La piratería está de moda. No, no me refiero a bajarse cosas de internet, me refiero a la piratería real, la de los piratas con parche en el ojo, surcando los siete mares y desenterrando tesoros tras conseguir un mapa. Llevamos una racha de juegos que se basan en ese concepto, como Assassin’s Creed Black Flag, Sea of Thieves o el futuro Skulls and Bones que está siendo desarrollado por Ubisoft. Hoy os traemos el análisis de Maelstrom, desarrollado por Gunpodwer Games y editado por Forthright Entertainment.
Maelstrom es un juego free-to-play basado en el mundo de los piratas, en él nos encontraremos con un juego multijugador competitivo en el que tendremos que enfrentarnos a los barcos de los demás rivales y acabar con ellos para terminar en primera posición, al tiempo que vamos consiguiendo tesoros para amasar una fortuna. Todo ello en entornos complejos y llenos de peligro que no nos van a poner las cosas fáciles.
Nada más empezar a jugar nos llevarán directos al tutorial, allí aprenderemos todo sobre el manejo de nuestro barco. Lo cierto es que no tiene mucha complejidad en ese aspecto, nos movemos directamente con las teclas de dirección, donde arriba y abajo controlan la velocidad de movimiento mientras que izquierda y derecha controla el giro. Para atacar disponemos de tres filas de cañones, dos en los costados y la otra en la proa o en la popa según el modelo del barco, para usar cada una basta con recolocar la cámara según la dirección en la que queramos disparar y pulsar el botón izquierdo del ratón. Y ya está, sabiendo eso ya podemos empezar a jugar.
He dicho que estamos ante un juego basado en el mundo de los piratas, pero no un mundo de piratas cualquiera, sino un mundo de fantasía donde pueblan humanos, orcos, enanos o no muertos. Cada raza tiene su propia flota de barcos que podremos seleccionar, al igual que capitanes y grumetes que solo podrán ser utilizados en sus barcos específicos. De igual fantasía es el mundo del juego, lleno de criaturas terribles que hundirán nuestro barco si nos adentramos en aguas extrañas o torbellinos enormes que nos tragarán si nos descuidamos.
Como cualquier F2P que se precie, no faltarán banners y productos por todos lados incitándote a gastarte el dinero, tantos que a veces no sabes si estás jugando a un juego o se te ha colado un malware que se dedica a abrirte ventanas en el navegador. A pesar de ello, no estamos ante un pay-to-win, o al menos no me ha llegado a dar esa sensación, ya que las mejoras del barco y los recursos los podemos conseguir jugando sin gastar dinero real, pero como es habitual, quien afloja la pasta consigue todas esas mejoras mucho antes que quien no pasa por caja.
Entrando ya en el tema de los combates, Maelstrom nos pone a combatir junto a otros tantos jugadores en un mapeado de tamaño mediano lleno de rocas y obstáculos, tanto en solitario como por equipos si así lo deseamos. El objetivo es encontrar a los demás rivales y hundir sus barcos hasta ser el único que quede en pie. Al mismo tiempo, como si de un battle royale se tratase -en parte lo es, aunque a pequeña escala-, las «aguas oscuras» irán avanzando y estrechando el cerco, hasta que solo quede una pequeña porción de agua donde los jugadores tengan que enfrentarse, eliminando así el factor escondite y el ataque sorpresa. Para terminar de redondear la cosa, también encontraremos por el escenario barcos enemigos controlados por la IA, pero éstos son de un tamaño y vitalidad reducidas y sirven principalmente para ofrecernos una manera rápida de reponer escudos y munición al acabar con ellos.
Llegados a este punto, uno se espera unos combates tirando más hacia la estrategia, luchas en la que predominen las tácticas y haya que tener en cuenta factores como la dirección del viento o el número de tripulantes para decidir la victoria, pero nada más lejos de la realidad. A la hora de la verdad, las batallas se resumen en encontrarte con un rival y liarse a cañonazos sin descanso hasta que uno de los dos caiga primero. Sí, es verdad que cada barco y cada capitán tienen habilidades especiales que los otros no tienen, como incrementar la velocidad temporalmente o invulnerabilidad temporal tras recibir daños, pero realmente estos factores no tienen apenas peso en la lucha, siendo más importante la habilidad con el mando que otra cosa. Esperaba algo más profundo en cuanto a mecánicas, pero realmente lo que me he encontrado ha sido un gameplay muy simple y básico, aunque ojo, eso no quiere decir que no sea divertido de todas maneras.
En cuanto al apartado técnico, visualmente da el pego pero no sorprende, el apartado gráfico es bueno pero tiene detalles un poco cuestionables, como por ejemplo entrar en un banco de niebla y que el barco rival se haga totalmente invisible al instante sin ningún tipo de progresión visual aunque te encuentres a un metro de él. En cuanto al sonido, es uno de esos aspectos en los que personalmente no he llegado a prestar atención, no es algo decisivo en el juego y no hay gran variedad de efectos de sonido más allá de cañonazos y el sonido del agua.
Maelstrom es un F2P entretenido y relativamente justo con el jugador, pero es cierto que tampoco supone una gran innovación o un juego elaborado en cuanto a jugabilidad. Por otra parte, no cuenta con una base de jugadores muy extendida que puede hacer que tardemos en encontrar partida, pero eso no es algo que dependa del juego en sí. Esperemos que sigan ampliando el juego con más contenidos y más modos de juego, porque la verdad es que le vendría genial. De todas formas, no dudeis en echarle un vistazo, al fin y al cabo es gratis.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Big Games Machine