Lo que creemos contado y hecho, siempre tiene grietas, espacios, que nos permiten profundizar y conocer la historia tras la historia. Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, hubo un conflicto entre un Imperio y unos rebeldes idealistas. Fue una época de villanos, y a través de ellos, surgieron héroes. Los episodios de Star Wars dan buena cuenta de ellos, pero hay huecos entre ellos que nos hablan de otros villanos, y de como surgen héroes ahora casi olvidados para hacerles frente. Dash Rendar fue uno de ellos, y esta es su historia, porque La Guerra de las Galaxias es mucho más que sus crónicas oficiales.
El proyecto ‘Sombras del Imperio’
A mediados de los 90, tras lustros de gloria, rentas, merchandising y ampliaciones del universo Star Wars, se creó una corriente creciente en la Fuerza. Mareas de cambio con una enorme profusión de novelas, cómics, videojuegos -aún más-, juguetes…Porque el tan deseado proyecto de que el creador de este universo, George Lucas, nos hablase de las Guerras Clon y esos hechos que pasaron antes de Una Nueva Esperanza, se empezaba a poner en marcha. El resultado se tradujo en tres películas precuela cuya calidad es una cosa que ya veremos en su momento como se trata. Sin embargo, la explosión de historias en torno tanto a ellas como al segundo boom por la franquicia que originaron, sí es algo que ha dejado un poso más agradable para el fan clásico.
Así, en ese ambiente donde aun La Amenaza Fantasma no había hecho aparición y las cosas se hacían de otro talante, el que ofrecía la trilogía original, surge la idea de crear un entramado de historias y momentos situados entre el Episodio V ‘El Imperio Contraataca‘ y el VI ‘El Retorno del Jedi‘. Como productos principales hay una novela, un cómic y el videojuego que aquí nos ocupa, y como título global para todos Sombras del Imperio/Shadows of the Empire.
Un resumen somero de ese argumento compartido: un nuevo antagonista surge amenazador, el Príncipe Xizor, una figura prominente del Imperio, cabeza de la organización Sol Negro, que ambiciona el lugar que ostenta Darth Vader al lado del Emperador Palpatine. Los intesticios entre episodios le permiten jugar sus cartas para conseguir su meta. Espero que la patrulla anti-spoiler no me lance a sus Inquisidores si digo que el hecho de que no aparezca en el ep. VI indica como acaban las cosas…Pues cómic, juego y novela tienen pequeños choques entre sí, pero funcionan y ofrecen una imagen global de ese evento, que es más que un simple malo haciendo cosas de malo. Por ejemplo, Luke Skywalker sigue explorando los caminos de la fuerza y vuelve a Tatooine, donde Jabba el Hutt mueve los hilos. Boba Fett tiene en la bodega de su Slave-I la preciada carga de Han Solo congelado en carbonita, pero tantos sus compañeros, como los amigos del contrabandista coreliano, no harán la entrega a Jabba sencilla. Una experiencia compartida interesante, completada por un álbum de música compuesto por Joel McNeely e interpretado por la Royal Scottish National Orchestra, y que sería usado como banda sonora para el videojuego.
Han Solo ¡Ha! Si estoy cerca, no necesitas a ese tipo.
El videojuego ve la luz a finales de 1996 en Nintendo 64, siendo justamente uno de los reclamos de la máquina como presentación al mundo. Y es que el tiempo y los avances tecnológicos harán pensar al lector cualquier cosa del juego, pero en su momento, la primera parte en Hoth en revistas y vídeos era un dulce que queríamos probar todos. Y el juego venía de la mano de un nuevo protagonista, nuestro añorado Dash Rendar. Los creadores del juego no se cortan: inspiración clara en Han Solo. Así, tenemos a otro contrabandista del planeta Corelia, con nave propia de esas que desde fuera parecen chatarra, pero que su capitán ha ido modificando y sabe usar con precisión milimétrica, la también recordada Outrider. Un caracter socarrón, un buen corazón y un compañero peculiar y sensato -el androide LE-BO2D9, o Leebo– completan el cuadro de nuestro héroe a la fuerza. ¡Ey! Con Han convertido en un polo de carbón, alguien tenía que tomar su puesto ¿No? Eso empujó a sus creadores a darle vida a Dash.
Empezamos justo antes de la batalla de Hoth del Imperio Contraataca, el pobre Dash viene a traer suministros y le toca ponerse a los mandos de un snowspeeder en uno de los momentos clave para comprender los videojuegos de Star Wars: no solo machacamos AT-ST en un entorno sólido y creíble, es que anudamos una correa para atar las patas a un gigantesco AT-AT Walker. Sí, ya habíamos hecho esto antes, por ejemplo, en el Super Empire Strikes Back de Super Nintendo ¿Pero con ese realismo y solidez? La primera vez en un videojuego. Lo que digo, todo un hito.
