Ys es una de las franquicias japonesas de RPG de acción más longevas de la industria del videojuego y una de las más desconocidas en occidente incluso a día de hoy. En 1987 llegaba al mercado Ys I: Ancient Ys Vanished de la mano de Nihon Falcom para el microordenador japonés NEC PC-88 y posteriormente fue portado a otros sistemas. Los dos nombres detrás de este título que iniciaba una franquicia aún vigente hoy en día eran Masaya Hashimoto y Tomoyoshi Miyazaki -los mismos que después de Ys III abandonaron Nihon Falcom y crearon su propio estudio llamado Quintet-. También podemos ver que uno de los compositores que firmaban la banda sonora de esta primera entrega era Yuzo Koshiro, que no necesita presentación.

Con estos nombres es fácil de entender que Ys tuviera una buena aceptación entre prensa y público que dio lugar a un crecimiento de la franquicia en los sucesivos años. Pero quizá el arraigo de Nihon Falcom al mercado japonés -sus títulos que llegan a occidente a día de hoy son muy de nicho- y su caótica estrategia de lanzamiento -entregas muy repartidas en distintos sistemas, remasterizaciones y remakes frecuentes, varias entregas no fueron lanzados en occidente, 3 versiones distintas para Ys IV, etc.- no permitieron que Ys siguiera el camino de otras grandes franquicias de RPG y quedase relegada a un segmento de mercado más reducido que al que por potencial le correspondía.

Aunque poco a poco habían llegado algunas entregas de Ys a occidente de la mano de distintos distribuidores, fue con el éxito de PlayStation Portable cuando Nihon Falcom aprovechó para lanzar varios títulos de sus franquicias de forma más continuada. Y esa política se trasladó a la sucesora de PlayStation Portable, PlayStation Vita, que fue elegida para recibir la octava entrega numerada de la franquicia, Ys VIII: Lacrimosa of DANA en 2016. Desde entonces otros sistemas han recibido versiones de esta octava entrega: PlayStation 4, PC, Nintendo Switch, y PlayStation 5, versión que nos ocupa. Los seguidores de la franquicia seguramente ya hayan disfrutado de esta gran aventura en la isla de Seiren, pero si eres nuevo, te contamos lo que te espera.

En Lacrimosa of DANA volvemos a encarnar al aventurero Adol Christin -protagonista de casi todas las entregas de la franquicia- que junto a su inestimable amigo Dogi viajan desde Xandria a Eresia en un barco de pasajeros llamado Lombardia. Debido a un evento inesperado, el Lombardia sufre un accidente cerca de la isla maldita de Seiren de la que se dice que nunca ha regresado nadie con vida. Adol despierta en la playa y comienza su búsqueda de supervivientes que pronto dará sus frutos. Conoceremos a personajes controlables y otros de soporte para nuestro campamento, investigaremos la isla en busca de más supervivientes, conseguiremos materiales para construir otro barco  y nos toparemos con un misterio ancestral que pondrá en peligro el destino de la humanidad.

A nivel jugable, Ys VIII: Lacrimosa of DANA sigue la estela de los últimos juegos de la saga compartiendo el motor gráfico y la base jugable que se introdujeron en Ys Seven. Así, tendremos un grupo de tres personajes activos, cada uno con una propiedad de ataque distinta -corte, golpe, penetración- que tiene ventajas sobre ciertos monstruos, lo cual nos insta a cambiar el personaje que manejamos personalmente en tiempo real para optimizar nuestros combates. Cada uno tendrá cuatro habilidades activas asociadas a atajos -aunque se pueden aprender muchísimas más por personaje-, y a través de su uso las vamos perfeccionando. El combate es muy dinámico y más propio de un hack & slash.

En cuanto a nuestra misión, tendremos que buscar supervivientes y llevarlos a nuestro campamento, donde estos colaborarán para la construcción de un barco con el que escapar de la isla. Algunos de los supervivientes que encontremos podrán acompañar al grupo de Adol y ser manejables también -aunque el grupo solo puede estar formado por Adol y dos personajes más-. A partir de cierto punto en la historia, podremos manejar a Dana, la chica que Adol ve en sueños. Dana se encuentra en otro lugar y jugaremos solo con ella, además ciertas acciones que realicemos en los pasajes de Dana afectarán al avance de Adol por la isla abriendo nuevas rutas de exploración o desencadenando ciertos eventos.

Visualmente Ys VIII: Lacrimosa of DANA es un juego bonito gracias a su gran apartado artístico, pero técnicamente muy limitado. No hay que olvidar que estamos ante una remasterización -bastante básica- de un juego de PlayStation Vita, pero incluso en su sistema original, Ys VIII era un juego de nicho con valores de producción muy contenidos. En cuanto al rendimiento no podemos quejarnos de los 60 frames por segundo estables a 4K, y el modo para 120 frames por segundo a 1080p, si nuestro monitor lo permite. Para la banda sonora tenemos una colección de temas creados por el popular Falcom Sound Team jdk que se encuentran entre los mejores trabajos de la franquicia.

Que un juego de la franquicia Ys llegue a un nuevo sistema siempre es una buena noticia. La veterana franquicia de Nihon Falcom a pesar de ser de nicho, tiene una calidad contrastada y se merece que finalmente la compañía nipona apueste por una fuerte expansión de la saga en occidente -como en su día Atlus decidió hacer con su franquicia Shin Megami Tensei y Persona– e Ys pueda llegar al mayor número de sistemas posibles, con valores de producción más generosos y traducido a varios idiomas. Hasta que eso ocurra, los usuarios de PlayStation 5 podrán disfrutar de la aventura de Adol en la isla de Seiren y prepararse para el próximo lanzamiento de Ys IX: Monstrum Nox para sus sistema.

 


Este análisis ha sido realizado en PlayStation 5 mediante una copia cedida por NIS America