Analizar WrestleQuest ha sido interesante, ya que es un juego que me ha ofrecido todo lo que buscaba. Una aventura claramente inspirada en los JRPGs que tanto nos siguen gustando, con combate por turnos y una loca ambientación centrada en la lucha libre. WrestleQuest ofrece todo eso en un envoltorio un poco indie -demasiado a veces-, pero que nos hará disfrutar de lo lindo.
WrestleQuest apuesta por su combate. La mayoría del tiempo tendremos que combatir, y para ello el título apuesta por un combate por turnos profundo, muy personalizable que encandilará a los más clásicos. Además de combatir, la exploración es una constante en WrestleQuest, con mapamundi y «mazmorras» de lo más interesante. La historia es interesante pero es en el mundo donde el título brilla de verdad.
Este mundo gira en torno a la lucha libre, pero no solo eso; el mundo entero es una gran zona de juego, donde los protagonistas son juguetes y solo hay un Dios, el famoso «Macho Man», Randy Savage. Nuestro protagonista deja su gimnasio para salir al mundo real y labrarse una carrera como luchador. El juego también sigue a otros personajes, pero es «Muchacho man» -lo sé, no se han partido la cabeza con el nombre- el verdadero protagonista del juego.
El combate es muy modificable. Nuestros personajes pueden atacar, hacer habilidades, ataques en grupo, usar objetos e incluso pedir la ayuda de su manager para algún movimiento especial. Hay muchísimos movimientos y todos hacen referencia de una forma a otra al mundo de la lucha libre. Una pasada en este ámbito.
Pero sin duda lo más importante del combate son los quick time events que tendremos que efectuar cada combate para hacer más daño. En algunos ataques nos contraatacarán si no pulsamos el botón correctamente, así que estos QTEs son realmente importantes. A la larga poueden hacerse un poco pesados, ya que hace que los combates sean más largos. No ayuda tampoco que algunas de las animaciones sean demasiado largas. De hecho, esa es mi mayor crítica para con el título. En un juego por turnos como este, a día de hoy la transición al combate debería de ser directa; sin embargo, se tarde demasiado y los tiempos de carga tampoco son directos. Esto hace que combatir a veces sea un poco pesado, algo triste en un título que apuesta tan fuerte por el combate.
Pero lo que es combatir propiamente dicho es divertido. La cantidad de movimientos que vamos desbloqueando en los primeros niveles es maravillosa, y siempre hay algo nuevo que probar. Podemos modificar el «taunt» de nuestro jugador, la entrada que hace a los combates importantes y muchas otras cosas. WrestleQuest nos dará opciones para elegir, incluidas algunas que no podremos cambiar. Sin embargo, la subida de niveles es automática, y no deberemos preocuparnos por las estadísticas; cada una subirá de la misma forma.
Una vez aparcamos el combate, los problemas de WrestleQuest empiezan a aparecer. El movimiento del personaje es demasiado lento, algo molesto en un juego donde tendremos que andar constantemente. Algunos escenarios son demasiado grandes sin nada en ellos, lo que acentúa esta situación. No soy fan de que el movimiento normal sea andar y haya que pulsar un botón para correr; en títulos parecidos es al revés, y la razón es más que obvia.
Otro de los puntos donde nos damos cuenta de que estamos ante un título indie es la interfaz. Intento ser diferente y encajar en el mundo de la lucha libre, pero en general es demasiado simple, y algunas cosas tienen un diseño cuestionable. Creo que el juego necesita algunos parches en este campo, aunque es algo a lo que a la larga te acostumbras.
Por otra parte, el apartado visual es tan extraño y propio que me enamoró desde un primer vistazo. Al comienzo se hace raro que los personajes sean juguetes, y el diseño del mundo es una absoluta locura. Para entender todas las referencias a la lucha libre hay que ser bastante experto, cosa que no soy. Pero a pesar de eso, está todo construido con tanto cariño que es muy fácil disfrutar del mundo, sus diseños y sus personajes. Musicalmente es «hit or miss»; hay varios temas que me han gustado y otros que no tanto.
En resumen, WrestleQuest es un juego para fans de los juegos de rol japoneses, pero aquellos que no se lo toman todo muy en serio. El juego hace valer sus toques de humor y ofrece un sistema de combate sólido y personalizable, pero no destaca en nada más ni intenta innovar. Y claro, si os gusta la lucha libre, WrestleQuest gana enteros.