GTFO es un first person shooter cooperativo hardcore de terror y supervivencia. Creado por el estudio sueco 10 Chambers Collective, vio la luz en Steam el 9 de diciembre del año pasado en formato Early Access, y recibió una gran acogida. El juego basado en el concepto «Rundown», borra eventualmente su contenido y lo cambia por contenido totalmente nuevo, y acaba de recibir un borrado y la posterior y gigantesca actualización llamada Infection, cargada de contenido nuevo.

En 33bits hemos querido probar Infection, y hemos mandado a cuatro de nuestros mejores y más valientes redactores a una misión suicida de gran dificultad de la que esperamos que vuelvan con vida -al menos alguno de ellos- y nos traigan cada uno su opinión sobre la experiencia con GTFO.

– Sargento Ismael Mercado Sánchez:

Cuando me ofrecieron probar este juego mi primera reacción fue escepticismo. La última vez que me puse a los mandos de un juego de estilo cooperativo fue Left 4 Dead 2, el único que me gustó y enganchó. Dudaba mucho encontrarme con un juego similar en el que el trabajo en equipo funcionara tan bien y diera momentos épicos y tensos.

Los primeros minutos en solitario te dejan un horrible sabor de boca, cosa que explica muy bien por qué se aconseja jugar en cooperativo: GTFO requiere total y absoluta cooperación de compañeros humanos. Al prepararnos para una partida podemos configurar nuestro equipamiento, básicamente dos armas y una herramienta. El sistema de host es rápido, fluido y no se depende de servidores dedicados.

Una vez empezamos el nivel vemos que los objetivos no son sencillos: en la primera misión por ejemplo teníamos que encontrar dos cargamentos cuyo paradero desconocíamos. Poco después averiguamos que para localizarlos debíamos usar unas terminales que requerían introducir comandos -como en los equipos MS-DOS de los años 80-. Una vez conocida la ubicación de la mercancía el resto parece fácil, ¿no? Error: accesos a determinadas puertas necesarias para progresar nos piden una llave, cuyo nombre y localización es aleatoria en cada partida. De esta forma nos requiere usar la terminal para localizarla, lo cual obliga a desviarnos del camino principal y asumir riesgos enfrentándonos a los temibles monstruos que infestan los oscuros niveles.

GTFO es difícil y desafiante: la munición es escasa, la salud no se regenera, los recursos que encontramos en los escenarios como botiquines o paquetes de munición se hacen muy preciados y la salud y munición que suministran por cada uso nunca basta, requiriendo de un racionamiento concienzudo. El juego no se trata de solo disparar, también nos da elementos para crear un plan de contención frente a hordas cuando toca abrir determinadas puertas que hacen saltar la alarma: podemos reforzar puertas con una pistola de espuma -similar al cañón GLOO de Prey-, montar torretas automáticas o de escopeta en flancos desprotegidos o usar la pistola de minas para colocarlas en el escenario.

Conociendo todas las herramientas de contención, mis tres colegas y yo logramos sobrevivir a duras penas. ¿Por qué a duras penas? Pues porque aguantar a las hordas no es del todo fácil por un factor: el constante movimiento. En GTFO no basta con colocar defensas y aguantar hasta que la puerta se abra, el sistema de seguridad obliga a los jugadores a colocarse en puntos aleatorios de la sala para apagar el sistema de alarma y desbloquear la puerta. Esto le da un plus de tensión e improvisación pues las torretas que podías haber puesto antes te pueden herir ahora por fuego amigo porque el punto en el que te tienes que colocar se sitúa entre tu torreta y un enemigo.

Respecto al apartado técnico, es bastante notable. Los escenarios son MUY oscuros y dan bastante miedo. La neblina que inunda el suelo de algunas áreas recuerda a Alien: El 8º pasajero -y la supervivencia frente a las hordas recuerda a Aliens: El Regreso-. La carencia de definición de algunas texturas y cuatro mejoras en la optimización son lo que por ahora empañan un poco la parte técnica.

En resumidas cuentas: GTFO me ha resultado una grata sorpresa. Un FPS que aún siendo desafiante saca a relucir el espíritu cooperativo de los jugadores y anima al trabajo al equipo sin necesidad de tutoriales. Un equilibrio perfecto en recursos para no ir falto pero tampoco sobrado, estrategia y planificación con resultados satisfactorios, momentos de tensión memorables y una atmósfera terrorífica y agobiante. Tiene todos los ingredientes para convertirse en el juego cooperativo de terror del año.

