La casualidad ha querido que la semana empezará con el regreso remozado de un poco conocido clásico del software europeo de los ochenta, con X-Out: Resurfaced, y llegando el viernes nos encontremos con la secuela de un título que seguramente no muchos recordarán, pero no será por falta de talento implicado en él, o al menos, nombres ilustres. El primer Beyond the Ice Palace fue un título lanzada por la desarrolladora y editora británica Elite Systems en 1988. Claramente bebía del tenebrismo de la saga Ghost n’ Goblins y su jugabilidad también iba en esa dirección.

Saliendo en ordenadores de 8 y 16 bits más populares, salvo en el MSX, originalmente el juego viene de las manos de Tim Moore y el diseñador gráfico Nigel Brownjohn, con música del maestro David Whittaker. En las versiones de 8 bits tenemos nombres ilustres con nada menos que Dave Perry y Nick Bruty para la versión de Amstrad CPC, en una relación que les llevaría luego a los Earthworm Jim o MDK. En Commodore 64, la mejor versión una vez más, y la única con la música de Whittaker en estos ordenadores, el veterano Nick Jones no dirá mucho a muchos, pero merece tremendamente buscar su nombre para ver su dilatado currículum extendido prácticamente hasta nuestros días. Y sin entrar en más detalles y nombres -perdón- las versiones de Atari ST y Commodore Amiga cumplen bien, pero también desaprovechan la calidad de ambas máquinas, más en el caso del Amiga, algo tristemente conocido. Pero al menos la música de Whittaker suena genial, aunque la versión del SID de Commodore 64 me parece que tiene un encanto especial.

En todo caso, no cuesta nada reconocer que a día de hoy, no mucha gente recuerda este juego, aunque tiene tablas para que quienes lo hagan, les salga una sonrisa. Así que la llegada de Beyond the Ice Palace 2 es un poco desconcertante, pero también, una agradable sorpresa dado el excelente resultado final.

Pues al rico neo-retro, creado también por las manos europeas de STORYBIRD Studio, y servido por PQube y PixelHearth en todos los sistemas clásicos, siendo algo muy de agradecer la salida de este juego también en PlayStation 4 y Xbox One, cuando ya se oye hablar de las sucesoras de sus sucesoras. Eso es bueno, Beyond the Ice Palace 2 no viene a reinventar nada, pero nos da unas horas de muy agradable y desafiante diseño y jugabilidad clásica, enormemente bien entendidos y presentados al jugador del presente.

Como decía, no es que muchos vayan a recordar el primer juego, pero el argumento parte de él. En la precuela, el héroe elegido debía recorrer un mundo horrible marcado por el mal para conseguir una flecha sagrada lanzada por los dioses, para certificar su valía y darle la capacidad de destruir a las fuerzas de la oscuridad, más allá del palacio de hielo, como rezaba el título del juego.

Detalle siempre a agradecer, textos en Español entre los idiomas a elegir.

Pues ese héroe llegó a convertirse en rey tras su impresionante hazaña. Además, los dioses validarían su reinado al lanzar desde los cielos cada cierto tiempo una flecha sagrada que siempre impactaría en él. Pero ¡ay! Las envidias y los resquemores. Un servidor abyecto de este noble rey corrompería una de las flechas celestiales, destruyendo al monarca cuando esta impacta sobre él. Así, una camarilla de traidores se hacen con el reino, convirtiéndolo en un erial de desolación, criaturas infames, depravación y muerte.

Pero siempre hay espacio para la esperanza. Otra camarilla, esta vez de chamanes aliados con la magia de la luz, conjuran un antiguo poder que logra devolver a algo parecido a la vida al encadenado cuerpo de nuestro rey y héroe.

Ni vivo ni muerto, pero con su carne dotada de movimiento y poder, arrancándose las cadenas que le han retenido en una cripta olvidada, vamos a recorrer nuestro ahora corrupto reino en otro viaje tanto como salvadores, como furiosos vengadores. El palacio de hielo vuelve a ser el bastión donde ponemos nuestro objetivo tantos años después.

El último párrafo es bastante literal, Beyond the Ice Palace 2 empieza con el jugador arrancándose las cadenas que aprisionan al protagonista y usándolas como arma improvisada, poderosas en el combate, y versátiles en el movimiento.

La impresión inicial es de estar ante un Ghost n’ Goblins con gameplay de los Castlevania 2D arcade, de manera muy lograda, y con espacio para tener su toque particular igualmente. Nuestro cadavérico protagonista maneja las cadenas como un Belmont, pudiendo hacerlas girar violentamente, clavándolas en argollas y salientes para balancearnos e impulsarnos, y atacando con ellas incluso hacia abajo. Pensad en el Simon Belmont de Super Castlevania IV y tendréis una idea aproximada, aunque aquí disfrutamos de más movilidad y mejor control del personaje.

Hay jefes que son pura gloria 2D.

