Digimon, el eterno segundón de las mascotas digitales. Si bien es cierto que su origen no se basa en los videojuegos si no en una línea de «tamagotchis» enfocada al público adolescente, las comparaciones nunca han cesado con su competencia directa. Por norma general siempre se ha decretado que Pokémon es mejor en juegos mientras que Digimon lo es en sus series de anime, dónde la primera y tercera temporadas eran brillantes. Es cierto que Digimon lo ha intentado de muchas maneras en el mundo del ocio electrónico, con mayor o menor fortuna, aunque parece que nunca ha conseguido dar con la tecla. ¿Lo consigue Digimon Story Cyber Sleuth: Complete Edition?

La reciente Complete Edition consta de sus dos entregas recopiladas en un único lanzamiento: Digimon Story Cyber Sleuth de 2015 y Digimon Story: Cyber Sleuth Hacker’s Memory en 2017, los cuales no se tratan de una historia continuada, sino de una historia paralela con otros protagonistas.

En Cyber Sleuth podemos elegir el sexo de nuestro personaje y encarnamos a un detective especializado en crímenes digitales, mientras que en Hacker’s Memories no podemos elegir protagonista y trabajaremos cómo hackers con buen corazón, ayudando a todo aquel que lo requiera mientras sus motivos sean nobles. Hacker’s Memory cuenta con más especies de digimon y unas pequeñas adiciones jugables, que ahora también están disponibles en su primera entrega.

Digimon ha tenido videojuegos de todos los gustos y colores, pero en esta ocasión nos encontramos con un JRPG por turnos, con combates de máximo 3vs3 y con una reserva máxima de 8, los cuales podrán entrar y salir del combate a cambio de un turno, determinados estos por la velocidad del digimon en cuestión. Las ventajas están basadas en el clásico modelo de piedra/papel/tijera, pero con una doble capa de profundidad. Pues no sólo importa el tipo del que sea el digimon, sino también la afinidad a un elemento.

Las criaturas se dividen en Vacuna, Virus y Datos. Vacuna tiene ventaja sobre virus, virus sobre datos y datos frente a vacuna, lo que jugablemente se manifiesta en daño x2 y defensa x2. Aparte del tipo tenemos que contar con la afinidad, la cual consta de 2 tríos elementales -Fuego, Planta, Agua y Aire, Tierra y Electricidad- y un dúo aparte -luz y oscuridad- efectivos entre sí. La efectividad repercute en un daño de x1.5 pero sin bonificación de defensa. Por último, también están presentes, aunque son raros de ver, digimons neutros, tanto de tipo cómo de afinidad, por lo que su daño recibido y causado siempre será neutro

En resumen, el daño que podemos causar se mueve en un abanico de x3 y x0.5, por lo que elegir las criaturas que formaran nuestro equipo será clave para afrontar las batallas con éxito. Y el juego nos da facilidades para ello al estar presentes más de 340 criaturas a nuestra disposición.

Tener tantas posibilidades puede hacernos pensar que siempre que llevemos al equipo adecuado tendremos una ventaja absurda frente a nuestro adversario y es cierto en la historia principal y en el nivel de dificultad normal, pero en desafíos opcionales y en dificultad difícil, el juego exige tener un equipo totalmente apto y bien entrenado para poder salir adelante.

Cada combate nos otorgará dinero y experiencia a todos los integrantes del equipo por igual, hayan sido combatientes o reservas. Y aparte también nos aumentará en un punto el nivel de CAM -amistad-, con un máximo de 100, aunque sólo a los 3 digimons que hayan participado activamente en el combate. Mientras más alto sea el CAM, más probabilidades tendrá el digimon de desenvolverse correctamente en combate, otorgándole ventajas cómo combos.

En la inmensa mayoría de JRPGs el progreso de nuestro equipo se mide por su nivel, aquí no es más que un valor que determina el poder de nuestra criatura, y lo que es más importante, un requisito para la evolución.

No debemos encariñarnos demasiado con un determinado compañero, su forma actual siempre será temporal, incluso si ha alcanzado su máxima etapa evolutiva. Pues a diferencia de Pokémon, un digimon no cuenta con una línea fija evolutiva, si no con muchas ramificaciones, por lo que podremos evolucionar e involucionar a placer siempre que cumplamos con los requisitos. Cómo un nivel en cuestión; superar ciertos valores de ataque, defensa… la anterior citada CAM y la más importante, ABI.

