En noviembre del año pasado conocimos la existencia de West Of Dead, un nuevo proyecto de Upstream Arcade y Raw Fury que la verdad es que nos dejó con muy buenas sensaciones a través de su trailer. Tras un par de betas, una cerrada y otra abierta de la que ya os trajimos unas primeras impresiones, el juego se pone a la venta hoy de manera oficial para Xbox One y Steam, mientras que para las versiones de Playstation 4 y Nintendo Switch tendremos que esperar hasta agosto.
Como ya comenté en el artículo anterior, la historia nos pone en la piel de William Manson, un hombre que ha muerto y aparece en el purgatorio -que casualmente tiene aspecto del salvaje Oeste-. Nuestro protagonista no recuerda nada sobre su vida ni sobre su muerte, lo único que sabe es que para encontrar respuestas debe atravesar todos los niveles del purgatorio y enfrentarse a los que le quieren muerto, valga la redundancia.
Tras esta premisa nos encontraremos un roguelike de acción de vista isométrica bastante solvente. Nos basamos en la mecánica twin sitck shooter para controlar al personaje y apuntar a nuestros enemigos como suele ser habitual en este tipo de juegos. Para poder apuntar a nuestros enemigos debemos encender una serie de lámparas para iluminar las estancias oscuras que además los deja aturdidos momentáneamente, lo que nos permitirá autoapuntar a los rivales y poder acabar con ellos, ya que en caso contrario debemos apuntar a ciegas y tendremos una probabilidad muy baja de acertarles.
El elemente diferenciador de este juego -normalmente siempre hay alguno para desmarcarse de los juegos de la competencia- es el sistema de coberturas. Nuestro vaquero podrá ocultarse detrás de cajas, lápidas y demás elementos del escenario para tener una oportunidad de sobrevivir a las oleadas de disparos que nos vengan, y la verdad es que lo vamos a agradecer, aunque no podremos permanecer detrás de los objetos mucho tiempo porque acabarán destruidos con tanto ataque enemigo y nos tocará buscarnos un nuevo escondrijo. Pulsando un botón, el personaje podrá realizar una finta rápida que le permitirá ocultarse rápidamente detrás de los objetos, así como dar una voltereta para esquivar disparos si lo pulsamos en el momento correcto, cosa que quizás nos pueda salvar el trasero una vez, pero dos no.
Ya entrando de lleno en el desarrollo jugable, cada vez que iniciemos una nueva vuelta apareceremos siempre en la cantina antes mencionada, que sirve como punto de partida para el nivel. Desde ahí podremos seleccionar dos armas diferentes y comenzar a pegar tiros en niveles que se van generando proceduralmente. Hay que decir que la variedad de armas, si bien a priori se antoja escasa y muy similares entre ellas, ofrece oportunidades para todo tipo de jugadores: desde pistolas con las que pegar tiros rápidos hasta escopetas para los que se mueven mejor en las cortas distancias, pasando por rifles que requieren que nos expongamos al peligro para apuntar mejor.
Precisamente es con algunas armas donde encontramos una de las pegas del juego, no es su manejo sino en su descripción, pues siempre que cojamos algunas armas en concreto nos van a explicar las instrucciones de uso de la misma sin importar que sea nuestra primera partida o ya hayamos jugado 20 veces, es algo que se hace muy pesado. Esto también se aplica a algunos de los diálogos y comentarios que para colmo no aportan nada y nos hacen estar pulsando el botón de saltar conversación para poder continuar, ya que cortan el ritmo de juego de una manera muy abrupta y molesta, hasta el punto que a veces evitaremos a propósito ciertas estancias como las tiendas solo para no escuchar el diálogo pertinente.
En cuanto al contenido de West of Dead, debemos decir que es importante intentar llegar como mínimo hasta el segundo capítulo -para lo cual debemos completar tres niveles y enfrentarnos a un boss-, pues ahí es donde el juego comienza a mostrar todo su potencial y todas sus opciones. Si tomamos el capítulo 1 como un reflejo de lo que nos depara el resto del juego nos vamos a llevar una impresión totalmente equivocada del mismo, ya que en el segundo acto es donde comienzan a surgir las misiones secundarias, rutas alternativas y varias características más que nos perderemos en caso de que los inicios del juego no lleguen a convencernos y decidamos abandonarlo.
Y para que esta tarea no se nos haga tan titánica podremos conseguir ciertas mejoras permanentes, equipamiento más bien, que van desde nuevas armas hasta habilidades como invulnerabilidad temporal o un aumento del número de usos de los botiquines entre muchos otros. Para conseguir esto debemos matar enemigos, los cuales podrán soltar dos tipos de materiales: hierro y pecados. El hierro se utiliza como la moneda normal del juego y sirve para comprar nuevas armas o equipo en las tiendas que encontraremos en el interior de los niveles, mientras que los pecados se utilizan en la zona de transición entre un nivel y otro, donde una bruja nos permitirá desbloquear nuevos elementos a cambio de dichos pecados -los cuales son más escasos y nos costarán más conseguirlos-.
Pasando ya al apartado audiovisual, gráficamente es un puro cómic en movimiento, en concreto pretende ser un homenaje a la obra del dibujante Mike Mignola, de la cual bebe bastante tanto en su argumento como en sus diseños. No obstante debemos señalar una serie de bugs y glitches que he sufrido más de una vez y que pueden estropear la experiencia, siendo el más destacable que el protagonista pase a través de los obstáculos cual fantasma en lugar de saltarlos por arriba cuando salimos de una cobertura, junto a otros de menor calibre como que algunas paredes de los pasillos nos tapen la visión temporalmente. En cuanto al sonido, las melodías de temática western nos ayudarán a ambientar la situación, y a eso hay que añadirle el doblaje de nuestro protagonista: la voz del actor Ron Perlman, que dota a nuestro protagonista de un tono sosegado a la vez que podría dejarte comiendo sopa durante una buena temporada, todo un acierto sin duda.
En conclusión, West of Dead nos ofrece un roguelike de acción con una jugabilidad sólida y potente que todo el mundo podrá disfrutar. Muchos de los aspectos del juego sobresalen con luz propia, mientras que otros necesitan cierta mejora o un buen arreglo para terminar de ser perfectos, pero la sensación general que ofrece es la de juego con mucho mimo y trabajo detrás que hará las delicias de los fans de Mike Mignola. No os arrepentiréis de haceros con él.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Raw Fury