editado por Big Sugar que se pone a la venta hoy mismo para PC y Xbox en formato digital, llegando más adelante a Playstation y Switch.

La historia del juego, explicada con cinemáticas mudas, nos habla sobre la búsqueda de un tesoro que un grupo de piratas pretende conseguir. Nuestro zorro protagonista ve como le roban su equipamiento y se pone en marcha dispuesto a darle calzada a dichos piratas, recuperar sus artilugios y conseguir el botín antes que ellos. Es una historia que, si bien no aporta demasiado al juego en general, nos deja un buen contexto para liarnos a golpes y explorar los diferentes escenarios.

Nos encontramos básicamente ante un juego de plataformas y acción. A través de una vista aérea, nuestro zorro tendrá que superar obstáculos y plataformas, resolver puzles y combatir contra los diferentes enemigos que vayamos encontrando. Con una estructura similar a la vista en la trilogía de Crash Bandicoot de PSX, disponemos de un hub central con varios mundos que se dividen a su vez en varios niveles a los que tendremos que acceder a través de un portal. Como se puede ver, una de sus principales referencias está muy clara, pero no es la única que notaremos.

Una vez dentro de los niveles propiamente dichos, nuestra misión será alcanzar el final del mismo avanzando a través del escenario. Hay que decir que los niveles están bien diseñados y tienen su pequeño toque de exploración, aunque pecan bastante de tener todos la misma temática por mundo y se acaba haciendo algo monótono. Aun así, cada nivel es totalmente diferente al anterior y contará con sus propios retos y puzles para ayudar a mitigar esa sensación de repetitividad visual.

Dentro de cada nivel encontraremos diferentes elementos rompibles que nos otorgarán monedas que luego podremos gastar en el hub central. Además de eso, tendremos una serie de diamantes coleccionables que se encuentran escondidos por el escenario, y cuando digo escondidos me refiero a muy bien escondidos, tanto que he llegado a darle varias pasadas a los mismos niveles sin llegar a encontrarlos. Al final del nivel nos mostrarán las estadísticas de porcentaje completado en función de los secretos que hayamos descubierto y los retos completados, entre los que se encuentra completar el nivel sin morir ni una vez.

Ahora nos toca hablar del combate, que lejos de ser un elemento casual para ofrecer algo de reto, es quizás el apartado más importante del juego. A pesar de su formato plataformero y de exploración, controlamos a nuestro personaje con un manejo al estilo twin stick shooter, es decir, nos movemos con el stick izquierdo y rotamos sobre nosotros mismos con el derecho. Ya metidos en el ajo, contamos tanto con ataques cuerpo a cuerpo como ataques a distancia y armas de fuego – de ahí el estilo twin stick-, con unas mecánicas que a mí personalmente me ha recordado mucho a la saga Ratchet & Clank.

Y llegados a este punto, hay que decir que el nombre de Trifox no es casual, sino que tiene su razón de ser. De inicio, nuestro zorro podrá elegir entre tres profesiones o jobs diferentes para su ataque base: Guerrero, Ingeniero y Mago. Evidentemente el guerrero utilizará el cuerpo a cuerpo utilizando una maza gigante, el ingeniero utilizará metralletas y artilugios, mientras que el mago utilizará hechizos de ataque y cambios de estado. No nos tenemos que comer mucho la cabeza a la hora de seleccionar clase, ¿por qué? por el motivo que veremos a continuación.

Las monedas que conseguimos en los niveles nos servirán para comprar diferentes ataques y habilidades para nuestro zorro, los cuales se dividen según las diferentes clases iniciales. Pero esto no quiere decir que solo podamos comprar ataques de nuestra clase escogida al principio, de hecho ahí está lo realmente novedoso, en que será posible comprar y utilizar cualquiera de los ataques independientemente de nuestra profesión. De esta forma podremos configurar el personaje totalmente a nuestra medida asignando cada ataque a uno de los botones superiores y crear clases híbridas, de manera que si nos apetece podremos ser un mago con ametralladora o incluso un guerrero que solo tenga ataques mágicos. Esto le ofrece una nueva dimensión jugable y es realmente divertido experimentar para encontrar el estilo que más se adapte a nosotros.

Dentro ya del apartado audiovisual, el estilo gráfico con aspecto toon recuerda en algunos momentos a juegos como The Legend of Zelda: Wind Waker y la verdad es que en movimiento luce aún mejor, el rendimiento también es digno de mención, moviéndose perfectamente a 60fps en altas resoluciones. La banda sonora, sin ser una obra maestra, es bastante buena y ambienta perfectamente cada uno de los niveles con melodías temáticas, con in crescendo en los momentos de acción. Como ya dijimos anteriormente, no tenemos voces de ningún tipo salvo gruñidos y gesticulaciones, pero tendremos textos en castellano aunque no los necesitamos para nada, toda la información es meramente visual.

Podemos decir que Trifox es un título bastante simpático y divertido para los fans de este tipo de juegos. Está lejos de ser perfecto, ahí está la repetitividad de escenarios, su escasa duración y algún que otro defecto más, pero no deja de ser un título muy entretenido que hará las delicias de los seguidores de los juegos de acción y las aventuras clásicas de la era 128 bits. Además su precio acompaña, pues por tan solo 19’99 euros podemos hacernos con él.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Pirate PR