Blood: Refreshed Supply toma uno de los shooters de culto más notorios de los años noventa y lo remasteriza para reintroducirlo a una audiencia moderna con la dosis justa de modernización y pulido para hacerlo accesible sin diluir su espíritu salvaje. Lanzado originalmente en 1997, Blood fue descrito a menudo como Duke Nukem 3D filtrado a través del prisma de Evil Dead de Sam Raimi, la imaginación macabra de Stephen King y una fuerte carga lovecraftiana. Era un juego que ofrecía una experiencia inigualable gracias a su atmósfera, su humor sarcástico y su dificultad demencial, y, aunque ganó una base de seguidores devotos, nunca alcanzó la popularidad masiva de Doom o Quake. Nightdive Studios, ya conocidos por sus meticulosos remasters de joyas olvidadas, nos entrega ahora Blood: Refreshed Supply y el resultado es una versión definitiva que finalmente permite que el juego encaje para quienes antes se frustraban con sus asperezas.
Lo primero que llama la atención de Refreshed Supply es lo fiel que resulta al original. Construido desde cero con nuevo código, el remaster introduce soporte para pantalla panorámica, mejor rendimiento, controles modernizados y mejoras de calidad de vida que hacen que sea mucho más fácil de jugar, pero sin sacrificar el desafío clásico. Los escenarios mantienen su encanto gótico y grotesco, llenos de catedrales oscuras, cementerios embrujados y complejos industriales retorcidos, pero las texturas y la iluminación se han mejorado sutilmente para darles una claridad imposible en los noventa. La banda sonora, ya un punto fuerte del original, se ha preservado y mejorado, sus tonos inquietantes amplifican la atmósfera de terror. Caleb, su sarcástico protagonista, sigue siendo una personaje deliciosamente mordaz, escupiendo frases ingeniosas y referencias culturales con malicia.
El aspecto jugable es uno de los puntos en los que Blood siempre se ha distinguido y Refreshed Supply conserva el ritmo frenético y la dificultad que definió al original. Las armas son variadas e imaginativas, desde la humilde horca hasta escopetas, lanzallamas, pistolas de bengalas y la infame muñeca vudú, cada una con modos de disparo alternativos que fomentan la experimentación. El combate es rápido, caótico y a menudo implacable, con enemigos colocados de manera que castigan la complacencia y obligan al jugador a guardar partida con frecuencia. Los picos de dificultad siguen siendo brutales, con emboscadas que pueden vaciar tu barra de vida antes de que te des cuenta. Sin embargo, esto forma parte de la identidad de Blood, un juego que exige dominio y recompensa la persistencia. Para los veteranos, es un regreso nostálgico; para los recién llegados, una prueba de fuego que puede frustrar o entusiasmar según la tolerancia de cada uno a un diseño hecho para castigarte.
La atmósfera sigue siendo una de las mayores fortalezas de Blood. Pocos shooters de su época lograron combinar terror y humor de manera tan efectiva. La arquitectura gótica, los detalles grotescos y la imaginería macabra crean un mundo opresivo y a la vez fascinante. Es un juego que se deleita en el exceso, abrazando la sangre, la violencia y lo absurdo con entusiasmo. En una era en la que muchos shooters buscan realismo, el abrazo sin complejos de Blood al horror y la comedia resulta refrescante.
Lo que hace que Refreshed Supply sea particularmente impresionante es cómo logra que Blood finalmente “encaje” para jugadores que antes se resistían. Sigue siendo un juego muy desafiante, pero, gracias a mecánicas más fluidas y controles más intuitivos, el remaster elimina fricciones innecesarias, permitiendo que el diseño central brille. El trabajo de Nightdive aquí no trata de reinventar Blood, sino de preservarlo de una manera que se sienta jugable en 2025. Es un equilibrio delicado, y el estudio en gran medida lo consigue, aunque la versión inicial que hemos probado no está exenta de algunos pequeños errores que esperamos que se vayan corrigiendo con actualizaciones. Eso sí para quienes ya poseen Blood: Fresh Supply, el remaster anterior, Refreshed Supply puede sentirse redundante. Sin embargo, para quienes se encuentran con Blood por primera vez, esta es sin duda la versión definitiva.
Blood: Refreshed Supply no es un juego para todos. Su dificultad, su imaginería grotesca y su humor mordaz alienarán a algunos, especialmente a quienes están acostumbrados a shooters modernos con curvas de dificultad más suaves y diseños más indulgentes. Pero para quienes estén dispuestos a abrazar sus rarezas, ofrece una experiencia única y gratificante. Es un juego que exige atención, castiga la complacencia y recompensa el dominio. También es un juego que se deleita en su propia absurdidad, abrazando el terror y el humor por igual.
En conclusión, Blood: Refreshed Supply triunfa como preservación y revitalización. Nightdive Studios ha entregado un remaster que honra al original mientras lo hace accesible a una nueva generación. Conserva la atmósfera, el humor y la jugabilidad que definieron a Blood, mientras suaviza las asperezas que antes dificultaban disfrutarlo. No está exento de fallos, y las críticas sobre su precio y la redundancia con respecto al anterior remaster son válidas, pero el logro general es innegable. Blood sigue siendo uno de los shooters más distintivos de su época, y Refreshed Supply asegura que pueda apreciarse en 2025 y más allá