ABI es un atributo que poseen todos los digimon y es clave para alcanzar las formas evolutivas finales, todos los digimons para llegar a su etapa final requieren un mínimo, y algunos valores ciertamente altos. Este valor aumenta a medida que la criatura evoluciona e involuciona. Lo que nos obligará a cambiar de forma determinadas veces para poder tener un flamante monstruo digital en su etapa final.

Nuestro equipo constará de un máximo de 11 compañeros, limitados por el número máximo de memoria que tengamos disponible, la cual irá aumentando a medida que avanzamos en el juego. Mientras más poderoso sea el Digimon, más memoria consumirá tenerlo en el equipo. En un principio no podremos llevar más de 3 o 4 compañeros de etapas inferiores, pero al final seremos capaces de poseer un equipo de 11 digimons con su forma final sin problemas.

Los que no vengan con nosotros los podremos guardar en el banco digital, un recinto con múltiples opciones, allí podremos almacenar, organizar y digievolucionar a placer a los digimons. O resguardarlos en la digigranja, un escenario digital dónde solo por estar allí ganan experiencia, y dónde podremos entrenarlos para aumentar sus estadísticas o hacer que desarrollen objetos o nos encuentren misiones para realizar.

En la granja también podremos aumentar los atributos base de los Digimon. Mientras más ABI, más fuertes se volverán, por lo que este atributo es la piedra angular del crecimiento de los digimon, tanto en forma cómo en poder.

Ambos juegos están estructurados en un mundo semiabierto, dónde podremos cambiar de zona libremente a medida que las vamos desbloqueando. También contamos con nuestro propio «cuartel general» dónde podremos acceder al banco digimon y aceptar misiones, que nos irán llegando. Todas ellas, ya sean opcionales o principales nos las asignaran en el mismo lugar.

El mundo está dividido en dos mundos paralelos. El humano, ambientado en el japón actual con barrios basados en mundo real,  y Eden, una suerte de Internet dónde se encuentran las mazmorras típicas de los JRPGs clásicos con encuentros aleatorios. Eden en sí puede resultar un jarro de agua fría para los que esperaran visitar el mundo digital, pues toda la acción del juego se sitúa allí, casi en su totalidad con un diseño monótono y repetitivo. Por lo que no podremos disfrutar de la variedad de biomas y ambientaciones que hemos visto en otros títulos de la franquicia y en las adaptaciones de manga y anime.

El juego dispone de mucho contenido, aparte del modo historia y sidequests tendremos modo coliseo, dónde entablar combates consecutivos y que resultan todo un desafío. Y hasta un modo online, donde podremos retar con nuestro equipo favorito a otros jugadores alrededor del mundo. Además de un modo «Nueva partida +», dónde desde un principio contaremos con todo nuestro progreso anterior disponible: objetos, digimons… y memoria. Por lo que podremos contar con un equipo totalmente formado desde el inicio del juego.

El apartado visual es en general discreto, en su versión de PC corre a unos flamantes 60fps y cuenta con resolución 4K, pero al fin y al cabo son juegos pensados para PSVita, y eso se nota, sobre todo en contadas criaturas que tienen un modelado muy básico, aunque son muy pocas. Y tanto los figurantes cómo la mayoría de NPCs son personajes de aspecto clónico, dónde muy pocos destacan por encima del resto a parte de los personajes principales

El apartado sonoro es uno de sus puntos flojos, los efectos de sonido son aceptables y tiene buenos temas musicales, pero muy escasos. Por ejemplo, el tema de batalla siempre será el básico, igual que el del boss, y siempre estemos ante una situación tensa estas siempre tendrán la misma melodía a lo largo de todo el juego.

Por último, un gran punto negativo es su localización. Pues no está disponible en castellano. Voces en Ingles y Japones y subtítulos solamente en inglés. No pide un nivel alto y cómo en muchos títulos del género, la mayoría de las conversaciones son intrascendentes, pero a estas alturas molesta no ver un título traducido a nuestro idioma.

En resumen, Digimon Story Cyber Sleuth: Complete Edition es un JRPG competente, con un sistema de combate sólido, vistos y entretenido que sabe ofrecer retos para no aburrir al jugador. Esto sumado a su gran baza, la colección y crianza de digimons, hacen las delicias de los fans de la franquicia. Un título que te atrapará si logras conectar con él y que alcanzar fácilmente el centenar de horas de entretenimiento digital.