Moonlighter es uno de esos juegos donde o te engancha su bucle, o puede que te termine cansando. Yo fui uno de los que se quedó atrapado en él, disfrutando de cada vuelta. La primera parte me encantó: organizar la tienda, planear qué vender y luego aventurarse a buscar nuevos recursos para rellenarla era un placer constante. Jugablemente es divertido y variado, y ahora llega la segunda parte, Moonlighter 2: The Endless Vault, que continúa la historia de la primera entrega y añade un buen número de novedades que, quizás, no convenzan a todos los jugadores.

De hecho, el juego pasó por una beta cerrada en la que surgieron algunas quejas relacionadas con cambios en las mecánicas principales. El equipo de Digital Sun ha trabajado para corregir ciertos elementos, incluso publicando un comunicado al respecto. No tuve acceso a esa beta, así que no puedo opinar con propiedad, pero sí me da la sensación de que Digital Sun escucha mucho a sus fans y se preocupa por mantener la experiencia fiel a lo que los jugadores esperan. Los cimientos de esta secuela son sólidos y prometen una continuación a la altura.

El Early Access que tenemos ahora se siente ya como un juego completo. El objetivo principal sigue siendo el mismo: exploraremos zonas, recolectaremos ingredientes y reliquias, y luego venderemos todo en nuestra tienda. Este bucle se repetirá a lo largo de toda la aventura, aunque con mejoras evidentes: el combate se vuelve más profundo conforme desbloqueamos armas, armaduras y habilidades, y nuestra propia destreza con los mandos influirá directamente en nuestro progreso y en cómo enfrentamos los desafíos.

La historia de Moonlighter 2: The Endless Vault cobra un poco más de importancia que en la primera parte, aunque es casi necesario haber jugado al DLC de la entrega original para seguirla. Aun así, los personajes y situaciones continúan el hilo que ya conocemos, y hay un objetivo claro: volver a nuestro lugar de origen en el pueblo de Tresna, donde las cosas no marchan demasiado bien. Lo primero que tendremos que hacer es reunir una buena cantidad de dinero para poder afrontar los problemas del pueblo y avanzar en la historia.

Para conseguirlo, habrá que arriesgarse. Llenar nuestra mochila de reliquias es relativamente sencillo, pero como en la vida real, la avaricia puede pasar factura. Si morimos y no queremos recorrer el camino de nuevo para recuperar nuestras pertenencias, perderemos gran parte de lo conseguido. Moonlighter 2: The Endless Vault también es un juego de apuestas, y parte de la emoción está en decidir cuándo es momento de seguir y cuándo retirarse. Esa sensación de riesgo y recompensa está muy bien conseguida y hace que cada expedición tenga un toque de tensión agradable.

La acción de Moonlighter 2: The Endless Vault está bien trabajada: desde las primeras partidas se nota la variedad de enemigos, movimientos y reliquias, lo que hace que cada encuentro sea diferente. Sin embargo, sí he detectado algunos problemas con la cámara. Al moverla, la fluidez no es del todo natural, algo que sorprende si tenemos en cuenta lo bien que funcionaba en la primera parte. Aun así, es algo que seguramente se resolverá con futuros parches, y con un poco de práctica, uno se acostumbra. Vale la pena destacar que hablo de la versión antes del lanzamiento completo en Early Access, así que el juego siguirá recibiendo mejoras.

Entre las novedades jugables, destaca el manejo del inventario. Guardar y organizar nuestras reliquias en la mochila se convierte en un pequeño juego dentro del juego, donde la colocación puede mejorar o incluso destruir ciertos objetos si no somos cuidadosos. La mecánica de incineración, aunque explicada de forma un poco confusa al principio, añade un matiz estratégico que sorprende cuando nos acostumbramos. Además, la inclusión del estilo roguelike en las zonas, con caminos aleatorios y decisiones sobre qué ruta tomar, aporta frescura y rejugabilidad. Todo esto amplía la profundidad del juego sin romper la esencia que tanto nos gustó en la primera entrega.

En definitiva, Moonlighter 2: The Endless Vault merece la pena aún en su estado Early Access. Los fans de la primera parte encontrarán un juego sólido y variado, con horas de exploración y gestión por delante. Es cierto que todavía presenta algunos problemas de optimización y pequeños detalles que pulir, pero nada grave y que el equipo no vaya a resolver con futuras actualizaciones. Si os gustó la primera parte y os atraen las novedades jugables, desde la gestión del inventario hasta la aleatoriedad roguelike de las zonas, este título es una apuesta segura. Sin romper lo que ya funcionaba, consigue evolucionar la experiencia y mantenernos enganchados a su bucle durante mucho tiempo.