Todos los géneros de videojuegos sufren cambios a lo largo de los años. Algunos implementan nuevas mecánicas que acaban derivando en juegos totalmente diferentes. Por ejemplo, los juegos de mundo abierto que hoy pueblan nuestras librerías nacen de la fusión entre aventura, acción y rol que ya implementó el primer Legend of Zelda. Mientras tanto, hay otros géneros que permanecen en el tiempo, casi hieráticos, viendo como todo cambia a su alrededor. Entre estos últimos podemos destacar los juegos de lucha y los beat ́em up. No creo que sea casualidad que estos dos géneros fueran de los más populares en los salones arcades. Su jugabilidad es sencilla, tan solo necesitamos un par de botones que efectúen golpes diferentes, bloqueos y un joystick para movernos. ¿Evolucionarán en el futuro?
El título que hoy analizamos no es otro que Fight’N Rage. Este juego ya ha sido reseñado dos veces en esta casa por nuestro compañero Fernando Sánchez, pero en esta ocasión os hablaremos sobre su versión para nueva generación, concretamente la sobremesa de Sony. Como bien comentábamos en anteriores reseñas, Fight’N Rage es una carta de amor a los clásicos beat ‘em up, trayéndoles al presente y recordándonos lo divertido que puede resultar encadenar puñetazos. En sus 2.5D tendremos que desplazarnos por sus escenarios golpeando a nuestros enemigos y evitando recibir daños para salvaguardar nuestras preciadas tres vidas. Podremos disfrutar en solitario o en cooperativo con hasta dos amigos más, aunque nada de online, tocará compartir sofá.
Jugablemente no podría ser más simple: un botón para pegar, otro para el ataque especial y otro para saltar. Este ataque especial, además de hacer bastante daño, nos proporcionará invulnerabilidad durante unos pocos segundos. Para poder utilizarlo tendremos que esperar unos segundos o pagar algo de vida si nos urge usarlo. Con esta sencilla base, el juego consigue que todo se centre en el posicionamiento y en hacerse con los patrones enemigos. No menospreciemos los combos que podemos llegar a hacer una vez tengamos al enemigo en nuestras manos para poder hacerle la mayor cantidad de daño. Como suele ser habitual, los escenarios están plagados de objetos que usar a nuestro favor, como armas o alimentos que restauran nuestra salud.
En Fight’N Rage tendremos un elenco de tres personajes dispuestos a dar mamporros: F. Norris, un versátil ninja; Gal, la más veloz de todos; y su opuesto, el toro Ricardo, que es lento pero ojo como te pille. Iremos desbloqueando más personajes según juguemos, nada de microtransacciones por aquí. Todos ellos están dispuestos, bajo tu mando, a enfrentarse a un grupo de mutantes que pretende dominar y esclavizar a la humanidad. Es en estos mutantes donde radica gran parte de la genialidad del diseño del juego, animales bípedos que no son meros masillas, cada uno tienen un diseño único: los gatos eléctricos nos meterán una descarga si nos descuidamos, las moscas intentarán aterrizar en nuestra cara con doloroso resultado, mientras que los guardaespaldas-lobo no dudarán en cargar hacia nosotros.
Entre los muchos modos que nos presenta, el que más destaca es su Arcade: durante las 2 horas aproximadas que dura esta campaña tendremos que tomar múltiples decisiones que nos llevarán, no solo a diferentes finales, sino también a ver escenarios y jefes distintos. Tras acabar por primera vez la historia se nos habilitará un modo supervivencia, retos de tiempo y de puntuación, e incluso un modo versus. Además, a medida que vayamos jugando conseguiremos monedas para desbloquear nuevos trajes. Para aumentar incluso aún más la jugabilidad, desbloquearemos personajes nuevos con sus propios movesets.
En cuanto a su apartado técnico, Fight’N Rage es todo un portento. Sus fondos y animaciones pixel art son del más alto nivel. El diseño de personajes y escenarios es muy reconocible y distintivo. En PlayStation 5 y Xbox Series, como ya hacía en sus otras versiones, se mueve a 60 fotogramas por segundo, dando la fluidez que el juego necesita, y si nuestro televisor o monitor es compatible, podremos jugarlo a 120 frames por segundo. La banda sonora nos recuerda a míticas como Streets of Rage con un toque hardcore. Por último, cabe destacar que este juego ha sido desarrollado por tan solo dos personas: Sebastián García como desarrollador y diseñador y Gonzalo Varela en la partitura.
Este análisis ha sido realizado en PlayStation 5 mediante una copia cedida por Jesús Fabre