Si hablamos de los reyes de las recreativas en la década de los 90, seguramente se nos venga a nuestra mente Capcom y SNK como los máximos exponentes de las cabinas, pero hubo otras tantas que también hicieron su buena parte del trabajo. Konami fue una de ellas y en 1991 lanzaba Vendetta, un beat’em up bastante entretenido que nos hacía gastar nuestra paga en esta máquina. Ahora, 31 años después, su secuela llega a consolas de la mano de Bitmap Bureau y Numskull Games. Esto es Final Vendetta.

Aunque pueda parecer un título único, lo cierto es que Vendetta formaba parte de una trilogía de juegos desarrollados por Konami entre 1989 y 1993, siendo Crime Fighters la primera entrega, Vendetta su secuela y Violent Storm como tercera y última hasta la fecha. Final Vendetta no sigue ningún orden concreto dentro de la cronología de la saga, siendo más bien una especie de entrega independiente de las demás pero ambientada dentro del mismo mundo.

Todo empieza cuando los tres protagonistas, Claire, Duke y Miller, reciben una llamada de la banda Sindic8 avisándoles de que han secuestrado a la hermana pequeña de Claire como venganza por luchar contra el crimen organizado. Como es evidente, estos tres amigos se ponen manos a la obra a repartir guantazos hasta lograr rescatarla y desbaratar los planes de esta pandilla. Una historia simple y para salir del paso, pero no necesitamos más, como excusa para liarnos a tortas es más que suficiente.

Como casi siempre ocurre en este tipo de juegos, Final Vendetta nos traslada a un ambiente urbano en el que visitaremos los bajos fondos de la ciudad donde anidan los delincuentes de la más baja calaña, teniendo que recorrer callejones, discotecas o fábricas abandonadas, inspirándose principalmente en la saga Final Fight. En total tendremos 6 niveles que recorrer, aparte de algún que otro nivel bonus, no son muchos para un juego de este tipo pero más adelante veremos a qué se debe esto.

Respecto a la jugabilidad, esta es bastante sólida y efectiva a pesar de no ser muy profunda. Cada uno de los personajes tiene su propio estilo de lucha y forma de jugar -Miller es pesado y fuerte, Claire es ligera y rápida y Duke mantiene un equilibrio entre ambos- y la verdad es que el manejo es muy convincente, los golpes realmente se sienten contundentes y el movimiento de los personajes no se hace pesado. En general podemos calificar a la jugabilidad como «muy adictiva».

Hay que tener en cuenta que Final Vendetta pretende emular las sensaciones de las recreativas de principios de los 90 y lo consigue fielmente, aunque esto es así tanto para lo bueno como para lo malo. Se trata de un juego que tal y como está desarrollado, podría haberse puesto a la venta en 1990 y seguiría siendo igual de bueno sin cambio alguno, pero esto también quiere decir que cuenta con una jugabilidad un tanto arcaica que a día de hoy peca de simple y repetitiva, con un moveset poco variado y un sistema de combos regular. Uno de los problemas principales de este título es que actualmente existen beat’em ups que tienen una mayor profundidad y complejidad jugable, como Streets of Rage 4 o el más reciente TMNT Shredder’s Revenge, por lo que competir contra esos pesados no le hace ningún bien.

Sin embargo, su jugabilidad y la manera de avanzar en el juego sí que pretende ser diferente de todos los anteriores títulos mencionados. En Final Vendetta se premia el trabajo duro y el dominar el juego, de forma que no tendremos ni un solo Continue para seguir por donde íbamos en el caso de que perdamos todas las vidas. Si nos quedamos a cero, pantalla de Game over y a comenzar desde el principio otra vez. Esto puede ser duro, además teniendo en cuenta que la dificultad del título es bastante elevada -de hecho no existe el nivel de dificultad normal, solo contamos con fácil o difícil-, pero como ya digo, su jugabilidad adictiva y su poca cantidad de niveles hacen muy propicias las ganas de querer intentarlo una y otra vez.

Además del modo arcade -para 1 y 2 jugadores en cooperativo local, por supuesto- tenemos otros modos de juego desbloqueables como el modo entrenamiento para practicar nuestra habilidad, el modo survival que nos insta a derrotar el mayor número de enemigos posible con una sola vida o el boss rush que creo que no hace falta explicar lo que es. No nos va a resultar fácil desbloquear estos modos por los motivos ya mencionados, porque requiere completar el juego en modo difícil con cada uno de los personajes y eso ya de por sí es un reto duro, pero ahí queda para los amantes de las emociones fuertes.

El apartado gráfico tiene sus luces y sus sombras, pues si bien el estilo pixel art le sienta genial y las animaciones de movimiento son muy fluidas, tiene un estilo artístico extraño, más propio de una aventura gráfica point ‘n click que de un arcade de acción, además de una escasa variedad de enemigos, pero en general podemos decir que el conjunto es bueno. En el apartado sonoro es donde encontramos una de sus grandes bazas, con una banda sonora compuesta de temas electrónicos salidos de la mente de Featurecast  y algún que otro tema compuesto por la antigua banda británica Utah Saints que la verdad es que tienen un nivel alto y recuerdan mucho a la mítica saga Streets of Rage. En los efectos sonoros, los golpes suenan con contundencia y las voces de los personajes, aunque limitadas, no están nada mal.

Final Vendetta quizás no sea de los mejores beat’em up de la generación, pero sabe cumplir perfectamente con su cometido y nos traslada directamente a la época de los 90 con su jugabilidad. Se echa en falta un juego más pulido y con más contenido, sinceramente hay opciones mejores en el mercado, pero si decidimos dedicarle nuestro tiempo nos vamos a encontrar con un juego muy entretenido y desafiante que querremos revisitar una y otra vez.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Numskull Games