Después, toca luchar en la base rebelde en evacuación con mecánica de juego de disparos en tercera persona, mimbres similares a los First Person Shooters de la época, pero con nuestro mercenario siempre presente en pantalla. Salimos por patas de allí, nos cargamos a unos cuantos wampas, y pillamos la Outrider para luchar en un campo de Asteroides y poner tierra de por medio. Esta es otra de las grandes claves del juego, su sistema de juego multigénero, creando una experiencia más completa para jugadores y fans, a la usanza precisamente de la trilogía Super Star Wars de Super Nintendo, donde algunos responsables estaban integrados en este proyecto, y así tenemos un héroe que se bate el cobre en todos los frentes.
Los ya míticos textos ascendentes de la saga nos indican que cambiamos de sección y ya saltamos al intesticio entre episodios V y VI, justamente buscando a Han Solo, primero luchando contra un ex-socio de Boba Fett, y luego, contra el mismo Maestro de Cazarrecompensas y también su Slave-I, averiándola, pero sin poder evitar que escape con nuestro ¿Amigo?. Entre medias, conseguiremos un jetpack que dará más verticalidad -y dificultad- a las secciones de acción en tercera persona, y deja muy majete el combate contra Boba.
El tercer acto es mucho más breve pero tremendamente vibrante: ¡Xizor ordena a Jabba matar a Luke! Estamos, pues, en Tatooine, y Luke está nada menos que en el refugio de Obi-Wan Kenobi, profundizando en su dominio de la fuerza. Pues a lomos de una swoop bike, a toda pastilla y recorriendo Mos Esley y el Cañón del Mendigo, tenemos que estampar a los sicarios de Jabba. Otro festín de espectáculo 3D y puro sabor Star Wars.
Y el último capítulo es un «A POR TODAS»: Recuperar una valiosa información sobre tecnología del Imperio, algo que están montando para el ep. VI parece….., rescatar a Leia del palacio de Xizor en Coruscant, y la necesaria batalla final en el espacio, con Dash y su Outrider dándolo todo, en un final heroico y que marca aún más la personalidad del coreliano. Espectáculo y épica, eso tenemos.
El argumento se presenta de forma parca en su versión de N64, mientras que en la versión de PC lanzada el año siguiente, ya hay unas cutscenes con doblaje para dotar a una historia sin duda interesante, de mayor profundidad. Aprovecho para disculparme con el lector, porque tanto resaltar las bondades domésticas de la máquina 64 de Nintendo y las capturas que acompañan a este artículo son de la versión de PC relanzada para GOG en 2016, muy pulida y buscando la vistosidad visual de esta entrada. Paradójicamente, las imágenes casi estáticas para presentar la historia en Nintendo 64 creo que han envejecido mejor que las cutscenes con el motor del juego de PC, que a día de hoy dan una grima que te cagas.
Y cierro aquí con la música, que en N64 es un prodigio tanto por su genuino sabor Star Wars, como el meterla en un cartucho en forma de MIDIS, con cortes de la nueva composición de Joel McNeely y fragmentos clásicos del maestro John Williams. De nuevo, este apartado mejorará en PC, con la inclusión de más voces y cortes más largos, pero nadie quita los excelentes FX de los blasters, las batallas o los vehículos en cartucho.
«Creía que estaba fuera, y me vuelven a meter dentro»
El canon Star Wars siempre ha sido la Casa de la Charito, demasiadas historias, demasiados productos mayores y menores. Pero se conseguía una línea regular y perfectamente seguible ¿Y que pasa con Shadows of the Empire? O más importante para un servidor ¿Que pasa con Dash Rendar? Bueno, pues ya el tener una novela daba más empaque que un simple tebeo o jueguito, pero en 1997 Lucas lanza Una Nueva Esperanza en cines en una versión restaurada y con escenas extras –sí, esa mierda de Han pisándole la cola a Jabba el Hutt, sí…..-, donde aparece nada menos que la Outrider escapando de Tatooine junto a otras naves ante la presencia del imperio ¡Estamos dentro, si señor!
Sin embargo……..
Pues a George Lucas le compró la todopoderosa Disney la IP completa por unos 4.000 millones de dólares. Y eso cambió todo el canon oficial hasta el momento. Dash, y muchas otras cosas quedaban fuera……hasta que llegó su amigo -ahora sí- Han Solo. Y es que la película del otro contrabandista de Corelia vino acompañada de ¡Oh, sorpresa! Material adicional para complementarla, incluido el libro Solo: A Star Wars Story: Tales From Vandor, donde se menciona a nuestro muchacho, pero no hace acto de aparición su cara sin afeitado de varios días.
Pero para un anciano nostálgico de los buenos tiempos, los de verdad, de la franquicia Star Wars es…..bueno…….una nueva esperanza. Y mientras vemos si se materializa, disfrutemos del pasado, en nuestros recuerdos, o incluso volviendo a jugar a este clásico en la restauración de 2016. El mismo Dash nos lo dice y nosotros le creemos