CARIMARA: Beneath the Forlorn Limbs nos propone dos historias muy clásicas, dentro y fuera de este videojuego. La que queda dentro, un cuento tradicional muy europeo, con sus bosques oscuros y tenebrosos, llenos de misterio y criaturas mágicas. También de ancestralidad y magia. Una historia donde una criatura folclórica clásica debe resolver un misterio en un «cuento» de una hora de duración.
Fuera del juego, tenemos otro desarrollo llevado a hombros en grandísima medida por una sola persona, el francés firmante como Bastinus Rex. Como pasa tanto, la falta de medios agudiza el ingenio para conseguir tanto un apartado visual, artístico y sonoro solvente y muy resultón, como un gameplay basado en un control sencillo, con un desarrollo bien medido. Y como todo buen cuento, necesita de un editor con ojo para el talento, que aquí recae en CRITICAL REFLEX.
Veamos pues qué propone este cuento jugable.
CARIMARA: Beneath the forlorn limbs, o como se traducirá cuando elijamos el español como idioma -buen detalle este… aunque ya lo habéis visto arriba- «Murmurios de Ramas Enterradas», empieza poniéndonos en la piel de la criatura que da nombre al juego. Porque las carimaras son criaturas del folclore nórdico, nacidas del musgo y la luz. Encarnamos a uno de esos seres que llega avisado por un extraño anuncio de una aún más extraña anciana, en una cabaña perdida en medio del bosque. Algo pasa en su casa y somos el único ser que ha respondido para que resolvamos la situación «¿Cual?». Ahí empezamos, ya que esta aventura nos propone algo parecido a una partida de Cluedo.
Moviéndonos en primera persona, nuestro personaje es mudo pero tiene un talento mágico de «acumular comunicación» usando cartas. Empezamos a jugar solo con dos, ampliando su número a medida que investiguemos y conversemos con los escasos personajes que encontraremos en un escenario con más posibles que ese somero vistazo inicial nos ofrecerá.
Esas cartas sirven tanto para ampliar las conversaciones, como para generar más interacciones. Entonces, queda claro que el avance en nuestra aventura detectivesca tiene como gran objetivo conseguir el mayor número de cartas.
El juego tiene el buen detalle de hacer que las interacciones no sean un faro luminoso a metros de distancia, sino que moderando la velocidad y observando de forma más calmada, descubriremos esos puntos de interacción que nos proporcionarán cartas, además de poder servir para algo más en según qué casos.
Otro punto vital de CARIMARA: Beneath the forlorn limbs son las conversaciones generadas en base a la información que vamos recavando. No se trata tan solo de presentar una carta a un personaje y que pueda -o no- llevarnos a una nueva dirección, sino en algunos casos de comprender realmente qué nos está diciendo. Porque cuando nos toque resolver ese misterio que oculta el juego, será mucho más fácil y satisfactorio comprender lo que hacemos, que tirar del simple azar y ensayo/error. De hecho, espero que ningún jugador sea tan tarugo de acudir a esto último, porque superará esa hora de duración estimada y romperá el encanto de comprender que ha pasado realmente. No necesitamos conseguir todas las cartas para concluir el misterio. Pero encontrarlas y usarlas todas sí nos ayudará enormemente a entenderlo.
Sin haber ya mucho más que añadir, concluiríamos que CARIMARA: Beneath the forlorn limbs tiene todo lo que nos gusta de una buena aventura en una taza de un sabroso caldo con muy buenos ingredientes: diseño artístico, encanto, ambientación, progresión muy estimulante y bien calculada, personalidad… Pero no puedo dejar de pensar que quizás es más breve de lo que me gustaría. Porque realmente me ha gustado bastante. A veces la brevedad es salud, pero otras es quedarse con ganas de más por la calidad de lo que nos han servido, mostrando como rápidos ejemplos Arrog, The Many Pieces of Mr. Coo, o Papetura. Precisamente aquí también tenemos la ventaja de un bajo precio, ‘como una buena tostada’ en palabras de su autor. Y yo invito a tomársela sin miramientos.
Como último apunte, Bastinus Rex es un culo inquieto y ya tiene también en el horno el extraño, estrafalario y extravagante TRIP, con demo ya en Steam. Pues entre este juego y aquella demo, tengo ya en el radar a este artista de la parte más indie y autoral del espectro del videojuego.