TT Isle of Man: Ride on the Edge 2 es el último juego de la desarrolladora francesa KT Kylotonn, también conocida como KTRacing, sobre todo desde que en 2014 se dedicó, en cuerpo y alma, al desarrollo de videojuegos de velocidad. Antes de eso, se encargaron de juegos y sagas como Iron Storm, Bet on Soldier y The Cursed Crusade o juegos más ligeros como My Body Coach o Cocoto Festival. Y, quien nos iba a decir hace unos años que los desarrolladores de un juego como el citado Cocoto Festival iban a centrarse en juegos como Flatout 4: Total Insanity o V-Rally 4 o encargarse por entero de sagas como WRC desde su quinta entrega y la que nos ocupa, convertida en saga desde esta misma entrega.

La primera entrega de TT Isle of Man: Ride on the Edge, que tuvo un 68% de media en Metacritic, prometía como primer acercamiento por parte de KTRacing, pero adolecía de cierta escasez de contenido. Veamos si en esta segunda entrega han conseguido mantener sus aciertos y llegar más allá en sus debilidades.

Lo primero que nos presenta el juego son las opciones típicas. En el apartado homónimo nos encontraremos con un profundo sistema de personalización del control, el volumen de los distintos aspectos sonoros en el apartado de audio y las típicas opciones gráficas y de post-procesado para exprimir más nuestro hardware o mantener alta la tasa de imágenes por segundo y conseguir la máxima fluidez y respuesta que suele agradecerse por los aficionados a este tipo de juegos.

Entre el resto, hay que destacar una inusual sorpresa y es la de encontrarse, además de la típica opción de juego online, con la capacidad de crear una partida o unirnos a una ya creada, la hoy día menos común de juego multijugador local. Una pena que dicha opción permita solo jugar a dos corredores y no admita más. Esperemos que en futuras entregas se amplíe la capacidad.

En cuanto al modo de un jugador, o más bien los modos ofrecidos, nos propondrán los descriptivos Tutorial, Conducción Libre, Contrarreloj, Carrera Rápida y Trayectoria.

En el Tutorial nos encontraremos una pequeña guía en la que, mientras jugamos, iremos recibiendo instrucciones para hacernos con el juego. Es útil en cierto modo si somos novatos en la saga o incluso en juegos de conducción de este tipo, pero, ciertamente, la curva de aprendizaje es acusada y si nunca hemos afrontado un juego de carreras de motociclismo que no sea totalmente arcade, no será suficiente para afrontar con garantías el modo Trayectoria, y será mejor dedicar tiempo al resto.

En Conducción Libre podremos dejarnos llevar por el placer de pasear por los escenarios disponibles, totalmente abiertos con todos sus caminos, escogiendo entre los diversos tipos de moto disponibles desde el comienzo: Supersport, Superbike y Clásicas. No hay mucha variedad, pero serán suficientes para comenzar a coger el tacto a las sensaciones de conducción. Y es que tanto si venimos de juegos de conducción de vehículos de cuatro ruedas como si es de juegos de motociclismo totalmente arcade, nos daremos pronto cuenta de que esto no tiene nada que ver y si pretendemos ir a tope y apurar, dedicaremos más tiempo a levantarnos del suelo que a correr. Aquí el simple roce con un bordillo a determinada velocidad en curva puede, y de hecho lo hace, acabar mal. O un impacto leve a baja velocidad acabará con nosotros en el suelo igualmente. Este modo, por tanto, es ideal para ir cogiendo las riendas y dominando el control específico de este tipo de juegos.

De ahí podremos pasar a Contrarreloj o Carrera Rápida si queremos ponernos en la tesitura de competición, o perfeccionar un poco la técnica, pero realmente si hemos aprovechado el tiempo en la opción anteriormente comentada, estaremos listos para iniciar una Trayectoria, donde, al competir con otros contendientes, podremos fijarnos en sus trazadas y forma de conducción.

