Admito que soy bastante fan de los juegos de simulación, cuanto más realistas y más posibilidades jugables tengan, más ganas me entran de jugarlos. Eso hace que a veces me lleve sorpresas desagradables y me encuentre con juegos que es mejor olvidar. Bus Simulator 21 es la nueva entrega del simulador de conducción de Stillalive studios y Astragon que ya lleva unas cuantas entregas a sus espaldas, ¿será este uno de esos casos que he mencionado? Es hora de averiguarlo.

Bus simulator 21 es la nueva entrega de una franquicia que Stillalive Studios lleva años desarrollando, diría que es la cuarta entrega de una saga que comenzó en 2007 y ha ido lanzando juegos cada pocos años llevando en el título el año de su salida. Como es evidente, nuestra misión en estos juegos será la de convertirnos en chófer de autobuses y tener que hacer rutas recogiendo y soltando a los pasajeros en las paradas destinadas del recorrido. Hay más funciones, pero a grandes rasgos eso es lo que vamos a hacer casi todo el tiempo.

Y el primer elemento llamativo que vamos a encontrar en esta nueva entrega es la posibilidad de controlar directamente a nuestro chofer como si de un juego de acción se tratase, algo que también estaba disponible en Bus Simulator 18, tendremos el control directo de nuestro personaje y podremos caminar por la ciudad a pie de calle para explorar. Sin embargo, esta mecánica es totalmente inútil, pues la ciudad es un simple elemento decorativo vacío sin nada que hacer ni visitar, para lo único que nos sirve esto es para cambiar entre uno y otro autobús en el caso de que queramos que nuestro vehículo sea conducido por otra persona y para alguna que otra acción más, pero son cosas que se podrían haber hecho perfectamente con combinaciones de botones.

El juego comienza con un breve tutorial en el que nos enseñarán los fundamentos básicos de la conducción de autobuses, pero no se queda ahí para luego darnos libertad total, pues el juego sigue una especie de «modo historia» en el que tendremos que ir cumpliendo una serie de objetivos y misiones que poco a poco nos enseñarán todos los aspectos y funcionalidades del juego. Hay que decir que tanto el tutorial como las misiones son muy confusas, dando por hecho que ya has jugado a anteriores juegos y sabes cómo funciona la cosa, te dicen las funciones que tienes que hacer pero no te dicen cómo ni donde hacerlas, siendo necesario patearse todos los menús y toquetear teclas hasta acertar con lo que nos piden.

Hay que reconocer que Bus Simulator 21 es uno de los juegos más completos que he visto nunca en cuanto a libertad de opciones, pues nos permite configurar absolutamente todos los aspectos del juego: detalles como el realismo a la hora de abrir y cerrar las puertas, desplegar la rampa de personas con discapacidad, la sensibilidad de los controles, la frecuencia de aparición de los eventos e incidencias….son muchos los parámetros que podemos configurar para adaptar la experiencia a nuestro gusto. Además, podremos seleccionar varios tipos de control en función de cómo de realista queramos que sea nuestra experiencia, que va desde que casi todas las funciones sean automáticas para centrarnos únicamente en la conducción hasta tener el control de absolutamente todos los elementos del autobús.

Pero no solo podremos conducir nuestro autobús, si ponernos a los mandos no es lo nuestro, siempre podremos convertirnos en coordinadores y manejar el cotarro desde la oficina. A cada ruta disponible le podremos asignar un autobús con su correspondiente chófer para que hagan el trabajo por nosotros, de esta forma este juego de conducción se acaba convirtiendo en un juego de gestión y estrategia en el que crear nuestro propio imperio. Dentro de esta mecánica, aunque no es tan divertida ni trabajada como la de conducir nosotros directamente, tendremos varias opciones disponibles para darle algo de variedad, como por ejemplo ir aumentando nuestra flota de vehículos, personalizarlos o crear nuestras propias rutas y horarios en función de las necesidades de los ciudadanos.

El mapeado es bastante amplio, contaremos no con una, sino con dos ciudades completas en las que dar rienda suelta a nuestra pasión de llevar gente, además con varios distritos desbloqueables cada una que iremos desvelando a medida que vayamos avanzando en el modo historia. Y cabe destacar también la existencia del modo multijugador online, donde nos podremos juntar cuatro personas para crear nuestra propia línea de transporte conjunta, aunque es cierto que el número de usuarios no es muy elevado, pero haberlos los hay.

Y a estas alturas, cuando todo parece pintar muy bien sobre el papel, os estaréis preguntando el porqué de la puntuación recibida en este análisis… pues bien, el apartado audiovisual tiene la culpa. El apartado técnico es muy mejorable, comenzando por un nivel de detalle y nivel gráfico que parece haber empeorado respecto a entregas anteriores – en serio, Bus Simulator 18 se sigue viendo genial-, pero lo que más grave es un rendimiento mediocre, el cual necesita unos requisitos altos para poder funcionar de manera correcta, en los ordenadores de gama baja el rendimiento es directamente horroroso y en ocasiones injugable, algo dificil de entender cuando tampoco es que estemos ante ninguna bestia gráfica.

Para redondear la cosa, en su estado actual el juego cuenta con numerosos bugs y glitches que pueden llegar a arruinar la experiencia, algunos parcialmente arreglados con los últimos parches, pero todavía se pueden ver fallos tan molestos como que desaparezcan NPCs o elementos con los que tienes que interactuar y te obliguen a reiniciar la misión, una IA deficiente que se queda un buen rato parada con el semáforo en verde, intermitentes que se quitan por sí solos en mitad de la maniobra y te rompe la puntuación por buena conducta… o directamente fallos de animación donde los pasajeros quedan suspendidos en el aire o se atraviesan entre ellos. Podemos terminar de hablar del tema mencionando otros detalles menores como una interfaz enana en la que cuesta leer los subtítulos o las animaciones de los personajes que prácticamente son maniquíes andantes, pero son minucias al lado de todo lo mencionado anteriormente.

En cuanto al manejo del bus en cuestión tampoco es que nos llevemos una alegría, las físicas son poco realistas, con un giro totalmente exagerado e impropio de cómo se comportaría este tipo de vehículos en la vida real. Por suerte, como ya dije anteriormente, esto lo podremos configurar todo a nuestro gusto desde el menú de opciones, aunque nos obligará a estar un buen rato toqueteando parámetros. Es de agradecer, eso sí, la total compatibilidad con volantes y poder mover la vista con el sistema trackIR, lo cual hace mejorar bastante la experiencia de juego.

Concluyendo ya, Bus Simulator 21 es un juego que con más trabajo detrás podría haber llegado a ser bastante divertido, pero sus numerosos fallos empañan bastante la jugabilidad. Es una pena porque está plagado de opciones interesantes y un nivel de personalización tremendo que podría haber dado muchísimo juego, pero ahora mismo hay opciones mucho mejores incluso dentro de su propia franquicia. Esperemos que Stillalive vaya puliendo el juego poco a poco a través de parches y actualizaciones hasta dejarlo en las condiciones que se merece.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Homerun PR