Por todos es sabido que Ubisoft gusta mucho de exprimir y sacar la máxima rentabilidad a sus juegos y franquicias, a veces en forma de reediciones, remasterizaciones o simplemente secuelas. Far Cry 5 fue uno de los mayores éxitos de la compañía, convirtiéndose además en el más vendido de la saga y claro, un mundo tan rico y variado no podía quedar limitado a una sola entrega. Con esto en mente, regresamos al condado de Hope con Far Cry New Dawn.

Es inevitable hablar de la trama de este juego sin soltar un mínimo de spoilers, así que cuidado los que no hayáis jugado a la quinta entrega: Tras el final del 5, la región quedó asolada a causa de las bombas nucleares, convirtiendo el condado de Hope en un yermo. Tuvieron que pasar 18 años hasta que la flora y la fauna volvió a habitar en el lugar y los pocos supervivientes crearon asentamientos en las ruinas del pasado. La tranquilidad no duró mucho, no tardarían en hacer aparición las gemelas Mickey y Lou, líderes de la banda de «los salteadores» que comenzaron a dominar el lugar con miedo y violencia. Ahí es donde entramos nosotros, como un miembro de la resistencia contra los salteadores que sobrevive a un accidente de tren provocado por las gemelas y escapa del lugar.

Vamos a dejar una cosa clara para que no haya confusión: Far Cry New Dawn es una entrega reciclada pura y dura, nunca han querido ocultarlo y así es como se ha promocionado. Mismo mapa, mismo lugar, mismas localizaciones, mismos personajes, mismas armas…..todo en este juego es igual que en Far Cry 5, salvo la trama y la nueva ambientación como es lógico. Sin embargo, el mapa se nota vacío y muy desaprovechado, incluso da sensación de ser más pequeño a pesar de ser el mismo, han desaparecido gran parte de las actividades y misiones secundarias que le daban vida al juego original, como los coleccionables o los divertidos desafíos de Clutch Nixon.

 

Otra de las cosas que choca es el poco partido que le saca al entorno postapocalíptico, ya que se trata de un postapocalipsis «realista» similar al que ocurriría en la vida real, hay pocas cosas que te transmitan la sensación de dicho entorno en el juego salvo las casas medio destrozadas y poco más. No hay radiación, no hay mutantes y las especies animales son las mismas, incluso todo el entorno posee una extraña paleta de colores vivos totalmente inusual, más que un apocalipsis nuclear parece que simplemente haya pasado un tornado o un terremoto. Lo mismo ocurre con las armas: a pesar de que algunas sí que parecen ensambladas a mano, el resto son las mismas armas reales con pequeños añadidos artesanales, como por ejemplo una lona enrollada a modo de silenciador o un mango de destornillador como agarre.

Con este panorama, los puntos fuertes del juego no tienen más remedio que ser la trama y los nuevos personajes, sin embargo estos tampoco están a la altura respecto al original, quedándose en una simple historia de venganza con unas villanas sin trasfondo alguno y secundarios que prácticamente ni hacen ni aportan nada al argumento. El bando de los buenos gira, o pretende girar, en torno a la familia Rye: Nick -el piloto que podíamos seleccionar como acompañante en la quinta entrega-, su mujer Kim y su hija Carmina. Entre los tres lideran el refugio de la resistencia, el cual nos sirve como base de operaciones y debemos ir mejorando mediante la búsqueda de recursos y nuevos aliados.

Respecto a la jugabilidad apenas hay variaciones, el gunplay sigue siendo tan bueno y divertido como siempre. En esta ocasión, tanto los enemigos como las armas se dividen en categorías -existiendo las categorías I, II, III y élite-. Evidentemente, a mayor categoría, más daño realizan y más duraderos son los enemigos. Sin embargo es relativamente fácil conseguir las armas de mayor nivel en etapas tempranas del juego, convirtiendo nuestra aventura en prácticamente un paseo.

Por si esto fuera poco, regresan los acompañantes a los que podremos reclutar y seleccionar para que nos echen una mano, haciendo la cosa aún más fácil. Algunos de ellos son viejos conocidos -como el padre Jerome o Hurk Jr-, aunque la mayoría serán nuevos y con diferentes habilidades, desde búsqueda de objetos hasta artillería pesada, de forma que habrá gran variedad para adaptarse a nuestro estilo de juego. Estos acompañantes irán aumentando su nivel de habilidades y destrezas a medida que vayan matando enemigos, haciéndose aún más fuertes si cabe y convirtiendo el juego en un reto completamente nulo. Aunque si preferimos jugar con alguien que no sea la IA, será posible hacerlo gracias al modo cooperativo online, que nos permitirá pasarnos la campaña junto a otro jugador.

