THQ Nordic vuelve de nuevo con otro esperado remake. Dejamos atrás Fondo de Bikini para destruir el mundo. Destroy All Humans! es un clásico de la época de la PlayStation 2. Al contrario que el anterior remake, y al tratarse de un juego bastante más conocido, haré más menciones a la calidad del remake, aunque seguiré haciendo mención a la calidad del juego, que ya os digo que es bastante alta.
Destroy All Humans! es un juego de acción y un simulador de invasión del planeta Tierra por parte de una raza alienígena. Pandemic Studios –cómo se les echa de menos, hay que ver– fue el creador del título, y en su día fue un éxito bastante importante. Es un juego único, donde nos enfrentamos a la raza humana, y que en su día nos llamó la atención a muchos por esa simple razón. Sin embargo, no tuve el placer de jugarlo en su día, y ahora he remendado ese error. El remake viene de la mano de Black Forest Games, que han hecho un trabajo maravilloso.
El juego nos pone en la piel -si es que eso que tiene se puede llamar así- de Crypto, un Furon con muy malas pulgas enviado a la Tierra por sus superiores para recuperar cierto elemento perdido, pero hay una razón aún mas importante para que esta invasión se lleve a cabo: los Furones usan la clonación para hacer nuevos especímenes, pero su ADN está fallando, y necesitan a los humanos para arreglarlo. La historia es un componente importante en Destroy All Humans!, y cuenta con algunos giros y con cosas realmente sorprendentes. Esperaba algo más infantil, y la verdad que el juego me ha sorprendido en dos temas.
En primer lugar, ya que el juego se desarrolla en los años cincuenta, la «amenaza» comunista era una constante en los Estados Unidos, y el juego se aprovecha de esto continuamente. No solo lanza burlas variadas, sino que además lo usa para llevar la trama hacia delante, y convierte al título en algo realmente político. Si además de esto analizamos lo violento que puede llegar a ser a veces el título, nos queda una mezcla de lo más extraña. Por muy «cartoon» que sea visualmente o infantil que sean sus diálogos en ocasiones, no diría que Destroy All Humans! es un juego para niños. Estoy seguro de que me hubiera perdido alguna referencias bastante interesantes de haberlo jugado cuando era pequeño. Pero bueno, no os penséis que es un juego filosófico o profundo. El juego tiene decenas de bromas directas, algunas divertidas, otras extrañas y muchas otras de mal gusto. Es un juego prima la diversión por encima de todo, pero si os fijáis en los pequeños detalles lo disfrutaréis aún más.
Jugablemente el título tiene dos vertientes: Manejar a Crypto directamente o montarnos en el platillo volante. Normalmente el título elige por nosotros qué vertiente jugar, pero nos encontraremos algunas excepciones. A pie es donde más jugo le podemos sacar a Destroy All Humans!, ya que es donde más opciones jugables tenemos. No solo se trata de destruir o matar a nuestros enemigos, también hay misiones donde debemos de infiltrarnos pasando desapercibidos o encantar a una persona en especial y llevarla a nuestro platillo volante. En general, hay varios estilos de juego, pero con la variedad de cada misión parecen muchos más. Hay muchas herramientas alien: podemos leer pensamientos, extraer cerebros, disparar sondas, o transformarnos en una persona específica.
En la vertiente aérea, las cosas están bastante más simplificadas; aunque podemos abducir cosas de vez en cuando, lo normal cuando nos subimos al platillo es reventar todo lo que haya a nuestro paso. Prácticamente nada se resiste al rayo mortal, pero tendremos otras armas disponibles para causar el caos. Aunque las batallas aéreas sean bastante normales, suele ser divertido jugarlas, ya que siempre hay peligro de ser destruidos. El platillo volante puede llegar a ser aburrido en ciertos momentos, por lo que funciona realmente bien como aspecto secundario del juego. Me hubieran gustado más mecánicas alrededor de él, como carreras o alguna otra cosa.
El juego nos ofrece un sistema de mejorar bastante extenso, tanto para Crypto como para el platillo. Mejores escudos, arma con más duración, más potencia de nuestro jetpack… hay de todo un poco, y para conseguir estas mejoras basta con completar misiones. Sin embargo, si somos de los que disfrutan de mejorar todo al máximo, estaremos obligados a explorar a fondo los niveles, e incluso de hacer los desafíos de niveles ya completados. Estos suelen ser matar a una cantidad de enemigos o destruir cierto número de edificios. Añade vida útil a juego, y aterrorizar humanos siempre es divertido.
En terreno del remake, todo está completamente renovado. Visualmente es un juego maravilloso, y algunas de las cosas violentas ahora lo son aún más, ganando en efectividad. El control es muy bueno, no se siente anticuado en ningún momento, y la cámara hace su trabajo perfectamente. El título tiene también contenido que no existía en el juego original, en forma de una misión nueva. El doblaje suena estupendo, la música igual… el tema audiovisual es todo un homenaje al original, y su rendimiento es bastante bueno. No hay quejas en este apartado.
En conclusión, tanto si habéis jugado ya a Destroy All Humans! O es vuestra primera vez, merece la pena darle una oportunidad. Quizás hoy en día no es tan rompedor como lo fue en su momento, pero sigue siendo realmente divertido y variado. La temática sigue siendo lo suficientemente diferente como para generar interés, y la verdad que la remasterización es de una calidad muy alta.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Dead Good Media