Delta Squad es otro de esos juegos que salen entre tantos lanzamientos a granel, un juego en el que a priori nadie se fijaría al considerar que hay opciones mejores, pero si le damos una oportunidad a este juego del estudio valenciano Eskema Games y distribuido por Ratalaika Games, a lo mejor nos sorprende más de lo que pensábamos en un principio.

Delta Squad se engloba dentro del universo «Fullblast» -juego que ya analizamos también en nuestra web-, desarrollado en aquella ocasión por el estudio UFO Crash Games pero perteneciente también a su fundador Alejandro Pérez. En esta ocasión, pasamos a un twin stick shooter ambientado tiempo después de la invasión alienígena de Fullblast, cuando un científico loco ruso ha desatado un virus que ha convertido a la población en zombi. Le toca ahora al escuadrón Delta salir a campo abierto y acabar con la amenaza a tiro limpio.

Este juego se inspira y toma pinceladas de los clásicos arcades de la época como Commando o Mercs entre otros para ofrecer un juego en el que nos van a fastidiar bien si nos descuidamos lo más mínimo. Contaremos con cuatro personajes seleccionables: infantería, pesado, médico e ingeniero, cada uno de ellos con sus propios atributos y armas concretas. En cuanto seleccionemos a nuestro preferido, ya podemos ponernos a repartir leña.

El manejo es bastante sencillo, pues aparte de movernos y apuntar con los sticks, solo contamos con tres botones para hacerlo todo: uno para disparar, otro para arma especial y otro para rodar y/o esquivar. Y no necesitamos más, la sencillez por bandera es lo que han querido proponer desde Eskema Games y lo han conseguido, aunque quizás demasiado. Algunos aspectos están un tanto descuidados, como por ejemplo el lento movimiento del personaje independientemente de sus estadísticas, al igual que el de los enemigos, por lo que es un juego bastante pausado para lo que viene siendo habitual en este género y le quita parte de la gracia.

De modos de juegos anda más bien escaso, pues solo contaremos con dos modos: campaña y supervivencia. En el primer modo, tendremos que ir superando una serie de objetivos tales como matar a cierto número de enemigos, recolectar muestras del virus o mantener a varias personas con vida durante un ataque. Contaremos con cinco escenarios diferentes que tendremos que ir completando, todos ellos de un tamaño enorme y siendo muy fácil perderse. Para ello contaremos con un hud perfectamente integrado a los pies de nuestro protagonista y que nos mostrará tanto nuestra salud restante como un indicador de a donde tenemos que ir a continuación.

Lo malo de estos niveles, aparte de la reducida velocidad de nuestro personaje y el tedio que supone ir de un lado a otro o equivocarse de camino, es que necesitan completarse de un tirón, pues si morimos nos toca empezar el nivel desde cero y ya os avanzo que la duración de cada uno está entre los 40 y 50 minutos. Esto también se suma al progreso de la propia campaña, pues no tenemos guardado de ningún tipo y tendremos que completarla de una sentada, lo que lo hace inviable para partidas cortas pues completarla nos puede llevar unas 4 horas seguidas, tiempo del que no todo el mundo dispone.

Para eso tenemos el otro modo de juego, supervivencia, que se adapta más a los que solo tienen un rato libre. Como habréis adivinado, se trata del habitual modo de juego en el que los enemigos vendrán en oleadas infinitas y tendremos que sobrevivir el máximo tiempo posible. Cada cinco rondas nos tendremos que enfrentar a un minijefe con su propia barra de vida y la verdad es que no nos va a resultar ningún paseo.

Como no podía ser de otra forma, la mejor manera de disfrutar de este juego es con el multijugador. Hasta 4 jugadores podrán unirse a una partida, tanto en la campaña como en supervivencia. La parte negativa es que solo podremos hacerlo de manera local, ni rastro de un modo online que le hubiese venido muy bien, aunque entendemos que en un juego de estas características hubiese sido muy costoso tanto incluirlo como mantenerlo.

En el apartado gráfico es donde tampoco da la talla, con modelados y diseños muy simples y dignos de generaciones pasadas, aunque coloridos y con un toque cartoon. Los escenarios son muy parecidos entre sí, incluso aunque muestre paisajes tan diferentes entre ellos. En cuanto al sonido, nos vamos a encontrar principalmente melodías de corte militar que, aunque están ahí casi de relleno, reconozco que están más trabajadas de lo que suele ser habitual.

¿Hay opciones mejores que Delta Squad? por supuesto, ¿es un mal juego? para nada. A pesar de su simpleza y su más que evidente austero presupuesto, es un juego que entretiene y viene bien para matar esos ratos muertos. No es ninguna maravilla, pero tampoco es un desastre, y cuando nos juntamos con tres colegas más puede llegar a ser muy divertido. Además, su reducido precio lo hace aún más atractivo.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Ratalaika Games