¿Qué pasa si juntamos estrés, capitalismo y minería todo reunido en un solo juego? Pues que nos sale Anoxia Station. Todo en este título está fabricado y desarrollado para hacer que nos sintamos ansiosos, y os puedo confirmar que lo consigue. El desarrollador, Yakov Butuzoff, ya había trabajado en títulos anteriores, pero este es su primer intento en el campo de la gestión y estrategia.

Porque Anoxia Station es un juego de gestión por turnos -aunque esto que comento ya puede llevar a engaño- y supervivencia en cuadrícula donde lo importante es producir, y hacerlo a tiempo. El juego se divide en días, que harán la función de turnos. Por otro lado tendremos un límite de tiempo para cada día, y aunque podemos desactivarlo, el juego nos dice que es recomendable no hacerlo, pues daña la sensación de urgencia que tiene el título.

Si entramos en la historia, hay que decir que no es el punto fuerte de Anoxia Station. Pero este título no va de historias, si no de sensaciones. Estamos bajo tierra, con una presión enorme en el pecho y con peligros que acechan en el próximo lugar que taladremos. El juego nos pone objetivos, y nos llena la pantalla con mensajes poco esperanzadores. En general la cosa está clara, conseguir petróleo y enviarlo a la superficie

Antes de comenzar, elegiremos la dificultad, que va desde normal a muy difícil, y podremos elegir un personaje que nos dará habilidades menores. Una vez nombramos y colocamos nuestra base, empieza el juego. Lo primero que observaremos es la falta de espacio, y es hora de poner nuestra taladradora a trabajar. Para hacer espacio y buscar los depósitos de agua y petróleo, ya que son completamente necesarios. Un par de días después, ya contando con cierto hueco, llegará la hora de los edificios. 

hay un gran número de edificios, para cubrir la demanda de recursos. Oxígeno, energía, agua, combustible y algunos más son los recursos que necesitaremos, y cada uno tiene su edificio correspondiente. Dada la profunda ambientación de Anoxia Station, se me hacía complicado diferenciar los edificios, y muchas veces he tenido que clickar en ellos para saber qué hacían. También me han chocado algunas de las cosas de la interfaz, como la colocación de algunos números o recursos, pero todo esto puede ir desapareciendo a medida que juegas.

Algunos de los edificios, al construirlos, nos dan acceso a profesionales como un minero, un químico, un mecánico o un físico entre otros. Cada uno de ellos posee habilidades que se pueden activar de forma directa o enlazándolo a un edificio en concreto. Algo que no me ha gustado ha sido que cada día que pasa, tenemos que volver a colocar al experto en su lugar. Se tarda tiempo y parece innecesario.

Algunos edificios son necesarios para enfrentarnos a enemigos, que irán apareciendo cuando vayamos explorando. Esos enemigos serán gigantescos y muy peligrosos. Se irán moviendo cuadrícula a cuadrícula, intentando tumbar nuestros edificios. Si no tenemos cuidado, pueden destruir varios de nuestros edificios más fundamentales y retrasar varios turnos nuestro éxito. También tendremos la posibilidad de mejorar nuestros edificios y hacer que nuestro combate sea más letal.

Porque si, como ya he dicho, el tiempo es tan importante como otros elementos. Aunque no activemos el reloj de cada día, habrá un tiempo límite para llevar a cabo las tareas, o algo malo ocurrirá -como un tremendo terremoto-. En normal,  Anoxia Station ya ofrece todo un reto, y en dificultades más altas las cosas se ponen peliagudas de verdad.

Visualmente, Anoxia Station no me ha encantado. Entiendo la idea de hacer un juego que ofrezca un ambiente opresivo y una sensación de estar atrapado constantemente, pero todos los edificios se parecen demasiado entre sí. Me cuesta saber donde clickar, y la escala de colores no ayuda. Además, si no tenemos suficiente energía, las luces se apagan y hace que sea aún más difícil diferenciar lo que estamos eligiendo. Creo que el juego necesitaría de un lavado de cara en este apartado.


Sin embargo, llegamos a un apartado que de verdad está conseguido: los efectos de sonido. La música es casi inexistente, y esto deja lugar a que los sonidos de las profundidades hagan mella sobre nosotros. Los sonidos de radio, de las criaturas y de las fábricas son una constante, y merece la pena detenerse a escuchar todos esos crujidos y murmullos. Estoy seguro de que el desarrollador ha invertido un buen número de horas, y que le gusta el tema.

En conclusión, Anoxia Station es un tanto irregular. Tiene buenas ideas, muchas de ellas las ejecuta bien, pero se centra demasiado en su intento de ser oscuro y asfixiante, hasta el punto de que es complicado saber que estamos viendo en ocasiones. Se trata de un juego difícil, que seguramente guste más a los más cafeteros del género de gestión y supervivencia. Recomendado, aunque con algunos peros.