Ha llegado la hora. Toca despedir a Artyom. A Artyom, a Anna, a Miller… ha sido un largo viaje. Y qué mejor forma de despedir un largo viaje que con un viaje en sí mismo. Un viaje que realizaremos en compañía de los personajes que nos han acompañado hasta ahora, en busca de esa señal que representa la esperanza de la humanidad en un mundo habitable. En Metro Exodus, los rangers salen a la superficie.

Bueno, siendo honestos, la hora llegó hace más de dos años ya -como pasa el tiempo-, concretamente un 15 de febrero de un 2019 en el que no sabíamos que íbamos a sentirnos tan identificados con los habitantes del metro, encerrados en espacios seguros incapaces de salir a la calle, en este caso concreto por las consecuencias de una guerra que, presumiblemente, ha dejado prácticamente sin supervivientes el planeta entero. Pero desde hoy mismo podremos vivir esta experiencia con una inmersión nunca vista en la saga, porque llega, y de forma gratuita para los que ya tengan su copia del juego original, Metro Exodus Enhanced Edition.

¿Pero qué es Metro Exodus? Hagamos primero un repaso muy general a la saga desarrollada por 4A Games: En Metro nos convertíamos en Artyom, uno de los habitantes del metro de Moscú encerrados tras la guerra. Con muchas reminiscencias a S.T.A.L.K.E.R., incluso más allá de la propia ambientación soviética -recordemos que el estudio está fundado por varios extrabajadores de GSC Game World-, se convertía la experiencia abierta que nos podemos encontrar yendo a la Zona en una experiencia cerrada, más bien lineal, pero con ciertas posibilidades de alterar la historia.

Correr por los túneles del metro aportaba una sensación de claustrofobia, incluso de terror, predominando en el juego la oscuridad y la sensación de no saber a lo que nos enfrentamos. Y a lo que nos enfrentábamos era a todo tipo de criaturas nacidas de la radiación que nos ofrecía este eterno invierno nuclear. Todo sazonado con una buena narrativa, buenos personajes -recordemos que los juegos provienen de una serie de novelas-, y unos cuantos scripts, todo envuelto en una nube de cuestiones y planteamientos filosóficos y morales.

Metro Exodus es eso, y al mismo tiempo, ya no lo es. A lo largo de las 4 estaciones de un año, viajaremos en tren con nuestros compañeros y amigos, teniendo que hacer varias paradas que nos servirán para ofrecernos mapas abiertos, no especialmente grandes, pero que tienen los elementos típicos de un juego de mundo abierto: campamentos que destrozar, secundarias que realizar…

Quizás ese es el mayor problema de esta última entrega de la saga. Y es que el paso del juego lineal al juego abierto hace que el juego pierda parte de su fuerza narrativa que tanto nos había encandilado en los títulos anteriores. Tampoco ayuda el hecho de que las tareas secundarias, salvo ciertos casos concretos, no están especialmente trabajadas, y nos hartaremos de destruir campamentos enemigos.

Pero bueno, quitada la parte negativa del asunto, Metro Exodus sigue siendo Metro. Y lo es sobre todo cuando nos metemos en conductos oscuros o bajamos a los subterráneos. Lo es cuando hablamos con nuestros compañeros durante nuestras estancias en el tren. Lo es cuando realizamos secundarias que pueden añadir ramificaciones importantes a la trama principal. Lo es en una recta final del juego que es un homenaje genial al resto de la saga.

Como en cualquier Metro, la gestión del inventario será vital. Y es que las balas escasean cuando estamos en un entorno de posguerra y pueden ser dadas perfectamente como moneda de cambio. Con una interfaz totalmente diegética, en la que veremos perfectamente nuestro contador Geiger indicando la radiación existente en el ambiente, o el tiempo de filtro de aire que nos queda en nuestra máscara, será necesario utilizar todo lo que podamos encontrar en el mapa, ya sea para mejorar nuestro arma, como para crearnos distintos objetos que nos puedan ayudar en nuestra tarea, como botiquines o filtros, entre otros.

Metro Exodus, dos años después, sigue siendo un gran juego. Pero a nivel técnico da un paso más con esta Enhanced Edition. Porque para esta edición, 4A Games ha rediseñado todo el juego centrándose en utilizar el Ray Tracing como única fuente de iluminación. Recordemos que estamos ante un juego con un alto número de entornos oscuros, por lo que la iluminación aquí es vital. Y en Metro Exodus Enhanced Edition realmente notaremos el cambio, consiguiendo que las luces se vean totalmente naturales desplegando sombras y reflejos totalmente realistas. Es el primer juego de alto presupuesto con una iluminación global enteramente realizada mediante trazado de rayos y, sin duda, estamos ante la primera piedra de algo que debería empezarse a ver de forma asidua esta generación. Claro está, que esto tiene su coste, y para poder jugar a esta versión necesitaremos una GPU de una de las dos últimas generaciones y, obviamente, que admita este tipo de tecnología.

De la misma manera veremos una mejora en las texturas, que se han rehecho a una resolución 4K, de forma que se vean lo más realistas posibles. Quizás acercándonos a ellas notemos que no son totalmente nuevas, y persistan algunos trazos de la generación anterior, pero el conjunto con el estilo artístico y la nueva iluminación hace que nos encontremos con entornos verdaderamente increíbles hace unos años.

Obviamente, esto tiene unos costes, y en algunos momentos, y siempre si nos fijamos muy muy bien, podremos ver que algún reflejo desaparecerá al mover la cámara para que el reflejo quede en la esquina del monitor, o veremos algún cambio curioso de LOD –level of detail-. Pero son detalles mínimos, y que en la gran mayoría de nuestro tiempo de juego ni nos daremos cuenta, si es que nos damos cuenta.

Para que nuestra gráfica pueda soportar todo esto, si tenemos Nvidia, Metro Exodus Enhanced Edition nos permite utilizar DLSS 2.0. En mi caso, que me he quejado alguna vez de la borrosidad en algunos juegos utilizando DLSS -Control, te miro a ti-, aquí no he percibido pérdida alguna, se ve y se juega perfecto, rondando los 100 FPS en mi equipo con todo el Ultra, DLSS a Calidad, y una RTX 3070.

Por cierto, si queréis conocer los cambios con el mayor detalle técnico posible, los chicos de 4A Games han creado una entrada en su blog para tal cosa al que podéis acceder mediante este enlace. Lectura totalmente recomendada.

En conclusión, con Metro Exodus Enhanced Edition estamos ante la versión mejorada y definitiva de Metro Exodus, en el que un juego ya de por sí casi sobresaliente da un paso más añadiendo una iluminación de nueva generación. Si tenéis el juego -o si no lo tenéis, compradlo- y tenéis una gráfica que pueda aprovechar estas mejoras, no dudéis en probar esta edición porque realmente vale la pena. Además, recordemos que la actualización es gratuita. Así que no hay excusa para enfrascaros en la revisión del momento.

 


 Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Koch Media