¿Has soñado alguna vez con una fusión entre el género metroidvania y Kirby? Pues puedes dejar de soñar porque ya es una realidad. Hoy analizamos BIOMORPH, un curioso videojuego donde al acabar con los enemigos nos podremos transformar en ellos.

Lucid Dreams Studio ha sido el estudio desarrollador a cargo de BIOMORPH. Esta es su segunda obra tras Legends of Ethernal, un plataformas con ligeros toques de metroidvania. Tras probar ambos puedo asegurar que la mejora ha sido evidente. El control de Legends of Ethernal se nota muy torpe, poco preciso, mientras que en BIOMORPH el combate se ha pulido y es muy satisfactorio.

La historia de BIOMORPH se centra en dos alienígenas que se disponían a conquistar un planeta y de alguna forma acaban perdiéndose en él. También tenemos dos manos que tienen vida propia y personalidades un poco límite; dejo que lo descubráis por vosotros mismos. Os aviso ya, si estáis acostumbrados a juegos con poca carga narrativa, aquí hay bastante más literatura. Todos los personajes tienen bastante que contarnos y tocará hablarles para enterarnos de la trama. Pero no todo es mucho texto, especialmente al principio de la aventura, hay una gran cantidad de pequeños vídeos animados. Algunos se centran en ponernos en situación y otros muestran a Harlo, nuestro protagonista, derrotando a jefes finales de manera espectacular. Lamentablemente, hacia la mitad del juego se empiezan a echar de menos la cantidad que encontramos al inicio de estas animaciones con mucha calidad.

El título de BIOMORPH viene de eso mismo, nuestro protagonista puede trasformarse en cualquier cosa que esté viva. Cada vez que eliminemos a un enemigo no robótico o de plasma, podremos tocar su cadáver todavía caliente y transformarnos en él. Esto se aplica hasta la última consecuencia, si el enemigo se movía lento, nos moveremos muy lento, si el enemigo tenía uno o dos ataques, ese será nuestro arsenal mientras lo controlemos. Algunas transformaciones serán vitales para poder explorar el escenario, ya que Harlo no puede levitar, saltar muy alto o emitir vapores letales, así que sí o sí nos tocará adaptarnos a las herramientas que se nos proporcionen. Además, después de transformarnos X veces en un enemigo, podremos almacenarlo y podremos convertirnos en él aunque no esté su cadáver en el presente escenario. También podremos subir de nivel a los monstruos, matando más enemigos de su misma especie. Muy turbio todo. Esta mecánica de almacenar enemigos se utiliza en pocas ocasiones para nuestro gusto. Es cierto que solo disponemos de tres huecos y que si no llevásemos encima al bicho que toca, tendríamos que ir de vuelta al punto de guardado para meterlo en nuestro equipo. Quizás es una mecánica algo difícil de balancear en cuanto a comodidad/estrategia.

Como buen metroidvania, tiene un montón de zonas bien diferenciadas en un mapa que se siente enorme. Cada sala será marcada en dorado cuando hayamos conseguido todos los secretos, incluyendo absorber todos los enemigos de dicha estancia. Para movernos rápidamente podremos teletransportarnos entre puntos de guardado pero solo una vez los hayamos mejorado. El número de mejoras es limitado así que habrá que explorar a conciencia para encontrar más mejoras y pensar bien qué teletransportes activar y cuales no. Aún con las facilidades, moverse por el mapa será muy disfrutable según vayamos obteniendo habilidades de desplazamiento. Aquí sí detectamos algún pequeño contratiempo, ya que algunos de estos movimientos podremos hacerlos con las formas de vida de los enemigos y otras no, algo que no se explica en ningún momento. Me he encontrado pensando qué estoy haciendo mal para no poder avanzar por un cable, hasta darme cuenta de que no podía al estar convertido en un fantasma.

Al principio del juego, todo el mapa nos recordará a una distopía futurística, con mucha tecnología y cableado. Durante el desarrollo de la aventura visitaremos desiertos, desagües y aldeas variando en tonalidades y siendo más vistoso en nuestra opinión que el feo y sucio gris del comienzo. El rico mundo está compuesto por múltiples razas y cada uno de los personajes tiene mucho carácter. El centro de nuestra aventura se desarrollará en una pequeña ciudad a la que iremos dando vida según avancemos y desbloqueemos tiendas y edificios. Entre ellos podremos encontrar algunos que nos venden habilidades, armas y otros que mejoran ambas. También podremos visitar a la señora de los gatos, que hará las veces de colonia de gusanos de Hollow Knight. Escondidos por todo el mapeado, veremos gatos que debemos devolver a la ciudad a cambio de dinero y mejoras.

El combate es increíble, ya sea pegando mamporros como Harlo o transformado en algún monstruo. Los controles responden bien, las animaciones y hit boxes son perfectas, en general, todo muy satisfactorio. Cada enemigo y boss tienen patrones que se repetirán y como hemos mencionado, los enemigos al ser absorbidos mantendrán dicho set de movimientos. Si os pareciera poco, además podemos personalizar cada ataque de Harlo. Comenzaremos con un ataque a melé que podremos subir de nivel o cambiarlo por otro cuando vayamos explorando o incluso no tener movimientos cercanos y solo a distancia. Las curaciones, similar a otros juegos del género, tiene cargas limitadas y las recargaremos a base de golpear enemigos. La vitalidad es numérica y no por número de golpes. Todas nuestras estadísticas pueden ser mejoradas al encontrar coleccionables bien escondidos por el juego al igual que el número de mejoras que podemos llevar en cada momento.

La banda sonora recuerda mucho a la de Hollow Knight, tanto que algunas canciones parecen versiones ligeramente maquilladas. Esto hace que nos encante escucharlas pero al mismo tiempo, nos sintamos con ganas de poner una denuncia por copyright. Por suerte, esto solo ocurre con dos de las muchas melodías que componen la totalidad de la música del juego. La música de la pantalla inicial está interpretada por un piano contrastando con el uso del sintetizador que se emplea en el resto de la obra.

Completar el juego nos dará unas 25 horas de diversión, aunque si queremos sacar todos los finales y explorar por completo el mapa, la duración puede aumentar hasta doblar la cantidad inicial. Podemos encontrar BIOMORPH por 20€ -en PC por ahora y en el resto de plataformas más adelante-. Un precio más que adecuado para las calidades que maneja el título.