¿Qué pasaría si Slay the Spire e Into the Breach tuvieran un hijo y le pusieran el traje de John Wick? No lo sé seguro -son dos videojuegos y un personaje de película-, pero muy probablemente el resultado sería muy parecido a este Fights in Tight Spaces, el nuevo título de Ground Shatter, donde controlaremos a un agente que deberá investigar una serie de casos. Oh, sí, los investigaremos. Con puñetazos. Con patadas. Y con cartas. Muchas cartas.

En Fights in Tight Spaces encarnaremos el rol del Agente 11, un espía sin nombre que tendrá el objetivo de acabar con cualquier banda u organización criminal que amenace al país. Y lo haremos, -casi- siempre a base de palos. Pero olvidaos, esto no es un juego de acción, es un juego de cartas.

A lo largo del juego tendremos distintos escenarios, de dificultad incremental -y teniendo que superar uno para poder jugar el siguiente- donde tendremos que recorrer, al estilo de Slay the Spire o el más reciente Inscryption, una serie de pequeños niveles para llegar a la otra punta del mapa. Cada nivel puede contener alguna decisión relativamente moral que acarreará unas consecuencias u otras, recuperar vida, obtener algunos ítems, o, probablemente, nos tocará pelear contra los malos.

Y aquí es donde viene la chicha, porque, como si de John Wick o Harry Hart se tratase, nuestro protagonista tendrá que comprender el escenario, las habilidades de los enemigos, y jugar con todo ello. Y lo haremos a base de cartas.

Cuando empecemos un escenario tendremos la posibilidad de elegir una serie de cartas para nuestro mazo. Estas cartas indicarán las acciones que podrá realizar el Agente 11 en sus peleas, ya sea un puñetazo, algún tipo de patada o, simplemente, moverse a otra casilla. Estas cartas las iremos robando del mazo durante las peleas y las utilizaremos para eliminar a todos los rivales que nos echen encima, así vengan con los puños desnudos o con un **** lanzallamas.

Esto dará lugar a un buen número de batallas tácticas, en un siempre mapa reducido que servirá de escenario para nuestras victorias y derrotas y que podremos utilizar consecuentemente. ¿Que el enemigo tiene una pared detrás? Lo podemos estampar contra ella, haciéndole más daño. ¿Que es una valla con un vacío detrás? Le podremos empujar y adiós enemigo. Ojo, que nuestros rivales pueden hacer lo mismo con nosotros, así que habrá que tenerlo en cuenta. El posicionamiento es esencial.

De hecho, el posicionamiento nos servirá para incluso conseguir que los enemigos se hagan daño entre ellos. Cada turno hay un orden de movimiento, muy al estilo Into the Breach, y si el enemigo va a disparar y nos movemos antes, podemos hacer que dispare al otro que teníamos detrás. Y sí, yo he hecho que dos caigan por sendos disparos entre ellos estando yo en medio y apartándome de ahí. Ni en Jungla de Cristal.

Las cartas se pueden agrupar en distintos estilos de lucha, por lo que podremos ser más agresivos, o especializarse en contraataques, por ejemplo. Será nuestra decisión elegir qué cartas queremos no solo al principio de la partida, sino más adentrados en ella donde podremos comprar otras cartas o subir de nivel las que tenemos.

Cada ataque además hará que aumente el momentum, o momento, una especie de indicador de combo que hará que nuestras estadísticas crezcan cuanto más crece el combo. Todo ello hasta, si queremos, utilizar cartas finales que requieren de un número acumulado de nivel de momento y que harán un daño importante si las utilizamos, a costa de reiniciar el contador de momento a 0. Ciertas acciones bajarán también el contador, como moverse sin atacar, por ejemplo.

Sí. Estos dos van a morir.

Todo eso ofrece unos combates vertiginosos, donde constantemente están pasando cosas, y donde tendremos que estar constantemente evaluando la situación para decidir el siguiente paso, moviéndonos o atacando. Es más, las coreografías que acaba ofreciendo cada partida pueden ser una delicia si nos sale el combate bien, y la gente de Ground Shatter lo sabe, dándonos la posibilidad de ver las repeticiones de los combates cuando estos acaben.

Fights in Tight Spaces es difícil, y si bien los primeros escenarios caerán de forma más o menos rápida, más adelante nos las veremos y desearemos para completar cada nivel. Por lo que si queréis un reto, podéis venir aquí tranquilos.

Hay que decir que su rejugabilidad está relativamente limitada. Y si bien los distintos estilos de lucha están bien, no llega al punto de las variedades entre personajes de Slay the Spire, por ejemplo.

Pero, y por ir ya concluyendo, con todo eso, estamos ante un juego más que notable, que hará las delicias de los aficionados a los juegos de mazos, a los de la estrategia por turnos y, por qué no, a los gustosos de coreografías de acción. Y si reúnes esas tres cosas, como es mi caso, Fights in Tight Spaces es imprescindible.

 


 Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Evolve PR