X-Out: Resurfaced es repetirnos poderosamente: el pasado ha vuelto con fuerza, y sigue valiendo mucho hoy día. Otro regreso ilustre, en un género que en nuestro presente tenemos en la cabeza por representantes orientales, pero que tuvo también muchas obras en nuestro continente que merecen reivindicarse. Y esto es el ‘algo-más-que-remaster’ del SHMUP lanzado a finales de los años 0chenta, por una de las compañías más clásicas cuando pensamos en global europeo de 8-16 bits.
En su momento, fue un matamarcianos que se tenía que pelear contra decenas, ¿cientos?, de representantes de esta forma de presentar juegos de acción tan inmediata, basada en los reflejos y la memorización. Pues X-Out: Resurfaced viene a buscar su lugar en el mercado justo en otro momento temporal donde el shoot ‘em up 2D de naves está muy poderoso ¿Puede destacarse y hacerse su lugar?

«¿Que es esto?» – Pues sí…
Sin dedicar el espacio que realmente se merecería, X-Out fue y es, un matamarcianos 2D horizontal donde luchamos bajo el agua, frente a presentar el juego en el espacio exterior, o planetas exógenos. Rainbow Arts produjo muchos juegos míticos, donde destaca claramente por el paso de las eras, la saga Turrican. Tras ser adquiridas sus IPs por Ziggurat Interactive, nos encontramos con el momento más perfecto para traerlas de vuelta. Además ININ Games las dispara a todos los sistemas digitales que se dejan alcanzar.
Se mezclan los altos valores que tuvieron en su momento, con saber retocarlos, pulirlos y darles algún valor añadido. En este último punto empezamos a comentar que X-Out: Resurfaced tiene juego cooperativo a dos jugadores, no presente en el título original.
Básicamente, confrontación xenogénica, donde luchamos bajo el agua. No manejamos naves, sino sumergibles. Y eso se nota a la hora de plantear el juego. La saga Darius siempre presenta sus matamarcianos contra criaturas o mecanoides con formas acuáticas semejantes a las de nuestro planeta, luchando muchas veces al aire libre o el espacio exterior. X-Out nos cambiaba a un escenario acuático, donde muchas veces los diseños eran más ‘marcianos’ que acuáticos.

«Aquí estoy, porque he venido».
Entonces X-Out:Resurfaced propone en gran medida el juego original. Primero se lanzó en Commodore 64, y brilló en Commodore Amiga, con conversiones más o menos afortunadas a otros sistemas de la época. Nos quitamos la tirita de golpe y le echamos alcohol a la herida a toda prisa: X-Out era muy difícil, y X-Out: Resurfaced sigue siendo MUY difícil. Y con escasas opciones de accesibilidad. Pero con el genial sistema de manejo y gestión de créditos, que permite manejar tanto las ‘vidas’ que podemos tener, como la potencia armamentística de nuestro sumergible.

Hay que aprenderse esto como si fuera el Padrenuestro.
Mi primera hora con X-Out: Resurfaced dio más pena que las últimas películas de Disney. Es que era salir a la palestra y morir en segundos. Paradójicamente, al tener una barra de vida, podemos aguantar más castigo que en los clásicos matamarcianos de ‘un golpe/una vida’. Pero es muy fácil morir por impacto contra el escenario, o contra algún enemigo de cierta consideración. AÑADO, se puede modificar la velocidad de la nave con los botones L1/LB-R1/RB, sin tutorial que nos lo indique.
Se reintenta, el juego es muy divertido y permite scroll vertical si nos movemos arriba o abajo dentro de su esquema de scroll horizontal, para manejar mejor el castigo que tendremos en pantalla. Así que en algún momento nos pasaremos la primera fase, nos darán más créditos y volveremos a la pantalla que habéis visto arriba. Pero moriremos vilmente y todavía más fácilmente en esa segunda fase, y no habremos conseguido NADA, más allá de dejar nuestro nombre en el ranking de puntos, cual recreativa añeja. Las ‘vidas’ consisten en comprar más sumergibles… si tenemos créditos para ello.
Además, entramos en la pantalla de configuración y vemos como funcionan los botones del mando, y el sistema de cambio de armas también. Insisto, no hay tutorial, siquiera elegir la dificultad general del juego.
X-Out: Resurfaced no deja nada por reintentar y avanzar. Jugamos y jugamos a un juego ciertamente divertido. Pero que es sola y justamente eso, jugar y jugar, gestionar el sistema de créditos al comienzo y entre fases.
A no ser…

Paciencia…
El caso es que estamos ante un SHMUP bastante difícil, sin ninguna opción de accesibilidad ni configuración. Pero se apuntala con el juego a dos jugadores en local, que no estaba presente en su día, y sí en su secuela, Z-Out. Eso siempre ayuda y da más diversión. Y es una muestra bonita de que no estamos ante un remaster perezoso.
Precisamente, la parte visual de X-Out: Resurfaced no se limita a coger el apartado original de ordenadores de 16-bits, sino que añade efectos de luz, mejora resolución de elementos, y adapta la parte visual a las nuevas pantallas de este siglo. De hecho… es que ni filtros CRT ni configuraciones visuales que se asemejen a las de los 90 hay. Es uno de los puntos flacos, lo parco que es en cuanto a configuración, opciones y retoques de calidad de vida. Pero el remozado visual es bastante bueno, sin duda.
Pues ese esfuerzo técnico se traslada en la formidable banda sonora original del maestro Chris Huelsbeck. Porque tenemos para elegir la original de Commodore 64, la de 16-bits, y nuevos temas rediseñados, que sueñan genial. Yo he bajado los efectos de sonido solo por escuchar los temazos de Hülsbeck. Nos costará escuchar los de las fases avanzadas, pero ya sonaban y siguen sonando a la altura de tantos compositores orientales que tanto se reivindican hoy día.

Se puede conseguir, y es divertido además.
X-Out: Resurfaced podrá no tener tanta pegada en el muy concurrido panorama del neo-retro. Encima en un género donde el momento pide alguna compensación a nuestra frustración ante este tipo de juegos. Y realmente la tiene, porque no es solo lo que nos aparecerá cuando muramos decenas de veces -sino centenares… ¡O miles de veces!- , sino que el truco original de la versión de Commodore Amiga, también está ahí. «¿Cual es?». Pues está ahí, está ahí.
Tal vez el diseño original de niveles no sea lo más amigable del mundo hoy día. Pero… ¿Y quien se ha pasado clásicos como R-Type, o el gran Thunderforce IV de tirón? Pues eso, y eso es.