En mi afán de buscar nuevos juegos a los que poder echarle el guante, encontré casi de casualidad la demo de uno que rápidamente me llamó la atención tanto por su apartado visual como por su jugabilidad. Así es como decidí darle una oportunidad a Incredible Mandy, una aventura onírica cargada de belleza y fantasía de parte de la desarrolladora china Dotoyou Games.

La historia nos la presentan con una preciosa cinemática de dibujos animados, en la que vemos a dos hermanos disfrutando del aire libre cuando pronto una lluvia de meteoritos empieza a caer sobre la zona. Lo cierto es que no nos cuentan nada más al respecto y el resto nos lo tenemos que imaginar, acto seguido comienza la demo y tomamos el control de nuestro protagonista.

Lo primero que llama la atención es el apartado artístico: aparecemos en un conjunto de islas flotantes plagadas de detalles y colorido, todo en un maravilloso estilo cel shading que le sienta como un guante. La verdad es que es toda una gozada recorrer los escenarios aunque sea por el simple hecho de admirarlos. También es muy destacable la fluidez del juego, a 60 fps -con bajones muy puntuales en las zonas de mayor carga- con todas las características al máximo.

Pero no solo nos referimos al rendimiento del juego, la fluidez del control de nuestro protagonista es muy buena. El manejo no se siente nada ortopédico y las animaciones son muy dinámicas: podemos agacharnos, rodar, esprintar, escalar…todo de forma muy fluida y no desesperante. En el tema de la cámara sería conveniente un arreglo, ya que con ratón se mueve demasiado lenta y con joystick va demasiado rápida, no hay punto intermedio ni forma de ajustarla, al menos en lo que respecta a la demo.

Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero también es absurdo negar la verdad: este juego se inspira fuertemente en Rime, la obra de los españoles Tequila Works que tiene un diseño y jugabilidad muy parecidas. Aunque las coincidencias se quedan meramente en eso, ya que pronto Incredible Mandy empieza a tirar por otros derroteros y se centra más en la vertiente de los puzles y el combate.

Tras el primer tramo que nos sirve a modo de tutorial para familiarizarnos con los controles y las mecánicas, pronto comenzamos a ver los primeros puzles en los que tenemos que activar y girar ventiladores gigantes para llegar a plataformas a las que no podemos llegar con saltos normales, así como recolocarlas para crear diferentes caminos. Quizás de inicio no sorprende demasiado, pero más adelante la dificultad empieza a escalar poco a poco y a crear nuevas variables.

No tardamos mucho en llegar a la primera batalla: nos enfrentamos contra una especie de sombra flotante con forma humana que nos ataca con sus largos brazos al que tenemos que combatir con nuestra espada de luz y nuestro arco. En el tema del combate se nota que le queda bastante por pulir, es tosco y un poco lento, por decir un tipo de combate parecido se podría comparar con el de Ocarina of time pero sin poder fijar objetivo. En muchas ocasiones nos comeremos varios golpes por culpa del timing de la animación de atacar. En la misma demo ya podemos ver que nos espera una gran variedad de enemigos, ya que encontrarnos hasta a tres tipos y todos con sus propio estilo y rutinas de ataque diferentes.

Esta misma espada de luz que es posible invocar en cualquier momento no solo sirve para luchar, también podemos -y debemos- utilizarla para resolver los puzles, es mas, la propia espada es un puzle en sí misma. Nuestro protagonista es capaz de crear varias copias de la espada que podemos clavar en el suelo y paredes y explotan cuando las golpeamos, de forma que podemos crear una cadena de explosiones que nos sirve para activar interruptores lejanos y temporizadores, pero debemos tener cuidado ya que crear copias consume la barra de magia. Toda una muestra de originalidad y una vuelta de tuerca a la mecánica del mismo tipo de puzles.

Con unas agradables melodías a piano como música ambiental de fondo, seguimos avanzando y nos encontramos a un nuevo compañero: un robot gigante que nos acompañará durante el trayecto y podemos utilizar para seguir avanzando. Nuestro objetivo es llevar al robot hasta el final del nivel, conduciéndolo a través de una serie de peanas que tenemos que activar para que el robot sea atraído hacia ellas. Dicho robot tiene unos brazos extensibles que podemos utilizar a nuestro favor, como arrastrar cajas y plataformas por las que desplazarnos.

A pesar del limitado tamaño de las zonas y las plataformas, eso no impide que haya exploración. Si buscamos bien, podremos encontrar cofres repartidos por el escenario con jugosos extras. La mayoría de ellos contienen comics y un pequeño texto que nos amplían información sobre la trama y el trasfondo del juego, aunque también podemos encontrar aumentos de la barra de salud y de magia. Estos cofres están bien ocultos y solo los encontraremos recolocando la cámara hacia puntos concretos y escalando a lugares donde aparentemente no parece haber nada.

Tras una serie de puzles que cada vez se complican más y sin destripar más detalles de la trama, llegamos al final del nivel y activamos un teletransportador que nos lleva a una nueva zona donde nos toca enfrentarnos contra el boss final: una especie de planta gigante con largos tentáculos de espina. Contra este jefe no vale atacar directamente, tiene su propia rutina de ataque y debilidad que debemos descubrir para poder hacerle daño, aunque lo cierto es que no es fácil de intuir, de hecho yo la descubrí por puro azar. Tras vencer al boss y 1 hora de juego después, la demo llega a su fin.

En un único nivel que además coincide con ser el primero del juego, Incredible Mandy demuestra una gran variedad y complejidad de elementos jugables que le dan varias vueltas a muchos juegos completos del mismo estilo. Se muestra el cariño y la dedicación en cada apartado y las ganas de situarse en el podio de los indies. Si el resto del juego está a la misma altura que la demo -nada nos hace sospechar lo contrario-, estamos ante un juegazo digno de recomendar y ser jugado por todos.

Incredible Mandy Se encuentra a la venta en Steam desde el día 27 de noviembre, aunque pronto hará también aparición en Nintendo Switch y Playstation 4.