Se añaden más movimientos básicos, como deslizarse, modo de rabia berserker, un golpe cargado y encima, un dash o impulso en suelo o aire con invencibilidad. Estos dos últimos movimientos gastan parte de nuestra barra de resistencia ¡tranquilidad! No estamos ante otro soulslike 2D, palabrita de los cielos, los sentimientos que deja su gameplay son muy clásicos y mejorados justamente por esas adiciones y control tan completos e intuitivos.

Porque Beyond the Ice Palace 2 no es un metroidvania, tenedlo claro, así como tened claro que tampoco es un arcade lineal. Una vez más, metería al inmortal Castlevania: Rondo of Blood como ejemplo de esto, aunque aquí la disposición del avance y vuelta a los niveles y zonas completadas se gestione de forma distinta.

Inicialmente avanzamos de izquierda a derecha como mandaban los cánones de antaño. Pero sin tardar mucho ya veremos que las zonas donde nos movemos están abiertas a encontrar valiosos objetos, a desviarnos un poco de la ruta principal sin perder el ritmo por ello. No hay muchos ítems en esas antorchas y candelas destruibles, dinero y comida mayormente. No hay armas secundarias ni cambios en nuestras cadenas vengadoras. Pero igualmente romperemos todo y exploraremos todo merced de un diseño cuidado de entornos, y por esas necesarias recompensas permanentes en forma de cristales de mejora de atributos.

Algo curioso de Beyond the Ice Palace 2 es como dispone tanto sus escenarios generales, como las zonas que lo componen. En cada escenario tenemos puntos de guardado automáticos diseminados por los mismos. En algunos momentos, nos darán la impresión de estar más alejados entre sí de lo que nos gustaría, actuando estos tramos como «mini niveles» ¡Bah! Nada que no podamos afrontar, con una dificultad más justa y ajustada de lo que algunos momentos y puntos negros nos puedan hacer creer. Adoro la idea de que muchos enemigos vuelvan a la acción si no los rematamos a tiempo tras golpearlos.

Cada vez que alcanzamos un punto de guardado, habiéndolos de tres tipos con distintas propiedades, el oro conseguido se almacena en una especie de banco intangible de forma automática. Morir entre medias solo nos hace perder el oro acumulado, no hay que volver a por nuestro cuerpo ni nada de eso. Pero cuando consigamos algún objeto importante, como esos cristales de mejora, se guardará la partida automáticamente, no deberemos volver a por ellos en caso de morir antes de alcanzar un punto de guardado.

Pues en esos puntos de guardado, y según su naturaleza, podremos teleportarnos entre los que hayamos desbloqueado, si son de ‘naturaleza azul’, mejorar a nuestro protagonista si son de tipo ‘trono’, o ir al taller del alquimista desde un ‘guardado rojo’ a que nos forje cristales y útiles complejos si tenemos las dos materias primas que nos pide. Tranquilos, todo es más sencillo e intuitivo de como lo estáis leyendo.

Los cristales completos nos permitirán mejorar vida, barra de resistencia, poder, capacidad de recarga de los alimentos, y nuestra furia berserker. Los tres primeros parámetros serán los que más llamen nuestra atención, pero conviene tener en cuenta los otros dos también. El mundo de Beyond the Ice Palace 2 está a reventar de cristales rojos pequeños que impulsan enormemente la exploración, sin romper ritmo como hemos mencionado. Y además tendremos mejoras permanentes para nuestro zombi vengativo como el doble salto, que no solo harán los niveles cada vez más retorcidos, sino que, obviamente, impulsan el backtracking hacia zonas anteriores, sin metroidvaniear mucho el juego, ni falta que le hace.

Tampoco es que el avance sea netamente lineal. Tendremos momentos donde tocará volver atrás, como cuando logramos abrir la mansión -un escenario genial donde Ghost n’ Goblins y Castlevania se dan un fuerte y emotivo abrazo-, para seguir luego hacia adelante en el mapa general. Todo redunda en un diseño jugable divertido, satisfactorio, con posibles y menos difícil o retorcido que los vistazos rápidos nos podrían hacer creer. Por eso la única pega real que le pongo al juego es algunos momentos algo menos pulidos en el control, como la manera de lanzar y engancharse con las cadenas, con pequeños problemas que afortunadamente no deslucen el excelente resultado final.

Lo que sí luce en ese resultado final es su trabajado pixel art 2D muy clásico, recordando en gran medida a los sistemas de 16 bits más que a los de 32 bits. Pero además, una música soberbia que obviamente va más allá del chiptune de sistemas de la época ¡hasta con coros! Esa sensación de combinar ágilmente las franquicias de CAPCOM y Konami con su propio toque, tiene un plus de epicidad gracias a sus logradas partituras musicales.

Esto es Beyond the Ice Palace 2, y ni hace falta más ni lo pediremos. otro regreso al pasado en nuestro presente, con respeto pero también, sabiendo que aquel pasado no fue tan idílico en realidad, y por eso el buen neo-retro lo que hace es darnos esos juegos que jugamos antaño, a la altura que nuestra nostalgia los pone, haciéndolos muy vigentes hoy día.