– Capitán Jon Ortiz:

GTFO es cooperación. Un juego de disparos en primer lugar con elementos de terror, supervivencia y gestión de recursos. El nombre nos indica lo que tenemos que hacer, salir de allí cuanto antes. El juego nos pone en la piel de un prisionero, al que bajan a un lugar infernal para que recupere ciertos elementos. Las misiones tienen mapas establecidos, pero en cada partida lo que tenemos que recuperar cambia. El título no es para mentes débiles. Tiene elementos muy duros, tales como fuego amigo, falta generalizada de munición y elementos curativos, y gran cantidad de enemigos. Por lo tanto, nuestros compañeros serán fundamentales para el buen devenir de la misión. No hay clases, pero sí que debemos elegir las armas y herramientas antes de comenzar, y hacer buen uso de ellas será fundamental.

Los enemigos son una especie de infectados, que seguirán moviéndose aunque les destruyamos la cabeza. Son realmente duros, y a veces el sigilo puede ayudarnos a guardar las preciadas balas. Hay diferentes tipos, aunque todos comparten su aspecto macabro y extraño. La detección de impactos sigue estando un poco verde, pero es normal teniendo en cuenta lo aleatorio de los movimientos de estas criaturas. Poco a poco lo irán afinando. Sin duda los enemigos son uno de los puntos fuertes del título. Los mapas son oscuros y están llenos de niebla, no se podía esperar otra cosa. Tendremos herramientas como disipadores de niebla o linternas para observar los alrededores. Los mapas no son bonitos, eso está claro, pero ese es el objetivo. Están llenos de puertas que podemos reforzar, destruir o bloquear para que nuestros enemigos tarden más en llegar. También debemos buscar información en terminales por todo el mapa.

El mapa se divide por zonas, y debemos tener bien claro dónde termina una y empieza otra. También tenemos que buscar tarjetas para acceder a ciertas zonas. La navegación por el mapa es otro añadido a la parte hardcore del título. El rendimiento del título es poco estable, pero esto también es parte de ser Early Access. Salió a finales del año pasado, y está claro que la parte visual es la que más trabajo requiere ahora mismo. En resumen, es un título que puedo recomendar ya a estas alturas, a pesar de que tiene ciertos fallos, es una experiencia cooperativa como pocas. Si os gusta jugar a L4D2 en su máxima dificultad, GTFO no os decepcionará, os lo aseguro.

– Teniente Juanma F. Padilla:

Tengo que reconocer que cuando me ofrecieron GTFO no me sonaba el juego, ni tampoco sabía nada de 10 Chambers Collective, su desarrolladora. Así que de primeras no puedo decir que me llamase la atención. Mi predisposición hacia el juego no mejoró precisamente cuando comencé a indagar y comprobé que se trataba de un juego eminentemente cooperativo online para cuatro jugadores, porque no suelen atraerme las propuestas jugables cuyo factor diversión te haga depender de otras personas. Ni, tampoco, soy amigo de meterme en salas a jugar con desconocidos.

Empecé a dudar cuando vi alguna imagen y vídeo del juego para ver qué ambientación tenía y me decidí totalmente cuando supe que iba a compartir aventuras y desventuras -sobre todo desventuras- con Jon, Euyen e Ismael.

La primera impresión que me evoca el menú y los prolegómenos al juego es opresión, y esta sensación se mantiene y acrecienta durante las primeras y mortales partidas. Y es que, sin saber exactamente qué vas a encontrarte, intentas ir con cierta precaución pero no puedes evitar dar ciertos palos de ciego. El juego te suelta, con una instrucción específica que varía de una partida a otra. Los mapas son los mismos pero la situación y naturaleza de las misiones puede variar. Normalmente debes buscar algo -información, una caja…- y llevarlos al punto de extracción. Se te da el código de aquello que debes encontrar y nada más. Así que ni cortos ni perezosos mediante el uso de terminales repartidos a lo largo del mapeado, debes ir consultando la situación de dichos «paquetes» o el de llaves que iremos necesitando para abrir ciertas puertas específicas.

Los enemigos tampoco salen siempre en el mismo lugar, obligándote a ir con cautela aunque hayas jugado varias veces el mismo mapeado, porque no sabes lo que te vas a encontrar. Tan solo hay una pauta constante al respecto, y son las oleadas. Si tienes que abrir una puerta importante, con llave especial y con alarma, puedes estar seguro de que de repente van a comenzar a aparecer enemigos de todo tipo por oleadas desde todas partes. Puedes cerrar las puertas tras de ti pero al poco te darás cuenta de que sirve de poco pues las acaban echando abajo… Al final debes coordinarte y crear una estrategia reconociendo el terreno.

