Todos nos hemos emborrachado alguna vez ¿Qué hay de malo en ello? Y sabemos que cuando nos emborrachamos podemos encontrarnos con otras personas borrachas y/o opuestas a nuestra forma de ver el mundo con ese alcohol en nuestro cuerpo ¿No es cierto? Y… oye, a veces las cosas se complican ¿Verdad? No somos violentos pero nos toca llegar a las manos y/o mearnos sobre ellos. Drunken Fist no es un videojuego, es una historia de la vida, de nuestras vidas.

Vale, la nota de la entrada hace el spoiler, Drunken Fist no es un buen juego, o a mi no me ha parecido un buen juego. Ese es el tema con esta introducción, algo tan clásico como una idea interesante o graciosa que no se lleva bien a cabo. Un ‘yo contra el barrio’ bajo el prisma del alcohol controlando a un personaje tajado como un cerdo, que tiene que seguir tajándose además para culminar lo que sea que quiere conseguir. Sin duda, gracioso. También deficiente.

Drunken Fist: Totally Accurate Beat ‘em up se lanzó en PC en 2019 por parte de DEKLAZON, y ahora se traslada a consolas porteado por Eastasiasoft Limited. Un beat’em up básico basado en la física, en la física de las borracheras mayormente. Tan básico que no tenemos aditamentos más allá de avanzar en las fases sin ninguna introducción, nudo, escenas de corte o argumento ¿Para qué? Somos un borracho de mal genio y sangre caliente, y nuestro objetivo es acabar en cada fase con los blancos que nos dicen, así como cumplir algunos requisitos, como evitar a la policía.

Todo es muy directo como digo, su único modo de juego nos pone en entornos 3D distorsionados por la mamada en un diseño visual low-poly que a ratos acentúa esa basicidad y pureza, y en otros, es limitado y feo con ganas. Aún con esa sencillez, el juego presenta un set de movimientos curioso, ya que sin ser elevado, ofrece una parte técnica que hace que no aporreemos botones por sistema, con un barrido y hasta esquive.

No parecerá elevado con los estándares que fue alcanzando el género, que a veces llevabas personajes casi similares a un Street Fighter o King of Fighters, o un Virtua Fighter o Tekken en su vertiente 3D. Como digo, ese set da juego a la hora de plantear los combates y situaciones, porque además dependemos de una barra de stamina y nuestros golpes y combos deben estructurarse a lo que tenemos en pantalla. Bueno, o así sería si todo funcionase, que no lo hace en muchos momentos.

A ver, manejar al mamao es divertido y algo desesperante de primeras, cuando digo lo de las físicas de borrachera es literal. El mamao se menea para todos los lados, la cámara también se mueve como le da, debemos regular la velocidad y dirección con cabeza porque es muy fácil tropezar y esmorrarse contra el suelo por ir rápido o no calcular bien nuestras acciones. No tendría que haber nada malo en ello, sería un control y sistema de juego que habría que domar y comprender, si el juego estuviera preparado para ello.

En diferentes fases la progresión y el caos que vamos desatando nos lleva a situaciones cada vez más complicadas, es lo suyo, con enemigos cada vez más variopintos pasados los jóvenes borrachos, macarras y policías, pero tampoco muy variados. Todo es muy simple en su diseño de niveles y avance en los mismos. Pero su nefasto sistema de físicas y deficiente sistema de juego hace que ni eso tan básico se pueda disfrutar sin más pretensiones y dejarnos un agradable rato.

Un juego que se basa y se vende tanto por esa vertiente de sus físicas tan especiales no puede fallar tanto en las colisiones, contacto y construcción de los cuerpos. Una cosa es que estando borrachos nos cueste encarar a los enemigos -y que nuestros golpes se vayan a Parla, haciéndonos gastar stamina y dejándonos a merced de los rivales-, otra que atravesemos a los rivales, la cámara nos venda y esas físicas sean no solo deficientes sino caprichosas además. He estado caminando un trecho sin pulsar una puñetera dirección del pad, el tambaleo borrachil llevaba a mi personaje a moverse sin control, las peleas son un desastre.

Tenemos que gestionar el nivel de alcohol, nuestra vitalidad, la estamina y… la orina. El alcohol baja progresivamente, y hay que encontrar y acumular botellas dispersas por el escenario. La vitalidad se recupera con hamburguesas también dispersas y de uso libre, pero la perdemos no solo por golpes y escoñarnos contra el suelo, sino cuando nuestro nivel de alcohol cae o no meamos regularmente.

Por tanto, necesitamos beber regularmente y mear religiosamente para seguir funcionando. Nuestra agüita amarilla también ofrece un ‘arma’ para noquear al enemigo si la usamos estratégicamente para que resbalen en ella -evidentemente, nosotros también podemos irnos al suelo al pisarla-. La capa de profundidad del juego viene de sus movimientos y esquiva como de controlar estos parámetros.

Pero es lo que digo: no funciona. Lo que se siente como una broma y hasta un juego amateur estudiantil se estira en unas cuantas fases y unas 5 horas de juego, mientras las peleas son horribles y la dependencia de mantener el alcohol en sangre complica bastante las cosas al necesitar explorar un poco, con lo chungo que es moverse en ocasiones.

Así pues, diseño jugable muy simple, físicas deficientes al margen de lo que pretenden, combates precarios e irritantes por más que su premisa nos venda que es intencionado, cámara desquiciante, poca diversión real con el mando en la mano, técnicamente muy flojo, y hasta al humor le pongo pegas, siendo esto algo más personal, pero pasada la gracia inicial solo es estirar el -moderado- chiste con situaciones que intentan ofrecer algo nuevo, como los pijos y gente de corbata, pero ni queda bien al jugar ni conseguía sacarme una sonrisa en muchos casos.

En 33bits nos encanta traer todo tipo de propuestas aparentemente menores, independientes, de autor y que escapan a los circuitos comerciales más visibles, por eso toda esta machacada me apena un poco. El juego en Steam está actualmente a menos de tres euros, pero se presenta en los bazares digitales de las consolas a ocho. Yo creo que ni eso eso vale, pero bueno, dado lo especial de su propuesta intentad echarle un ojo. Tal vez vosotros consigáis ver lo que mucha gente en Steam parece haber encontrado, pero yo no al probarlo ahora en consola.

 


Este análisis se ha realizado con una copia cedida por Eastasiasoft