Pero tal vez somos avezados jugadores del género y podemos entrar directamente en este modo. Aquí crearemos nuestro avatar, le daremos nombre y nacionalidad como es costumbre, y escogeremos nuestra primera moto para realizar una carrera que nos sirva de escaparate para los equipos. Dicha moto tendrá unas decoraciones preestablecidas sin ningún tipo de espónsor o marca y podremos elegir entre una pequeña variedad básica, a saber, la Honda CBR 600RR -2016-, la Kawasaki ZX-6R -2017-, la Triumh Daytona 675 -2017- y la Yamaha YZF-R6 -2015-. Como es de esperar, cada una tiene unas características distintas, respetando no solo el peso y velocidad punta sino par motor, curvas de aceleración, potencia de frenada e incluso distinto comportamiento en pista. De esta forma podremos notar claramente la diferencia de comportamiento de la Honda con respecto a la Triumph incluso en el sonido del cambio de marcha y la vibración provocada en el mando, bastante más suave en el caso de la Honda.

Una vez escogida, podemos comenzar a correr y con ello conseguir recursos. En este caso se trata de reputación, dinero, y puntos de ventaja que nos ayudarán en siguientes carreras al activarlos. Dichos puntos de ventaja se acumulan a lo largo de una temporada pero desaparecen al comenzar la siguiente, por lo que es importante gestionarlos correctamente y no desperdiciarlos.

En la pantalla principal del modo Trayectoria podemos acceder al Calendario, donde se nos mostrarán las carreras en las que podremos competir a nuestra elección. El nivel de dificultad de estas determinará la cantidad de recursos que conseguimos. En el caso de las más difíciles conseguiremos más reputación y dinero, y en las más asequibles conseguiremos más puntos de ventaja, algunos de los cuales requieren dinero para poder ser utilizados.

También tendremos una Zona de Desafíos que nos permitirán conseguir ciertas recompensas al superarlos. El Garage, donde podremos revisar la colección de motos y prepararlas para las carreras teniendo en cuenta que hay que cumplir con el peso mínimo. Aquí además tendremos la sala de exposición para poder observar nuestras bellezas de dos ruedas. Podremos acceder también desde el menú de Trayectoria a la Tienda donde comprar motos y equipamiento, consultar los Emails que nos vayan llegando a lo largo del juego con información o proposiciones, consultar nuestro Perfil y trayectoria de victorias y trofeos… etcétera.

Tras una primera carrera recibiremos una oferta de varios equipos. Cada equipo te mostrará una serie de objetivos que nos otorgarán piezas para nuestra nueva moto que, esta vez sí, vendrá con los distintivos de los patrocinadores. Según el equipo los objetivos serán distintos; desde conseguir ciertas cantidades crecientes de dinero, hasta simplemente participar en un número determinado de carreras.

Cuando corramos una carrera, además, podremos repetirla si el resultado no nos satisface, a costa de renunciar a un 10% del beneficio por cada vez que repitamos el circuito.

En cuanto al aspecto técnico, el juego está cuidado visualmente y bien optimizado, no requiriendo un equipo muy potente para los estándares actuales. Como requisitos mínimos pide Windows 7 corriendo en un Intel i5 2300 o AMD Phenom II X6 1100, 4Gb de RAM de sistema y una GPU nVidia GTX 630 de 2Gb o una AMD Radeon HD 5870 de 2Gb, en todo caso compatibles con dx11 y necesitando 18Gb de disco duro. Como requisitos recomendados necesita un Pc con Windows 10, un Intel i7 3770 o un AMD FX 8350 con 8Gb de RAM y una GPU nVidia GTX 780 3Gb o un AMD R9 290X 4Gb.

En cuanto al sonido no podemos menos que remarcarlo. Y es que, la música no solo acompaña los menús perfectamente, sino que es pegadiza, agradable y no cansa. Y el sonido en las carreras está perfectamente recreado con el mimo necesario para distinguir la moto que estás conduciendo sin necesidad de verla o detalles como el paso entre objetos como árboles. Un buen trabajo sin duda.

En conclusión, TT Isle of Man: Ride on the Edge 2 coge todo lo bueno que hizo su antecesor, lo pule, lo mejora y llega más allá, dándonos una entrega altamente disfrutable y que premia la dedicación. No es perfecto y aún podría tener mayor cantidad de contenido, pero es evidente que se han dado pasos en la dirección correcta.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Homerun PR