Muchas veces, cuando parece que está todo inventado en el mundo del videojuego, aparece una desarrolladora y ofrece una idea nueva y fresca. ¿Un juego en el que tomaremos el papel de un bombero? ¿Con cooperativo a 4? ¿En una especie de paraíso de lo privado con parodias recurrentes hacia servicios como Uber? Esto es lo que se ha sacado de la manga Muse Games, que ya se adentraron en el mundo de los cooperativos con Guns of Icarus, juego con el que lograron un relativo éxito. Con la distribución de Curve Digital, nos llega Embr, donde tendremos que apagar fuegos y, a poder ser, sacar dinero por el camino, de formal legal… o no.

Nuestro ya también recurrente equipo de cooperativos se ha embarcado en esta ardua tarea, y estas son sus impresiones tras probar el juego que, recordemos, está ahora mismo en Early Access en Steam:

 

– Ismael Mercado

Embr es un juego en primera persona cooperativo de hasta cuatro jugadores, pero a diferencia de GTFO o Deep Rock Galactic, aquí el enemigo es otro mucho más poderoso: el fuego.

En Embr somos bomberos de una empresa privada que se dedica a salvar vidas, apagar incendios y saquear muebles -no tiene por qué ser en ese orden necesariamente-. En cada trabajo se nos presenta una casa que está siendo pasto de las llamas y cuyo interior debemos sortear con distintas herramientas. La más obvia es la pistola de agua con la que apagamos los incendios, pero para obstáculos como puertas cerradas o alturas inalcanzables tenemos que hacer uso de herramientas como el hacha o la escalera de mano.

Salvar las vidas de nuestros impasibles clientes -están demasiado enganchados al móvil como para preocuparse de acabar achicharrados- no es el único factor que nos hará completar una misión satisfactoriamente y con beneficios. También podremos complacer a los clientes de la casa cumpliendo sus peticiones o incluso salvando los muebles -literalmente-  que podremos empeñar por un buen dinero. Esto último no está bien visto en nuestra empresa y nos penalizarán, pero a nosotros nos da igual: la vida ya es bastante cara de por sí. Obviamente como la casa se va consumiendo por el fuego tenemos un tiempo límite para completar todos nuestros objetivos, tanto principales como optativos antes de que la casa se nos eche encima.

El dinero que ganamos en cada trabajo nos permitirá mejorar nuestro equipamiento que nos recompensará con determinadas ventajas pasivas además de dejarnos más guapos, mejores y más diversas herramientas para facilitar los trabajos y vehículos más grandes para almacenar mayor cantidad de enseres con los que ganar mucho más dinero.

El juego en línea funciona perfectamente sin lag ni retardo y además cuenta con un sistema en el que podemos crear un servidor privado con nombre y contraseña. Técnicamente el juego es muy sencillo con una estética de dibujos animados bastante colorida. El rendimiento es el mayor punto negativo del juego y el que más debe trabajarse durante el desarrollo. Me resulta bastante desconcertante que con una gráfica de gama media-alta existan bajadas de entre 23 y 38 fotogramas por segundo, incluso bajando los gráficos lo máximo posible.

Resumiendo, Embr es un juego cooperativo que todavía está un poco verde pero que su original propuesta interesa y garantiza un rato divertido.

 

– Jon Ortiz

Embr es todo lo que uno espera de un juego cooperativo en clave de humor donde lo que hay que hacer es apagar fuegos y salvar a gente. Aunque no es el primer título de Muse Games, sí que parece el más ambicioso hasta la fecha.

Apagar fuegos es el principal objetivo del título. Hay veces que el juego nos lo pondrá difícil, pero habrá otras en el que incluso podremos detener el fuego si actuamos con cabeza. Como herramientas principales, tenemos nuestra manguera y una escalera para acceder a zonas más complicadas. Además de estas herramientas podremos comprar más, e incluso mejorar las que ya tenemos -algo que seguro que se potenciará cuando vayan llegando más actualizaciones-, pero la manguera probó ser insuperable en las partidas que jugamos.

También disponemos de mejoras visuales, que a su vez también nos darán ciertos cambios a nuestras características. Habrá gorros que nos permitan saltar dos veces, o pantalones que eviten la mayor parte del daño por caída. Para conseguir el dinero para comprar estas mejoras, podemos hacer dos cosas, cumplir misiones o robar a nuestros empleadores. Porque Embr no son bomberos, son una aplicación a la que llamas cuando todo arde, no es un servicio público. Obviamente robar a nuestros empleadores no es lo más recomendable, pero por ahora no tiene ninguna consecuencia, así que todo lo que sea sacarse unas monedas de más me parece correcto.

El juego aún no dispone de muchos mapas, pero en los que hay hay buena variedad. Aunque lo básico es salvar a personas -muchas de ellas mirando el móvil con absolutamente todo en llamas a su alrededor-, también habrá que conseguir ciertos objetos especiales en algún mapa, o salvar los suficientes objetos como para llegar a una cifra concreta. Los mapas varían, hemos de tener cuidado con el fuego, pero también con los escapes de gas, con la electricidad cuando mojamos todo o con las caídas la vacío -a mi juicio el mayor problema-.

El rendimiento de Embr no es bueno, pero eso se daba por sentado. Por otra parte, las físicas en todo lo relacionado con el fuego y demás problemas en la casa, está muy bien conseguido, pero los personajes se sienten un poco raros. El control tiene que mejorar bastante, pero ahora mismo ya es del todo jugable y disfrutable. Visualmente no es ninguna maravilla, pero los diseños cartoon son bastante simpáticos y agradables a la vista.