Regresan también los famosos puestos enemigos, que ya son todo un clásico en la saga, aunque esta vez con variaciones. Al liberar un puesto, nos obsequiarán con etanol -entre otras recompensas-, que es un elemento obligatorio para mejorar nuestra base y solo es posible conseguirlo de esta manera. Una vez liberado el puesto, si queremos más etanol será posible rejugar la misión para liberarlo de nuevo, pero esta vez con más y mejores enemigos. Podremos conquistar estas bases hasta en tres dificultades diferentes.

Una de las novedades que se han añadido en esta entrega son las expediciones, las cuales no solo nos permiten conseguir de golpe un gran lote de materiales, sino también visitar zonas totalmente diferentes al condado de Hope como por ejemplo el desierto de Arizona, Louisiana o incluso la prisión de Alcatraz, entre otras. En estas incursiones, nuestra misión consistirá en infiltrarnos en la base enemiga, robar el cargamento y llegar hasta la zona de recogida en donde el helicóptero nos llevará de vuelta a casa. Puede parecer simple, pero una vez robado el paquete dispondremos de 30 segundos antes de que se ponga en marcha el localizador GPS y los enemigos vengan a por nosotros con toda la artillería. Sin duda es una gran forma de darle más variedad al juego y a su vez aprovechar para mostrarnos entornos distintos a los habituales sin tener que dedicarles un juego propio.

Se mantiene igual el nuevo sistema de progresión aparecido en Far Cry 5: el sistema de talentos, que viene a sustituir al típico árbol de habilidades a base de puntos de experiencia que se había utilizado hasta ahora. Si realizamos una serie de desafíos de la lista que nos ofrecen -como matar X cantidad de enemigos con determinada arma, recorrer cierta distancia en coche, etc…- nos obsequiarán con puntos de talento que posteriormente podremos canjear por nuevos movimientos, mejoras de salud o más espacio de inventario. También es posible conseguir estos puntos en el interior de los búnkeres, que son otros de los elementos más divertidos del juego y requieren resolver un pequeño puzle para poder acceder a su interior.

El apartado de sonido, en general, es bastante bueno. El doblaje español no está nada mal, aunque algunos personajes están mejor doblados que otros y la mayoría de las voces casan con las personalidades de los personajes del juego. La banda sonora compuesta para el propio juego es bastante floja, nada que ver con la excelencia alcanzada en su precuela, donde Ubisoft nos regaló una de las mejores BSOs de la generación. No ocurre lo mismo con las canciones licenciadas que sonarán en la radio, que ha subido bastante el nivel, es una gozada recorrer el mapeado en coche mientras escuchamos temas de Die Antwoord, Run the Jewels, Steve Aoki, Jack Ely o The Monkees, entre muchos otros.

La duración en esta ocasión es más corta que la del resto de juegos de la saga, con alrededor de entre 15 y 20 horas para explorar y conseguirlo todo dependiendo de nuestra manera de jugar. Le pesa mucho la ausencia de coleccionables y sitios de interés en un mapeado tan amplio, estando este totalmente desaprovechado. A eso hay que sumarle que el contenido postgame es prácticamente nulo, limitándose a terminar de hacer todo lo que nos quede pendiente.

Resumiendo, Far Cry New Dawn es un juego divertido y entretenido, pero se nota mucho su condición de spin-off. Se encuentra muy por debajo de Far Cry 5 en todos sus apartados, con una reutilización del mapa que podría haber dado mucho más de sí, ausencia de misiones secundarias de peso y una trama y personajes con los que no llegamos a conectar del todo. El apartado gráfico sin embargo está a la altura, dejándonos unas estampas realmente bellas y escenas impactantes, mientras que la jugabilidad apenas sufre cambios relevantes, lo cual no quiere decir que no sea adictiva como siempre. En general es un juego que os va a entretener de principio a fin, aunque siempre dejando esa sensación de que podría haber sido mejor.