Citizen Sleeper 2: Starward Vector es una de las secuelas que más esperaba. La primera parte, estrenada en 2022, es una absoluta joya, con una descarnada representación del futuro de la humanidad. La segunda parte ahonda aún más en ese mundo venidero, aunque nuestro personaje posee una nave propia, y viajará por todo el sector. Puede sonar fácil, pero no lo va a ser.
Citizen Sleeper 2: Starward Vector es un juego narrativo y de rol, donde nuestro objetivo es sobrevivir un día más. Las mecánicas del juego son sencillas de entender, y a mi parecer esa es una de las mayores virtudes del título. El juego se divide en ciclos -o días, pero en el espacio eso es más difícil de medir, claro está-. Cada uno de esos días tendremos una “pool” –o grupo- de dados de seis caras que tiraremos al comienzo del ciclo. Cada uno de ellos lo usaremos para llevar a cabo una acción. Cuando se gasten, tocará ir a dormir hasta el próximo día. Simple, sencillo y efectivo. Y creo que sobra decirlo, pero en este título, el 90% del tiempo estaremos leyendo. Tened eso en mente.
Pero la historia no será tan fácil. Somos un “Sleeper”, un humano cuya mente se ha digitalizado e introducido en una cuerpo robótico. Nada más comenzar a jugar podemos elegir entre tres diferentes Sleepers, cada uno versado en una actividad distinta. Las cinco características son Aguante, Ingeniería, Intuición, Interfaz e Implicación. Cada una sirve para una cosa, pero todas ellas tendrán sus usos.
Cada característica nos dará bonos a las tiradas. Por ejemplo, si necesitamos llevar a cabo una acción que requiera de Intuición pero nuestro personaje es un manta en esa habilidad, un cuatro se convertirá en un mísero dos. Sin embargo, como ya he dicho, se trata de un juego de rol. Probablemente haya otra forma de hacer las cosas. Y si esa cosa se nos da especialmente bien, el cuatro de antes se convertirá en un seis. Es aquí donde reside el éxito de Citizen Sleeper 2: Starward Vector, en saber usar bien los dados.
A veces los dados nos juegan malas pasadas, y después de un evento podemos “glitchear” el dado. Estos errores harán que las posibilidades de fallar un dado aumenten considerablemente, pero una vez gastado se repara para que la próxima vez podamos hacer uso normal del mismo. También podemos romper los dados de forma permanente, pero es tarea complicada hacerlo, sobre todo en las dificultades normales.
Además de los dados, tendremos que tener en consideración otros dos aspectos del juego. El primero es la energía, la cual usaremos día a día; además, si fallamos algunas de las tiradas, una de las posibilidades es que perdamos parte de esa energía. Tendremos que comer para recuperarla, y eso nos costará dinero. La segunda mecánica es el estrés. Tendremos que vigilarlo porque también afectará a los dados. El estrés puede varias por varios motivos, siendo uno de ellos llevar a cabo acciones estando hambriento. En general estas mecánicas no dan problemas si tenemos un poco de cuidado.
Mejorar al personaje es bastante sencillo, cuando cumplimos un objetivo menor nos dan un punto, y cuando cumplimos un objetivo principal, dos puntos. Además de mejorar las características -que nos costarán cuatro puntos-, también hay unas habilidades que podemos desbloquear -costando estas dos puntos-. En el personaje que yo elegí, las mejoras de habilidades sirve para relanzar dados, recuperando estrés en el proceso con determinadas tiradas y algunas otras capacidades. Personalmente, no me han interesado mucho estas mejoras, y he esperado para mejorar las características, a pesar de que sean más caras.
Todo esto que cuento ya aparecía en el primer Citizen Sleeper, pero ahora vamos a hablar de las novedades de Starward Vector. Innovar en este juego parece complicado, y la verdad que lo ha sido. El juego ofrece contratos, que son misiones a las que accederemos yendo con nuestra nave. Estas tienen mecánicas parecidas a las anteriormente vistas, pero podremos usar a personas de nuestra tripulación para llevarlas a cabo. Además, necesitaremos comprar combustible y suministros para poder estar el suficiente tiempo lejos de la base. Además, se añade otra capa de dificultad con las crisis, que harán que el contrato falle si no las atajamos a tiempo. Como novedad, es interesante, pero es prácticamente una extensión de lo ya visto con ligeros toques. Creo que alguna buena vuelta de tuerca estaría bien, pero también es cierto que no hay que tocar lo que funciona.
Visualmente, el juego se mantiene inmejorable. En vez de ser el rojo el color principal, es el amarillo. Como fan del rojo, el color de ir más rápido, este cambio no me entusiasma, pero en lo que respecta a diseños y arte, el juego sigue siendo de un diez redondo. La música sigue trayéndonos temas electrónicos ambientales que casan perfectamente con el crudo futuro que nos ofrece Citizen Sleeper 2: Starward Vector. Los efectos de sonido son tan buenos como en el primero, con sonidos que te llevan a las naves o estaciones en las que se desarrolla el título.
En resumen, Citizen Sleeper 2: Starward Vector es una secuela continuista de la primera parte. Si jugaste a ese juego, es muy probable que os suenen la mayoría de cosas. En general es bastante continuista, pero la escritura y la calidad general siguen a un nivel muy alto. Si el primero os gustó, o si simplemente os gusta la ciencia ficción cruda, haceos con este. No os arrepentiréis.