Hace un par de generaciones consoleras, en 2009 concretamente, vio la luz para Xbox 360 y PlayStation 3 la primera entrega de lo que vino a ser una nueva saga, llena de acción y frescura. Tras un par de décadas, varias secuelas, libros, cómics, una cantidad reseñable de merchandising y una reciente adaptación al celuloide, nos llega una nueva entrega con una nueva historia ¿Habrán mantenido el nivel?.
En 1999 un grupo de desarrolladores de la genial 3D Realms fundó su propia compañía, Gearbox Software y pronto comenzaron a destacar creando Opposing Force y Blue Shift para Half Life. Pero fue Borderlands, su primer juego original, el que les puso del todo en el mapa, con una genial mezcla de first person shooter y RPG, viniendo a definir lo que se conoce como “looter shooter”.
Desde entonces y hasta ahora, la saga ha vendido la friolera de ochenta millones de copias de todas sus entregas con lo cual es lógico que, aunque no hayan dejado de lado el desarrollo y participación en otros videojuegos, nunca hayan descuidado su saga insignia.

Hay que aclarar que, si bien el título actual se titula Borderlands 4 porque se sitúa directamente tras la tercera entrega, en realidad es el quinto título de la saga, pues en el año 2014, tras el lanzamiento de la segunda entrega, y de la mano de 2K Australia con la supervisión de Gearbox, fue lanzado Borderlands: The Pre-Sequel!, situado cronológicamente entre la primera y la segunda entrega y ambientado geográficamente en la luna de Pandora en este caso.
Todo eso sin contar las numerosas expansiones con las que cuenta cada entrega principal -contando a The Pre-Sequel! entre ellas– y un buen número de juegos derivados como las aventuras de Telltale Games “Tales from the Borderlands”, la secuela espiritual, desarrollada en este caso por Gearbox directamente “New Tales from the Borderlands”, el genial spin-off inspirado en Dragones y Mazmorras “Tiny Tina’s Wonderlands” que recomendamos a todo el mundo y un juego táctico para iOS titulado Borderland Legends.
En este caso la historia nos sitúa en un nuevo planeta, Kairos, el cual, hasta ahora, había permanecido oculto y protegido. Sin querer entrar en destripes, por un evento sucedido en Borderlands 3 desemboca en la destrucción de la barrera que lo mantenía aislado. En ese momento, el planeta cae bajo el férreo control de un personaje que se hace llamar el Cronoguardián. Y, por supuesto, nuestro personaje es capturado por dicho opresor, que tiene planes para nosotros.

El Cronoguardián controla a la población mediante unos implantes en la columna que, por supuesto, acaba también instalado en nuestro cuerpo. Y nuestra motivación será, por supuesto y en primer lugar, escapar, para a continuación organizar una resistencia y liberar a la población el yugo del Cronoguardían.
Para llevar a cabo tal tarea podremos hacerlo en solitario, pero como es marca de la casa, donde Borderlands 4 luce es cuando compartimos el juego con hasta tres compañeros más. Para ello podremos escoger entre cuatro personajes, a saber:
- Vex -la sirena- cuyas habilidades se centran en poderes de manipulación de energía mística.
 - Rafa -ex-soldado- posee un exoesqueleto que potencia su fuerza y resistencia, es especialista en armas y en ataques más directos.
 - Amon -caballero forjador- nos presenta una interesante mezcla de caballero con tecnología futurista, con la habilidad de forjar y modificar/mejorar armas.
 - Harlowe -gravitaria- controla la gravedad para manipular a los enemigos y también, de ser necesario, a los aliados. Es decir, puede hacer levitar, atraer o repeler.
 
También, y como no podría ser de otra forma, nos encontraremos con personajes conocidos y recurrentes de la saga, algunos en papeles bastante importantes. Esto ayuda a que, a pesar de la sencillez de la historia, consiga implicarnos en ella y sumergirnos en el argumento hasta llegar al final.

Una vez escogido a nuestro personaje, y tras las requeridas cinemáticas introductorias, nos veremos en una primera misión a modo de inevitable tutorial que nos guiará para escapar de nuestra prisión y comenzar a fortalecer a la resistencia. En ese momento, Borderlands 4 nos situará en un escenario bastante generoso con distintas zonas y la libertad de escoger en qué orden ir resolviendo objetivos aunque siempre con la misión principal en mente como motivación final.
Para equilibrar este desarrollo no lineal de las misiones, Gearbox ha optado por la opción del autolevel en los enemigos, de forma que según el nivel que poseamos, así será el nivel de reto que nos encontremos en las misiones que vayamos afrontando, y no haya una ruptura en ningún momento, por lo general. Y decimos por lo general porque esto no significa que Gearbox haya planteado una experiencia fácil a priori, y habrá momentos en que independientemente del nivel que poseamos, presentarán un reto, sobre todo cuando hagan su aparición enemigos especiales a derrotar.
El objetivo a conseguir por Gearbox es que cada incursión, cada momento de acción en que nos encontremos, sea un reto pero no frustrante y, sobre todo, que sea divertido sin ser un paseo. Y, a pesar de que este Borderlands 4 ponga algo más de peso en el seguimiento de un hilo argumental, lo cierto es que la acción está siempre presente, con misiones típicas y alguna más original, y toda la mezcla está muy bien llevada a cabo.

Desde el punto de vista audiovisual seguimos con el aspecto artístico tan característico de la saga, si bien refinado por la llegada a las nuevas generaciones consoleras, aunque sin mostrar realmente un salto muy evidente. En cuanto al aspecto sonoro está bien cuidado, como siempre, y se agradece el gran doblaje al castellano del que hace gala.
Sin embargo, hay que resaltar como único punto a mejorar, y que esperamos que se pula con sucesivas actualizaciones, que los requisitos técnicos son bastante elevados para lo que se muestra en pantalla. No hemos tenido problemas para ejecutarlo a 60fps estables al máximo en nuestro equipo de pruebas, pero sin el uso de tecnologías de reescalado ni interpolación de frames nos hemos encontrado con la sorpresa de que el juego ha exigido casi toda la potencia de una GPU de gama media-alta de este mismo año.
Borderlands 4 devuelve a la saga principal a nuestras consolas y PCs por todo lo alto. La historia sigue siendo sencilla, pero consigue enganchar gracias a los personajes y a los guiños a entregas anteriores, mientras que el desarrollo no lineal mantiene la acción constante y divertida, especialmente en cooperativo. Si bien es cierto que el juego luce bien en pantalla, nos habría gustado que los requisitos técnicos fueran un poco más comedidos, porque pueden limitar a buena parte del público de PC. Aun así, la diversión está asegurada, y Gearbox logra mantener el espíritu de la saga intacto.

						