Y esa, en definitiva, es la clave de este juego, nada fácil -tampoco vamos a obviar la torpeza propia-, pero muy divertido. Aún queda tiempo por delante para terminar de pulirlo y mejorarlo antes de su salida oficial pero por lo pronto ya apunta maneras. Disfrutadlo… o sufridlo, según se mire.

– Coronel Euyen Esquefa:

¿Qué verían nuestros ojos si Left 4 Dead y Alien: el octavo pasajero tuviesen un hijo? No lo sé, la verdad, pero, sin duda, se parecería a mucho este GTFO.

¿Un juego cooperativo de terror? I’m in. Y en este caso, cooperativo de verdad. Nuestros personajes son prisioneros enviados a un complejo subterráneo a realizar todo tipo de misiones, que casi siempre comportarán la búsqueda de uno o más objetos o terminales concretos y la interacción con ellos de un modo u otro. Entre nosotros y nuestra meta una ristra de seres que no nos pondrán las cosas fáciles. Más bien lo contrario.

No abundarán los packs de armas ni los botiquines, por lo que, si ya el objetivo no era fácil, en estas condiciones lo es incluso menos. Por lo que el sigilo será fundamental para poder eliminar a los enemigos de uno en uno sin ser visto con un arma a melé. Por cierto, el hitbox de los enemigos frente a estas armas no parece estar calibrado del todo. Aún así, de momento, un detalle menor.

Pero claro, como podréis adivinar, esto tampoco es fácil. El juego es oscuro, muy oscuro, por lo que las linternas serán esenciales para avanzar. Teniendo el pequeñísimo problema, claro, de que estas despiertan y atraen a las criaturas, que no dudarán en llamar a sus aliados. Por lo que gran parte de la partida la pasaremos a oscuras, sin ver a los enemigos, intentando reservar la mayor cantidad de munición posible. ¿Recordáis lo que dije de Alien? Pues eso.

Más aún recuerda a Alien el detector de criaturas, un radar que nos permitirá determinar la posición de nuestros enemigos. Y es que el equipamiento que lleven nuestros prisioneros soldados será fundamental en cada mapa. Cada jugador podrá elegir las armas y utensilios a llevar durante la partida, siendo estos no demasiados, pero sí variados. A nivel de armas tenemos las típicas, SMG, escopeta, pistola, revólver, rifle de francotirador y poco más. Pero el surtido de herramientas es más interesante, ya que dispondremos de dos tipos de torreta, el mencionado detector de enemigos, lanzadores de minas, o un lanzador de espuma que servirá para ralentizar a las criaturas o reforzar las puertas. Porque sí, si te persiguen, las puertas cerradas no les detendrán.

Hemos hablado del equipamiento de los jugadores. GTFO no ofrece progresión alguna en ese sentido. Lo que se ve es lo que hay, estando todo desbloqueado desde el minuto 1. ¿Eso significa que vas a penalizar al juego por falta de progresión? Para nada. Si bien a nivel de equipamiento no se nota avance alguno conforme van pasando las partidas, sí se nota un avance de nuestra habilidad como jugadores y nuestra cohesión como grupo como si de un roguelike se tratase.

Permitidme enfatizarlo de nuevo: el juego es difícil. De hecho, el primer día que jugamos juntos los cuatro que escribimos aquí no fuimos capaces de completar el primer nivel. Pero cada vez avanzábamos un poquito más, y ese avance era siempre satisfactorio. Y cuando lo volvimos a probar otro día, lo conseguimos al primer intento. No diré que sobrados, porque nos fue de un puño y con mucho estrés -y muy pocas balas- al final, pero lo conseguimos.

Otra cosa que remarcar: a día de hoy no existe matchmaking alguno. Para jugar con gente a la que no conocemos en primera instancia, 10 Chambers Collective ofrece su canal de Discord con muchísimas salas de voz y varios canales de búsqueda de grupo para las distintas regiones del mundo. De momento, y mientras no tengamos ese matchmaking, es lo que podemos utilizar si en un momento dado no podemos jugar con amigos.

En conclusión, GTFO tiene una pinta sobresaliente. Terror cooperativo, con toques de fantasía y ciencia ficción, con un ritmo pausado y sigiloso hasta que llega la explosión de enemigos donde la cooperación del grupo será imprescindible para avanzar. Incluso en su estado actual de Early Access -en el que no hemos visto ningún bug reseñable, como si me dicen que está acabado ya-, totalmente recomendado.

 


Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por Best Vision PR