Es un juego que no recomendaría ahora mismo, pero estoy seguro que con tiempo llegará a ser un gran título. Sin embargo, en este momento es mejor dejar que el juego se vaya armando con unas pocas actualizaciones. Estaré expectante.

 

– Rubén Rionegro

Embr me ha supuesto sensaciones un poco contrapuestas: por una parte, el juego en cooperativo es muy divertido, capaz de hacer que te eches unas risas con el resto de jugadores al ver como nadie es capaz de controlar semejante caos y tener que salir por patas porque el edificio se te viene abajo. Por el otro lado, se nota bastante que el juego está muy verde y necesita mucho margen de mejora, no solo en cuanto a físicas o a nivel gráfico, sino también a nivel de rendimiento, pues cuenta con una optimización bastante deficiente con bajadas severas de frames cuando hay demasiados elementos en pantalla tanto físicos como de partículas.

Con la excusa de ponernos en la piel de unos bomberos, nuestra tarea será rescatar a personas de los incendios que se vayan produciendo y la verdad es que en cierto modo mantiene un aspecto realista en sus mecánicas a pesar de su diseño desenfadado. Situaciones tales como vernos obligado a cortar la corriente para no electrocutarnos al mojar los aparatos eléctricos, romper ventanas para que salgan los gases o recargar el agua en grifos e hidrantes le dan ese toque de realismo tan característico.

En cuanto al contenido del juego podemos decir que no está nada mal para tratarse de un Early Access. Vamos a contar con varias misiones desbloqueables en los que poner a prueba nuestra habilidad -y nuestra tolerancia al estrés-, cada una con un objetivo principal y varias misiones secundarias que le aportan más variedad. También podremos comprar nuevo equipamiento estético y nuevas herramientas para poder superar las misiones de manera más eficiente, ganando dinero dependiendo de lo bien que lo hagamos durante nuestro trabajo. Hay que decir también que la curva de dificultad es bastante alta, pues si ya nos resultó complicado completar las misiones con cuatro jugadores a la vez, si jugamos en singleplayer deber ser prácticamente imposible a menos que nos conozcamos los escenarios de memoria.

En definitiva, Embr es un juego divertido y con potencial, pero necesita una buena mano de trabajo en muchos de sus aspectos si quiere llegar a convertirse en un juego a tener en cuenta, cosa que creo que puede suceder si lo hace bien.

 

– Euyen Esquefa

Antes que nada, estamos delante de un Early Access, con una versión muy temprana, y eso lo hemos de tener en cuenta a la hora de valorar estas primeras horas con Embr. Dicho esto, en Embr podremos apagar fuegos, rescatar a gente más pendiente de sus teléfonos que de huir del fuego -se producen curiosas situaciones como ver a un señor sentado en la taza del váter, tranquilamente haciendo sus cosas y con su móvil, con todo el baño en llamas- o salvar sus pertenencias, todo en clave de humor.

Pero la base de ese humor es una parodia del sistema capitalista que se está imponiendo donde servicios privados van sustituyendo a servicios que deberían ser antes eran públicos. Al igual que tenemos Uber, o Cabify, tenemos Embr -y sus competidores-, una agencia privada de bomberos que vendrán a rescatarte por una generosa suma. Esto hace que cada pantalla de carga, cada referencia, sea en clave capitalista en un mundo donde lo público ha desaparecido y lo privado reina.

Aun con ese toque de humor, el juego es relativamente serio en su jugabilidad. Las llamas se extienden, y a menudo nos veremos rodeados de ellas sin saber qué hacer mientras caen vigas y se destrozan suelos. En cada misión principal tenemos que rescatar a un número mínimo de personas, siendo opcional el rescatarlas todas, y muchas veces salvar cierta cantidad en dólares entre sus pertenencias. Además, cumplida la misión principal, tenemos misiones secundarias en las mismas casas donde los objetivos cambian, como rescatar un objeto especial, por ejemplo. Y ya que rescatamos sus pertenencias, quien sabe, igual algún fajo de billetes se «pierde» en el fuego… o en el maletero de nuestro coche. Una pequeñita comisión de nada. Pero ya se sabe, «Embr no se hace responsable de lo que hagan sus empleados».

Como en cualquier servicio actual que se precie, nuestro móvil servirá de dispositivo para manejar nuestro perfil, nuestras pertenencias, o ver cuantas llamas de fuego -entiéndase esto como las típicas estrellas de valoración- hemos obtenido del cliente. Nos pueden puntuar con hasta 5 llamas, teniendo posibilidad de una sexta en algunas misiones especiales. Además, nos dejarán comentarios relativos a nuestro rendimiento en la misión, siempre en clave de humor, claro. «yo quería al tío Bob :(».

Hay que decir que, al contrario que en otros juegos cooperativos, éste es totalmente disfrutable en solitario. Por lo tanto, si no tienes compañeros o amigos con los que jugar, no te preocupes, porque este juego sigue siendo muy divertido en solitario. Siempre mejor con amigos, claro, pero ¿qué no lo es?

Por último, toca hablar del rendimiento. No voy a decir que el rendimiento es pobre, pero sí es mejorable. Entiendo que probablemente cosas como la propagación de las llamas o de los gases utilicen una buena cantidad de CPU. De todas formas, no olvidemos de que esta es una primera versión y seguro que habrán muchas optimizaciones por el camino.

Como conclusión, Embr es un juego divertido, con una idea fresca, que quizás aun está un poco verde, pero que vale la pena seguir o incluso comprar si uno se siente atraído por la idea o los cooperativos.

 


Este artículo ha sido realizado mediante copias cedidas por Renaissance PR